Capítulo 15

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Termino de vestirme y bajo corriendo las escaleras

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Termino de vestirme y bajo corriendo las escaleras.

—Evolet, ya te he dicho que no bajes corriendo las escaleras, te puedes lastimar —dice cuando entro a la sala.

—¿Ya me vas a dar el dinero? —pregunto ansiosa.

—No sé cuándo accedí a semejante tontería. —Niega con la cabeza.

Me encojo de hombros y sonrío divertida.

—Y yo no sé cómo es que ganas tanto dinero trabajando en esa editorial.

—Pues soy la directora. —Busca en su bolso y saca dinero—. Toma, por favor, no te hagas algo horrible.

—Espero que Sam vaya conmigo, no quiero que me tenga miedo por lo que pasó el lunes. —Suspiro.

—Samantha te quiere mucho, hija. Por cierto, ¿no le hablarás antes?

—Le avisaré cuando vaya a llegar a su casa, espero que Susana la deje salir conmigo.

Kira está acurrucado al lado de mi madre, ella lo acaricia.

—Está bien, anda, vete antes de que me arrepienta —dice.

—Vale, regreso más tarde.

Tomo las llaves, el celular y salgo de la casa. Hoy no me apetece caminar, ya lo hice el martes y miércoles así que tomo un taxi.

—A la calle Hidalgo esquina con Rayón —le digo al taxista en cuanto subo.

El asiente y conduce.

Saco mi celular del bolsillo y marco el número de Sam, contesta de inmediato.

—¿Evolet?

—Eh, hola Sam, ¿podríamos salir hoy? —pregunto insegura.

—Uh, claro, ¿voy por ti? —Se nota un poco seria.

—De hecho ya voy a tu casa.

—Está bien, nos vemos.

Termino la llamada. Diez minutos después el taxista se detiene frente a la casa de Sam, le pago y salgo. Toco el timbre de la casa y ruego porque no me abra su mamá.

«Qué rápido perdonas».

No tengo nada que perdonarle, todo es tu culpa.

Sam abre la puerta.

—¿Hablabas con alguien? —Se asoma a los lados.

—Eh, no. —Le muestro una falsa sonrisa.

—Muy bien, voy por la cartera y las llaves del coche. —Entra a la casa y sale un momento después.

La cochera de su casa se abre.

—Vamos, hay que subir. —Entra a la cochera y sube al carro, yo la sigo.

Saca el auto y después pulsa un botón de sus llaves y la cochera se cierra.

Más allá de las palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora