I'm not the only one

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Zoe

Mi respiración notablemente acelerada se puede observar con mucha facilidad en mi pecho que sube y baja sin cesar. El insistente sonido de mi corazón retumba en mis oídos como si en una fiesta estuviera. Mis pies parecen que cuelgan, tiemblan sin parar y mis manos no pueden dejar de enredar una y otra vez mi lacio pelo haciendo pequeños tirabuzones que no duran mas de dos segundos. Mi labio inferior, mas rojo que de costumbre, esta a punto de comenzar a sangrar por el constante mordisqueo; siento dolor, pero no le doy importancia. Mis ojos parpadean a causa de un pequeño tic que no me permite estarme tranquila. Noto como la sangre hierve a través de mis mejillas haciendo que estas se vuelvan de un color rosado. Un insoportable sonido se puede escuchar del interior; tic-tac, tic-tac, tic-tac... Una inesperada brisa hace que mi amplia blusa color azul cielo se mueva de una manera que permita verse el brillante y dorado piercing. Puedo ver como una figura mas alta que yo camina delante de mi de un lado a otro, pero no puedo distinguir quien es.

Una voz conocida me dice que lo haga, que deje atrás mis miedos y no lo piense mas, que solo actúe. Por una vez, le hago caso y con un pequeño salto abro la puerta notando una dura superficie bajo mis pies. Mis manos inconscientemente, como si se tratara de una costumbre, suben a mi cabeza tirando suavemente mi pelo fuera de mi rostro. Los ojos se me aguan a causa de los nervios y mis manos continúan temblando a cada lado de mi cuerpo.

Entro gritando pero me quedo sin voz al observar como el cuerpo de Niall se encuentra en el suelo y como se frota los codos y la cabeza. Y sin razón alguna, me comienzo a reír.

En el rostro del rubio se puede observar como el enojo y la confusión nacen. Se levanta y comienza poniéndose bien los pantalones hasta acabar en su perfecto pelo.

- Hola Zoe. - hace un mohín de enfado y la culpabilidad vuelve a mí. Y se gira dándome la espalda.

Ha sido cruel y infantil de mi parte haberme reído. Mi declaración es que me he asustado. Oigo unos pasos que se acercan para dejar ver a Harry caminando por el pasillo hasta nosotros.

Con un casi inexistente toque, hago que gire desconfiadamente pero al notar de quien se trata, automáticamente en su rostro se dibuja una sonrisa falsa que deja ver sus grandes y blancos dientes que son ocultos por una mueca de una mezcla entre enfado y confusión al recordar lo que había pasado. Un rápido movimiento de cejas indicándome que hablara fue lo primero que hizo, lo tome como un momento para respirar un poco antes de comenzar. Esto me recuerda a como exactamente nos conocimos.

- Lo siento Nialler. - y sin esperar a que su respuesta fuera formulada, lo estreche entre mis brazos como si fuera un cachorro.

- Lo pillo Zoe, yo también te he echado de menos enana. - murmuro sin apenas aire mi rubio amigo; hacia mucho tiempo desde la ultima vez que pudimos coincidir.

Mientras tanto, Harry se mantenía apoyado sobre el marco de la puerta cuando nuestros ojos conectaron y la sonrisa desapareció de mis labios. A paso rápida, deshago el abrazo y me dirijo a mi habitación a acomodarme. 

Pocos minutos después, escucho como Niall se despide y instantes después el ahogado golpe de la puerta. 

Este era el momento, estábamos solos.