Abrir los ojos se ha convertido en casi una tortura para mí. La sensación pesada que me da la ausencia de mi hija y de mi esposo cae sobre mí de nuevo cada día al despertar. Ha sido Un mes entero con la idea a diario de que mi hija está muerta y no ha sido fácil, los días no han sido nada piadosos conmigo, a veces siento que el corazón me pesa tanto, que no puedo más, siento que no quiero continuar y simplemente no me levanto de la cama. Y es que la extraño tanto, extraño lo que éramos y daría todo lo que tengo para que estuviera de vuelta.
Podría comparar mis días con una montaña rusa, por momentos sube, son esos momentos en los que al menos, puedo levantarme de la cama, comer un poco más y ver un poco de T.V o leer y pensar en mi hija sin llorar. Pero por otros momentos baja completamente, son esos días en los que no hago más que llorar hasta sentir que me desgarro por dentro, esos días en los que me cuesta levantarme de la cama y tiene que venir mi madre a obligarme a hacerlo. Ha estado viviendo conmigo todo este tiempo ya que nadie quiere dejarme sola ni un segundo y puedo decir que nuestra relación ha mejorado. Hace unas noches hablamos por primera vez cómo madre e hija, me dejó explicarle cómo me sentía, me pidió perdón fue una buena plática, con lágrimas y abrazos. Creo que lo necesitaba... es bueno sentir el cariño de alguien, el calor de un abrazo muchas veces es tan necesario que cuando lo recibes sientes que tu corazón vuelve a encenderse un poco.
Lástima que aquellas buenas sensaciones me duran poco, porqué hoy es uno de esos días grises para mí. El reloj que está en el nochero de al lado marca las 11: 23 de la mañana y yo no encuentro ningún motivo para levantarme de la cama.
He estado pensando en todo lo que pasó en estos últimos meses y el nudo se forma en mi garganta. He estado pensando también en cómo todo parece parte de un mal sueño pero estoy también consciente de que ésta es mi realidad, de que Abril no está más, nunca volveré a darle un beso, nunca volveré a tenerla en mis brazos, no escucharé más su risa ni percibiré más su olor. Jamás la veré entrar al kínder, ni tendré una discusión con ella por su llegada a casa tarde, tampoco la veré un día vestida de blanco casándose con el amor de su vida. ¿Tendré que acostumbrarme a vivir el resto de mi vida sin mi bebé? ¿Cómo se logra eso? No creo que sea posible... Todo el día pienso en ella, cada cosa me recuerda todo menos al día de su muerte y lo que pasó después de eso, porque mi memoria no ha avanzado mucho, aun están las lagunas aunque ya no me he preocupado por eso, no creo querer recordar el rostro de mi hija muerta, ni su velorio, ni recordarla sufriendo en un hospital. Por ahora tengo suficiente con todo lo que ya sé, incluso ahora me gustaría olvidarme de que mañana es 18 de junio. Ese perfecto día, el día en que recibimos a nuestra hija al mundo hace ya tres años. En este momento, debería estar como loca organizando una gran fiesta para el tercer cumpleaños de mi princesa, debería estar probándole un vestido y no sólo mirándola en las fotos de mi buró, debería estar pensando en que regalo darle y no en sí debería o no llevarle unas flores a su tumba, ese lugar que no me he atrevido a visitar porqué no creo que soporte ver el nombre de mi hija en una lápida.
-Hija... -Escucho la voz de mi madre y la puerta abrirse lentamente, interrumpiendo mis pensamientos.
-Mamá ya te dije que no quiero levantarme hoy, ya cumplí con desayunar, por favor déjame sola.
-Es que tienes visita Any, es tu amiga
No tengo tiempo de protestar, antes de que Emily cruce la puerta. No hemos vuelto a hablar desde ese día en el que estuvieron todos aquí, y debo reconocer que mi trato hacia ellos no fue el mejor pero ella me sonríe, parece estar muy feliz de verme y se acerca a mí
- ¿Cómo estás Any?
-Supongo que bien...
-Amiga... supongo que sigues enojada ¿No? -Pregunta, jugando con sus rizos con su habitual manía, pero sólo obtiene mi silencio como respuesta - ¿Podemos hablar?
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La Memoria Del Corazón
RomanceAnahí y Alfonso formaban un sólido y bello matrimonio, o al menos eso era lo que Anahí pensaba... ya que cuando se despierta, luego de 17 días en coma tras un trágico y misterioso accidente, su existencia se hace complicada cuando comienza a tener f...