A unos metros de nosotros, allí parado estaba el Caballero de la Muerte.
-Creo que no te escuché del todo bien la última vez- dije, burlándome.
El no dijo nada. Me puse de pie sin problemas, solo un poco mareado por el veneno corriendo por mis venas.
-Revisaba este lugar, ¿no te sientes como en casa?- le dije.
Nuestras espadas resonaron por todo el palacio.
-¡Link!- gritó Vina.
-No eres un hombre de palabras- le comenté mientras me defendía de su espada.
Después de una serie de golpes, nos separamos uno del otro.
-¿Dónde está Nayru?- le pregunté sin simpatía.
El volvió a la refriega, pero esta vez había esquivado su ataque con el gancho, colgándome del techo. Toqué el suelo del otro lado, lejos de él.
-¿Por qué sigues a Meitei?-.
Había vuelto a perseguirme, pero esta vez al escuchar mis palabras detuvo su carrera. Se había quedado estático, con la espada en mano y su capa casi tocando el piso.
-Lo sabía- dijo con ira y fue una vez más tras de mí.
-¿Qué? ¿Qué es lo que sabes? ¡Contéstame!-.
Nuestras armas volvieron a colisionar.
-¡No tengo nada que decirte!- dijo fuertemente detrás de su armadura.
Se había vuelto más violento y sus golpes con la espada más peligrosos. Lograba esquivar sus ataques, pero no iba a ser así por siempre, mi vista me traicionaba y me empezaba a hacer ver doble. Mi cuerpo aún no se libraba del veneno que Rake había puesto en aquella flecha y lo estaba pagando.
Dos Caballeros de la Muerte me atacaban al mismo tiempo y en el momento en que detenía el ataque de uno, el otro conectaba. La sangre volvía a manchar el piso. Este hombre no iba a descansar hasta dejarme seco.
-¡Tenemos que huir!- me imploró Vina.
Sin embargo, esa ya no era una opción, o el me derrotaba o yo lo hacía, esta era la batalla final. Hice un giro con la espada parando sus ataques, luego con unas piruetas guarde mi distancia.
-Ya no solo soy un espadachín- tomé el arco y lancé una flecha contra él.
Repelió la flecha con facilidad, clavándose en el piso muy cerca de sus pies. De pronto la explosión sucedió, el Caballero desapareció con ella y dejo atrás solo una cortina de humo y polvo.
-¿Qué ha pasado?- dijo Vina extrañada.
-Soy también más que un simple arquero- le dije mientras cargaba mi arco- con el poder del cetro de fuego he convertido estas flechas en algo más.
Lancé una lluvia de flechas contra él, provocando grandes explosiones de fuego y haciendo temblar las bases del castillo.
-¡Link! ¡Vas a destruir este lugar!-.
Seguía disparando mientras mis ojos se iluminaban con las llamas y el aire se enturbiaba de negro.
-¡Vas a enterrarlo vivo! ¡Vas a enterrarnos!-.
Los gritos de Vina no me alcanzaron, lo que hizo detenerme fue el grito que venia del fuego.
-¡Fireball!- gritó el Caballero allá atrás del fuego y los escombros.
¡GROAAAAAAAAAAAAAR!
Una bestia había entrado al castillo rompiendo las paredes del mismo. Era un enorme dragón rojo que respiraba fuego.
ESTÁS LEYENDO
La Leyenda de Zelda: El Héroe Dorado
FanficLa ultima leyenda de Zelda. Un mal muy antiguo es liberado, una joven princesa llena de esperanza desaparece y un mundo oscuro y desolado son lo que queda. La Historia de un héroe dirigiéndose hacia su destino, viajando por el tiempo y el espacio en...