Capítulo 17

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Varia gente extranjera llegaba a la ciudad, parecí el vuelo en el que Andrés volvería.

Mucha gente pasaba, pero Emma no lo podía ver, gracias a la multitud, el ambiente se volvió más alegre ya que al ver personas volver a unirse con sus familias da una buena sensación.

A pesar de eso, no lo encontraba, hasta que algo sucedió:

-¡¿Emma?!

"Esa voz"- pensó ella.

-¡¿Andrés?!

De repente aquel chico había salido de la multitud que la rodeaba y fue justo a sus brazos.

-No sabes cuan feliz estoy de verte- dijo Emma.

-De hecho sí, porque yo también lo estoy.

Mientras ella se estaba limpiando las lágrimas notó que hubo un cambio en la cara de él. Tenía ojeras y parecía más alegre de lo normal, con una sonrisa radiante decorando su rostro.

-Has cambiado mucho.

-Lo sé, estas ojeras son porqué había estado cuidando a mi tía todas las noches en el hospital.

-Lo siento por no preguntar antes, pero ¿qué ha pasado con ella?

-Falleció.

Su sonrisa desapareció por un momento, hubo un gran silencio pero luego se rompió por la voz de Andrés. Era extraño ya que ha pesar de lo que dijo volvió a su sonrisa y dijo:

-Pero estoy aquí y eso es lo que importa ahora.

-¿Porqué estás más feliz de lo normal?

-Porque he aprendido muchas cosas durante ese viaje, vamos a dejar las maletas a mi casa y luego daremos un paseo por un parque que queda cerca y te contaré todo.

-Estoy de acuerdo-sonrió Emma.

Llegaron a la casa de Andrés y cuando él abrió la puerta todo estaba lleno de polvo que casi lo tragan todo por el movimiento.

Salieron y se dirigieron hacia el parque y el empezó a hablar.

-No quiero que te enojes, pero... 

-¿Pero qué?

-No planeaba ir, pero lo hice para probar algo.

-¿Qué cosa?

-¿Me extrañaste?

-¿Es necesario preguntar para saber la respuesta?

-Solo quería probar de que era cierto.

-Me dijiste que no planeabas ir, pero entonces ¿Ibas a dejar a tu tía?

-Te tengo a tí, de todos modos ella me dijo algo.

-¿Qué cosa?

-Qué si ella muere, cuya acontecimiento pasó, no me aferrara a eso ni al pasado, sino que apreciará lo que tengo porque nada es para siempre.

-Ella parecía ser una persona muy sabia...

-Lo era, me ha dado muchos consejos desde niño, y a mi hermano...

-¿Viste a tu hermano?

-Sí...

-¿Cómo estaba?

-Eso no importa, hablemos de otra cosa ahora.

-¿Porqué no quieres hablar de tu hermano?

-Solo digamos que no me cae tan bien.

-No te preocupes, los que tienen hermanos dicen que se odian pero sienten amor entre ello y no lo saben.

-No creo que eso sea lo que este pasando con nosotros, los hermanos comunes se odian un poco por celos y la atención de los padres, pero él me ha hecho algo que la familia nunca haría...

-Oh lo siento, solo pensé que-

-No te preocupes no es tu culpa-dijo Andrés interrumpiendo a Emma.

-Y bien, ¿de qué te gustaría hablar ahora?

-No lo sé, dime tú.

-Pues a mi no me ha pasado nada malo, Helena me ha ayudado a no sentirme sola.

-Ella es buena gente.

-Sí....

-¿Te gustaría tomar algo? yo invito.

-Oh gracias.

Y así pasaron el día Andrés y Emma. ¿Qué les espera mañana?





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