Las grandes puertas del recinto te daban la bienvenida a la locura de la noche de boxeo. Hombres borrachos se jugaban cada céntimo apostando por su ídolo.
Mujeres bailaban desenfrenadas a espera de los acontecimientos que iban a suceder, todas con la esperanza de que algún boxeador se fije en ellas y poder pasar una noche loca con el hombre de sus sueños.
Y allí estaba yo sentada en un banco sucio con olor a alcohol al lado de Mark y Jaytor, un amigo de este. No sabia muy bien porque estaba aquí pero aquí me encontraba mirando a la nada, nerviosa a esperas de él combate.
Un hombre vestido con una camisa de rayas y un pantalón negro entra en el cuadrilátero. Los altavoces empiezan a retumbar con la presentación de ambos competidores, un hombre de unos dos metros con cara de pocos amigos entra al cuadrilátero mientras golpea con el puño su pecho, menudo imbécil pienso.
Segundos después entra Max sin inmutarse del pedazo de hombre con el que va a combatir, sus pantalones negros cuelgan de su cintura haciéndolo ver muy sexy, este le echa una mirada tranquila para chocar su puño y empezar el combate.
Los segundos van pasando y Max va esquivando cada golpe que el hombre le intenta proporcionar, mientras tanto Max se concentra en cada movimiento para poder golpear las diversas zonas que deja sin cubrír.
Mi pulso esta acelerado, la adrenalina corre por mis venas y me siento nerviosa. Un grupo de jóvenes borrachos me empujan haciendo que caiga de la silla contra el duro, frío y sucio suelo.
- Que os creéis que hacéis ?- dice Mark enfadado mientras se levanta apretando sus puños con la mandíbula tensa, mientras estos solo se ríen de mi caída humillandome.
No se en que momento empezó todo pero Jaytor y Mark empiezan una pelea en la que todo lo que tocan lo destrozan, los puñetazos vuelan por el aire al igual que las patadas y las sillas, yo me encuentro en medio de todo este revuelo sin saber muy bien que hacer.
Saco coraje y me interpongo entre ellos pero para mi mala suerte un puñetazo se estampa en mi mandíbula haciéndome gritar del dolor. Los de seguridad se acercan a toda velocidad agarrandonos a todos y cada uno de los que estamos en medio de la pelea echandonos a empujones a cada grupo por una salida de emergencia diferente.
- Dios Thais estas bien? - dice Mark mientras roza la zona herida haciéndome soltar un quejido.
- Duele joder... - digo con una mueca, y joder que si duele... me a anestesiado la cara...
- Nos va a matar Mark, joder - dice Jaytor con una mueca en su rostro.
- Lose... dijo que la cuidaramos - dice Mark mientras suspira frustrado a lo que yo no entiendo nada.
Fuertes pasos se escuchan como poco a poco se van acercando, todos nos miramos algo desorientados. Y si son ellos otra vez? Mis manos tiemblan y me respiración se agita. Poco a poco los pasos van cesando hasta dejar ver con claridad la persona que se acerca... Max.
- Estáis locos? - dice aun con la respiración agitada miéntras su mirada demuestra el gran enfado.
- Se nos fue de las manos tío - dice Jaytor frunciendo el ceño - la tiraron de la silla los borrachos - confiesa finalmente.
- No hay excusas - dice resoplando hasta que su mirada viaja hacia mi - Que te ha pasado... - dice con furia mientras roza con sus dedos mi mandíbula haciéndome temblar.
- Me caí - digo intentando sonar casual - eso es todo - finalizó.
- NO me mientas... quien fue ?- pregunta mirandome fijamente a los ojos y yo me quedo hipnotizada
- Se metió a separar y los otros...- dice ahora un Mark descolocado.
Max aprieta sus puños para después cojer mi mano y arrastrarme a quien sabe donde, mi mirada viaja hacia mi amigo que solo se encoje de hombros para ver como poco a poco me alejó.
Llegamos al coche de Max y sin mediar ni media palabra se monta dando un fuerte portazo, me deslizó a través de la puerta hasta sentarme en el asiento del copiloto y abrocharme el cinturon de seguridad.
De un fuerte acelerón salimos del parking haciendo ruedas, mis manos inconscientemente se apoyan al salpicadero. Max esta completamente serio mientras conduce como un maniático por las oscuras calles de Madrid.
Mis manos tiemblan, el miedo inunda mi cuerpo pero eso el parece no notarlo ya que esta muy concentrado en derrapar en cada cruce.
- Para! - grito histerica mientras intento agarrarme más fuerte.
- No - dice serio mientras acelera más y más creando angustia en mi.
- Que pares el puto coche !- grito golpeando el salpicadero a lo que el tira de freno de mano quedándonos en una calle cualquiera con el coche atravesado.
Aún con las manos temblorosas abro la puerta para después cerrarla con un fuerte golpe, y empezar a caminar por la oscura calle que a estas horas no hay tránsito.
Oigo un portazo que proviene del coche y como empieza a correr detrás de mi hasta alcanzarme agarrándome de la mano haciendo que frene en seco mi paso.
- Donde mierda vas? - pregunta con sus ojos escupiendo fuego.
- Lejos de ti, estas loco - grito mientras me zafo de su agarre para continuar caminando.
- He tenido que salir del puto cuadrilátero cuando la habéis montado sabes? Es una derrota - dice frunciendo el ceño, claro es más importante su puto combate a que me partan a mi la cara. Imbécil...
- Y a mi que cojones me importa? Me pediste que fuera y así lo hice - digo mientras levanto mis hombros con desdén ignorandole.
- Eres insoportable, no te aguanto - dice mirandome serio con sus ojos verdes que ahora están más oscuros de lo normal.
- Te odio - digo con furia mientras empiezo a andar deprisa para alejarme de el.
- Sabes que? Que si te quieres ir andando vete - dice para ver como anda hasta el coche para montarse, me mira unos segundos para arrancar el coche y de un acelerón ver como desaparece por la calle.
Mi furia es incontrolada, el muy subnormal me ha dejado aquí en medio de la nada. Quejarme no servirá de nada asique comienzo a caminar, hacia la nada con las esperanza de conseguir algún taxi. Pero me es imposible ya que no hay ni un alma por la calle.
Cuarenta minutos después mis pies duelen, y mi cuerpo tiembla por el frío. Escucho el rugir de un motor y sin pensarmelo me paro sacando el dedo con la esperanza de que pare, el coche empieza a parar y es cuando me doy cuenta que es el estúpido de Max.
- Que te jodan - grito sacándolo el dedo corazón.
- Sube - dice serio mientras se para a mi lado, no tengo otra opción asique me subo de mala gana con la esperanza de que la noche termine rápido.
ESTÁS LEYENDO
Enseñame
RomanceThais es una chica terremoto, a sus 20 años le encanta disfrutar de la libertad que conlleva vivir con su mejor amiga Deborah. Las fiestas el alcohol y la locura es algo que con ella va de la mano. Puede cambiar tu vida en una noche de fiesta? la...