Captain of my Heart || Claudio Bravo

Capítulo uno

Las razones por las que había dejado Chile eran muchas. Primero estaba el obvio problema económico por el que estábamos pasando mi familia y yo hace tres años, sabía de antemano que al enterarse de que su hija de 19 años estaba esperando un hijo de un hombre mayor prácticamente la empujarían por la escalera mientras gritaban "pobre hueona, te cagaste la vida sola", porque sí, así era mi familia. Segundo, tenemos la crisis política culiá que ha estado afectando al país desde tiempos inmemorables. Tercero y último, él, Claudio Bravo.

Éste hueón me ha gustado desde siempre prácticamente, y por las cosas del destino tuve la mansa cuea' de encontrarme con él hace tres años y medio ya. Aún lo recuerdo, él estaba entrenando con su equipo de fútbol y mi hermano, el Lucas, me había llevado a ver el entrenamiento, o más bien, me había obligado a llevarlo. A mi ésas tonteras me aburrían caleta. Todavía no sé cómo se las arreglo éste hueón para que nos dejaran pasar.

Mi hermano es cinco años mayor que yo, o sea, tiene 27 años (pa las que no sabemos matemáticas y lo tuvimos que hacer con los deditos). Es un hueón súper simpático y muy sobreprotector.

Volviendo al tema, ese día me había aburrido caleta viéndolos entrenar mientras a mi hermano había que ponerle un babero para que no se babeara la ropa. Me había puesto a mirar a los jugadores, más bien a mirarles el poto, porque pucha que estaban buenos. Sin embargo ninguno me tentó tanto como el de Alexis, mi aletsih. Yo siempre estuve enamorada de este tipo, pero no así como para una relación ni nada, sino que como que me gustaba po. Lo encontraba lindo, y muy simpático, pero era casi imposible que me diera bola.

Cuando estos giles terminaron de entrenar, mi hermano corrió a saludarlos y pedirles autógrafos. Uno de ellos se acercó a mí.

"Me sorprende ver a una mujer por estos lugares" me dijo. Yo lo miré y alcé una ceja.

"¿Y por qué?"

"Porque sí po, es raro ver a mujeres aquí, es difícil que las dejen pasar cuando está todo el plantel aquí...bien podí ser una acosadora sexual" recriminó. Lo miré con los ojos abiertos.

"Yo a ti te conozco" le dije.

"El que no me conozca estaría bien perdido po"

Egocéntrico culiao, pensé.

"Ya oye" me reí "tu erí el arquero"

"El mismo" asintió con una sonrisa de lado. Estiro su mano "¿Y tú eres?"

"Me llamo Francisca" contesté y le di la mano. Y para que andamos con leseras, si él también era lindo y yo, a mis 19 años había tenido una experiencia casi nula en el amor y todo lo que eso involucraba. Después de hablar un poco intercambiamos whatsapps. Ésa misma noche nos juntamos en un Pub cerca de Bellavista, porque el hueón tenía plata...yo por lo menos tenía salud.

Después de eso empezamos a salir un par de veces hasta que me pidió pololeo. Duramos 6 meses juntos. 6 meses llenos de alegrías, triunfos, pero también de noticias que intentaban separarnos y no dude en entregarme a él, porque estaba convencida de que lo amaba y que nuestra relación sería duradera.

"No les creai" me decía él "ellos no hayan mejor que meterse en lo que no les incumbe" y me daba un beso.

Pero un día apareció en el SQP una nota de él y de una chica que, aparentemente, no era yo. Me quedé en ese canal para verla.

"Claudito, menos mal te deshiciste de la panchita" decía una comentarista que nadie conocía, y no estoy hablando desde el rencor. "ésta sí que es mina".

En la foto se veía él y una rubia rubia teñida dándose un beso, caminando juntos y entrando a un motel. Puta que me enojé ese día. Mi corazón se hizo mierda. Lloré todo él día y no dejé que nadie entrara a mi pieza. Le mandé un mensaje al Bravo y le dije que no podíamos seguir juntos. Días después me enteré que estaba embarazada, y lo peor era que el papá era Bravo.