Capítulo 9

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Para ti ¿cómo son los recuerdos? Son felices y te hacen recordar aquellos momentos especiales que tuviste, o, te hacen deprimirte y deseas no vivir más. Bueno, depende, si son felices o tristes.

-"Me pregunto porque siempre lloro, soy tonta, tal vez no debería seguir, o sino mi autoestima se bajaría, como sea, continuare mi camino".

Emma iba caminando por la calle sonriendo, era un día muy soleado.

Entró al centro comercial y se dirigió a la pastelería donde compró un pequeño pastel con merengue rosa. Después, no tan lejos del centro comercial, entró a una casa con un jardín en buen estado con varios tipos de flores. Tocó la puerta dos veces y esperó.

-Ya voy- se escuchó un grito chillón, era una chica que abrió la puerta, su cabello era rubio y sus ojos azules, era adorable.

-¡Hola! ¿Cómo has estado todo este tiempo?- dijo Emma.

-Emma- dijo la chica sorprendida-Te extrañe tanto- le dio un abrazo.

- Yo igual Helena.

Adentró de la casa que parecía acogedora, estaban las dos sentadas platicando.

-¡¿Qué?!- dijo Helena- Pero Bruno parecía un buen chico.

-Sí...

-¡¿Porqué no acudiste a mí en ese entonces?!

-Lo iba a hacer, pero...

-¿pero?

-Conocí a alguien...

-Cuéntame más.

Emma le contó sobre Andrés, mientras que Helena no despegaba una sonrisa de su rostro.

-¿Y te gusta?- dijo la chica rubia.

-¡N-no!

-Jujuju parece que sí.

Las dos sonrieron.

Helena era prima de Emma, de pequeñas eran buenas amigas, tienen la misma edad.

-Por lo menos a ti te esta yendo bien...- dijo Helena mirando al suelo.

-¿Qué quieres decir?

-¡Oh! ¿Y ese pastel?

-No cambies el tema.

-Esta bien.

-Dime.

-Es que...solo...a ti te esta yendo bien cuando se trata de vida amorosa, no como a mí.

-¿Qué te ha pasado?

-No es que me hayan dejado ni nada de eso, puff ni siquiera tengo novio, nose porque lo dije.

-Continua.

-Es solo que .... Conocí un chico que intente hablarle pero él me ignora, su rostro es un poco de odio pero igual me agrado, no se que hacer.

-Insiste.

-Lo sigo haciendo, un día me miró con más odio aún.

-Has intentado hablarle suavemente y decirle lo que sientes.

-Es que... me da pena decirle lo que siento.

-Así nunca obtendrás su atención, confía en mí.

-Tienes razón-Helena se levantó y abrió la puerta y dijo:

-Iré donde él y le dire todo, vamos sal, y guarda el pastel.

-¿Yo también iré?

-Solo te digo que salgas porque no quiero dejar abierta mi casa, no irás.

-Ok. Me voy, hasta luego.

-Nos vemos.

Emma se dirigía su casa. Cuando llegó, Andrés estaba en la puerta.

-¿Qué haces tú aquí?-dijo Emma.

-¿Acaso no puedo visitarte?

-Solo lo decía por bromear.

-Pues no sabes bromear.

-Idiota. Déjame pasar.

-Solo dime dónde estabas.

-A ti que te importa.

Andrés se quitó de la puerta y entraron ambos, Emma todavía tenía el pastel en sus manos.

-¿Ese pastel es mío?- preguntó Andrés.

-No.

-Y entonces ¿de quién es?

-De mi prima, Helena.

-Entonces era ahí donde estabas...-dijo Andrés pensativo.

-Me debes algo-dijo de nuevo él.

-¿Qué? ¿y porqué?

-Me dejaste solo.

-Pareces una niñita.

-Una niñita sexy.

-En tiempos de hambre.

-Pero aún así a tu otra personalidad le gusta.

-Por favor no hablemos de ella, la odio.

-Esta bien, pero me debes algo.

-¿Qué?

-Un beso.

-No.

-Entonces yo lo haré.

Andrés se levantó y se acercó a Emma, estaban frente a frente, él sonreía y ella estaba sonrojada. Andrés hizo como si le iba a dar un beso, pero al final no lo hizo y dijo:

-Te quedaste quieta, de verás que querías ese beso, pero solo lo hice por jugar contigo. Nos vemos.

-¡Eres un idiota!

-Lo siento por dejarte con esperanzas.

Andrés salió y se fue.

-"Demonios, volvió a jugar conmigo"- pensó Emma.

No me importaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora