La luz del sol brilla fuerte, destellando sobre el mar, haciendo que parezca como si hubiera pequeños diamantes esparcidos, sin embargo la brisa sopla moviendo mi cabello sobre mi rostro que intento controlar, sentada sobre una hamaca mientras con la otra mano, sostengo el chupete sobre la boca de mi bebé de siete meses. Sus mejillas sonrojadas se mueven levemente por la succión y sus ojos, hoy no se ven verdes como los de su padre, la luz del sol los hace ver más claros, de un color miel. Está mirando hacia adelante, concentrado, observando cómo su padre y su hermano mayor juegan al fútbol sobre la arena
-No puedes esperar el día en que puedas jugar con ellos ¿Verdad mi amor? -Susurro y beso su cabecita cubierta por una fina y suave capa de cabello. Tiene muy poco cabello, al igual que Abril cuando tenía su edad. Derek es el más parecido a ella, aunque ninguno tiene los ojos azules de mi niña; Derek me hace recordarla por su personalidad. Me quedo mirándolos mientras corren, Poncho toma a Oliver, nuestro hijo de cuatro años y lo levanta tirándolo en el aire y lo vuelve a atrapar. El ríe escandalosamente, contagiándome, disfruto mirar la complicidad que tienen ellos dos. Son inseparables, son cómplices, parecen mejores amigos y la relación que llevan me enternece demasiado y sé que soy la mujer más afortunada, estoy rodeada de los tres mejores hombres en este mundo... daría mi vida por ellos.
Muchas cosas han pasado en estos años... no sólo tengo una hermosa familia ahora sino que además, he creado mi propia fundación para niños con enfermedades cardiovasculares y he decidido llamarlo "Corazones de Abril". He tenido que afrontar a diario lo que pasó con mi hija y eso me ha hecho más fuerte, más capaz y ahora siento honrarla con esta fundación en su memoria, ayudando a pequeños como ella y a familias como nosotros.Cuando Poncho, a diferencia de Oliver, parece estar muy cansado de jugar, lo toma en brazos y caminan hacia nosotros. Miro a mi esposo, totalmente enamorada mientras se acerca a mí y deja un beso en mis labios. Tiene esa incipiente barba que tanto me gusta y luego de besarme, deja a Oli en el piso para tomar en brazos a Derek.
-Mamá viste como le gané a papá jugando fútbol? -Los ojos verdes de mi hijo, se ven chispeantes, mirándome y por su frente caen unas pequeñas gotas de sudor
-Eres el mejor, le diste un gran partido a papá, mi amor -Acaricio su mejilla y el sonríe orgulloso
-Y como me ganaste y además de todo, eres el mejor hijo mayor del mundo pues... mamá y yo te tenemos una sorpresa
- ¿Cuál sorpresa?! -Sonríe.
-Recuerdas que nos dijiste que querías para navidad?
-Si! Conocer la nieve
-Pues que crees? -Dice Alfonso sonriendo ampliamente y Oliver se queda a la expectativa
-¡¿Vamos a conocer la nieve?! -Su voz suena más aguda que lo normal, porque está cargada de emoción; ha estado un poco obsesionado con conocer la nieve y bueno... tiene un padre consentidor y una madre que no puede resistirse a sus pedidos. Poncho asiente con la cabeza y nuestro pequeño salta y grita contento -¿Nos vamos a ir en el avión?
-Así es mi amor -Río viendo su desbordante emoción
- ¿Y volaremos muy, muy alto? -Poncho y yo no podemos dejar de reír y esta vez es mi esposo quien afirma pero de repente, Oliver se detiene y sé queda pensando unos segundos, sabemos que es un poco preguntón así que seguro está ideando todas sus dudas
-Y si volaremos muy alto hasta el cielo ¿Creen que podemos ir por mi hermanita Abril? -Pregunta... y yo, siento esa conocida presión en el pecho, si. Sigo sintiéndolo siete años después... y no creo que deje de sentirlo algún día
-Oliver -Poncho interviene -Nosotros te contamos que tienes una hermana mayor muy hermosa que ahora es un ángel en el cielo porqué tuvo que irse ¿No? -Asiente -Pero también te explicamos que ella ya no volverá, pero que te cuida desde el cielo, a ti, a Derek, a mamá y a mí.-Sí pero... Tal vez cuando vayamos en el avión a conocer la nieve ya que vamos a estar muy, muy alto allá arriba, podemos parar en el cielo y quedarnos un ratito con ella
Su voz está cargada de inocencia y en esta ocasión, sé que mi esposo no sabe que decir, al igual que yo. Tal vez simplemente eso suena tan hermoso, que nos da pena romper ese sublime y perfecto sueño que tiene lugar en el corazón de un niño... ¿Cómo se hace eso?
Poncho y yo nos miramos y sonreímos levemente, veo en él una sonrisa cargada de melancolía, cómo si desearía al igual que yo, que aquello fuera posible. Le hemos hablado a nuestro hijo toda su vida acerca de su hermana, la ha visto en fotos y en vídeos y ha manifestado muchas veces que quisiera que estuviera aquí con nosotros, pero esto, simplemente ha derretido nuestro corazón
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La Memoria Del Corazón
RomantizmAnahí y Alfonso formaban un sólido y bello matrimonio, o al menos eso era lo que Anahí pensaba... ya que cuando se despierta, luego de 17 días en coma tras un trágico y misterioso accidente, su existencia se hace complicada cuando comienza a tener f...