Luego de la visita de la doctora Cassiani, yo estaba lo suficientemente cansada mentalmente para querer dormir. Desperté al día siguiente cuando el sol se coló por las persianas mal acomodadas. Fruncí el ceño y cubrí mi cara con mis manos intentando seguir durmiendo pero fue en vano. Al poco rato una enfermera entró a mi habitación con el desayuno, huevos, zumo y tostadas con mantequilla. Algo mejor que lo que comí ayer.
Mis padres estuvieron conmigo, me dijeron que Poncho había vuelto a entrar ayer pero estaba dormida y que incluso se quedó un rato a mi lado, pero luego fue a trabajar cuando Zoraida vino a buscarlo por una emergencia. ¡Maldita Zoraida! ¿Y ahora? Ya debería estar aquí, pero no dije nada, no quería desquitarme de nuevo con mis pobres padres. Luego de asearme con ayuda de las enfermeras ya que aún estoy débil, lo vi entrar. Sentí esa felicidad que me invade siempre al verlo, tenía el pelo alborotado y los ojos brillosos adornados por unas leves ojeras que delataban su falta de descanso, reprimí una risita, verlo así trajo a mi mente imágenes suyas de aquellas mañanas luego de hacerme el amor casi toda la noche
—Como estás mi amor? —Se acercó. Iba a besar mis labios pero me aparté y él se quedó mirándome unos segundos —Any ¿Sigues molesta? Ni siquiera entiendo porque estás así
— ¿Dónde estabas?
— ¡Trabajando!
— ¿Con Zoraida? —Frunció el ceño y su mirada se volvió oscura
—No comiences a imaginar cosas Anahí
— ¿En qué andas con esa tipa? —Me cruzo de brazos.
—Anahí deja los celos por favor
—¿Cómo voy a dejar los celos cuando te llama y te vas corriendo tras ella? Además ¡La llamada de ayer! ¿Crees que no me di cuenta que fue ella quien te llamó cuando saliste a tener una conversación privada? —Lo veo apretar la mandíbula. Respira profundo como si intentara controlarse
—Con ella todas mis conversaciones tienen que ver con trabajo. Y sí, son privadas, porque hay que respetar la intimidad de cada paciente, se trata de ética profesional —Expone haciendo énfasis en las últimas palabras.
—Pero me vas a negar que esa tipa sigue estando detrás de ti?
—Bueno si es así, ese es su problema! Yo solamente trabajo con ella, nada más. ¡Demonios! —Levanta un poco la voz. Está enfadado.
Sin embargo no termino ésta conversación aún.
—Está buscando el momento oportuno para volver a meterse entre nosotros
—¡No digas tonterías Anahí! ¿Por qué ahora va a querer hacerlo? Aquello pasó hace mucho, hemos seguido trabajando juntos después de eso y nada ha ocurrido
—Antes, tu no tuviste a tu esposa muriendo en un hospital. Es un momento muy oportuno para que esa tipa quiera acercarse a ti Alfonso y parece que ahora lo está haciendo más que nunca. Y déjame advertirte que si compruebo que tiene otras intenciones contigo le arrancaré cada una de sus malditas pestañas una por una ¿Ok? —Lo miro furiosa, el hace un gesto como si pensara en algo desagradable y luego veo que su rostro se suaviza y no puede evitar reír un poco ¡Para mí no es gracioso!
— ¿Le arrancarás las pestañas? —Pregunta tomando un gesto divertido pero intenta disimular la sonrisa — ¿Una por una?
—No es gracioso Alfonso —Lo reprendo, sin embargo creo que me ha ganado y no puedo evitar sonreír yo también, haciendo un esfuerzo sobrehumano por no terminar en una carcajada, pero es más difícil aún cuando lo veo sonreír mostrando su perfecta dentadura — ¡No es gracioso! —El se acerca a mí y deja un beso en mi frente.
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La Memoria Del Corazón
RomanceAnahí y Alfonso formaban un sólido y bello matrimonio, o al menos eso era lo que Anahí pensaba... ya que cuando se despierta, luego de 17 días en coma tras un trágico y misterioso accidente, su existencia se hace complicada cuando comienza a tener f...