Los rayos del sol poco a poco me van deslumbrando, unos fuertes brazos rodean mi cintura, giro mi cabeza hasta dar con el paradero de esos brazos... Su pelo esta revuelto, y sus ojos cerrados dándole un aire angelical... Intento zafarme de sus brazos pero me es imposible.
- Max, joder, despierta - digo mientras intento despertarme.
- cinco minutos más porfavor - dice aun medio dormido.
De una suave patada le tiro de la cama, lo que no esperaba era que sus brazos no se soltarán de mi cuerpo haciéndome caer sobre su cuerpo.
- Con estas empiezas ?- dice con media sonrisa aun con los ojos cerrados.
- Ni lo sueñes - digo para levantarme rápidamente del suelo y salir corriendo de la habitacion.
Voy hasta la cocina pero parece que todo el mundo sigue durmiendo miro la hora y dios... siete de la mañana? Jamas me levantaría a esta hora.
Un Max dormido se aproxima hasta la cocina, para apoyarse en el marco de la puerta mirandome con una sonrisa traviesa.
- Te propongo algo? - me dice mientras de acerca hasta sentarse en una silla.
- Y bien?- pregunto mientras sirvo dos tazas de café.
- Tengo entrenamiento en una hora - dice mientras saca dos cigarros de su cajetilla Marlvoro.
- Y? Necesitas una animadora personal? - digo acercándome hasta el para colocar las dos tazas de café y cojer el cigarro y prenderle.
- Estaría bien... pero no... acompañame- dice mientras el también prende el cigarro.
- No has tenido bastante con lo de anoche ?- pregunto mientras echo el humo en su cara.
- Soy insaciable - dice arqueando una de sus cejas - y sabes que cuando le echas el humo en la cara alguien es porque le quieres besar? - termina de decir mientras me guiña el ojo pícaro.
- Nada más lejos de la realidad, no tengo nada que hacer - contesto con media sonrisa.
- El que lo del humo o lo de insaciable? Porque podemos probar las dos - dice apoyando sus antebrazos acercando su cara hasta la mía.
- Conoces ese refrán de perro ladrador poco mordedor? - digo con una carcajada a lo que el se levanta poniéndose detrás de mi.
- Quieres comprobarlo? - me susurra en el oído mientras muerde mi lóbulo mandándome escalofríos por todo el cuerpo.
- Te mueres por besarme y no sabes que hacer? - le digo mientras me giro para enfrentarlo.
- Tal vez te mueres tu - dice mientras coje mis manos para colocarlas sobre su definido y fuerte abdomen.
- Max... no es nada que no haya tocado,no estas tan bueno - digo apagando la colilla en el cenicero.
- Tu crees? - dice mientras agarra mi cintura pegandome a su cuerpo...
Joder! Porque me tiene que pasar esto a mi? Dios... Max esta más que bueno eso es más que obvio pero es un grandisímo imbécil... un gran imbécil que me esta matando ahora mismo con su roce.
- Será mejor que nos vayamos - digo mientras me separo de él y llevo los vasos a la pila.
Salimos camino al gimnasio una vez que llegamos el entra a los vestuarios, yo me quedo parada en un pequeño banco mientras todos siguen combatiendo con sus sacos, haciendo abdominales etc...
A los pocos minutos sale Max con un pantalón corto negro Charly sin camisa y unos botines de boxeo negros también. Mi mirada viaja por todo su cuerpo, y está vez aseguró que me da igual que el vea que lo observó como a un monumento.
- Te gusta nena? - dice con media sonrisa a lo que yo asiento claramente hechizada por este chico.
Coje mi mano y se encamina al fondo donde hay un saco de boxeo alejado de todo y de todos, se pone las vendas para después colocarse los guantes.
Empieza a golpear el saco suavemente hasta que al fin sus impacto hacen eco por todo el gimnasio. Su espalda bien formada junto con sus brazos se contraen cada vez que golpea el saco y me siento hipnotizada por todos sus movimientos... hasta que una presencia me saca de mi apogeo.
- Hola reina - dice un chico joven bastante guapo la verdad.
- Eh, hola? - digo más como una pregunta.
- Soy varo, y tu? Que haces aquí tan sola ?- pregunta con media sonrisa que porcierto es preciosa.
- Thais, y no estoy sola - digo para girarme y mirar a Max que sigue impactando sus puños sin piedad contra el saco.
- Ya veo, novia?- pregunta mientras se despeina el pelo un poco.
- No no... jamás - digo con una carcajada hasta que dejó de escuchar los golpes, mi risa a captado la atención de Max que no se le ve muy contento.
- Sube - dice Max a varo mientras este entra en las cuerdas del ring de forma ágil.
A los pocos segundos ambos están en un combate donde la verdad que Max esta haciendo trizas al pobre chico. Cuando creo que ya ha sido suficiente empiezo a gritar pero Max sigue con la mirada en fuego absorto a mis gritos.
Subo al ring de forma ágil para sujetar sus brazos como puedo. Max al notar mo tacto detenga sus músculos y baja del ring aun sin mirarme.
Camino detrás de él intentando llamar su atencion pero el sigue ignorandome entrando a los vestuarios.
Sin percatarse de que lo que voy a hacer es una locura entro detrás de él, doy gracias de que esta vacío, de esta no podría salir viva. Corro detrás de el y le cojo la mano para parar su paso pero es imposible.
- Que cojones te pasa Max que he hecho?- digo situandose delante de él impidiéndole el paso.
- Dejame - dice mientras se sienta en un banco - y vete si no me quieres ver desnudo - dice para empezar a quitarse la ropa.
- Aquí me quedare - digo mientras cruzó mis brazos.
- Tu lo has querido - dice para bajarse los bóxer e irse andando hasta una de las duchas como dios lo trajo.
Pequeños pasos se empiezan a escuchar haciendo eco, mi respiración se agita con el mero echo de que me puedan ver aquí.
- Max imbécil - susurro mientras me acerco a la puerta de la ducha - viene alguien - afirmó mientras golpeo sutilmente la puerta.
- Una de dos... o te quedas ahí o entras - contesta con la voz ronca mientras suelta una carcajada
- Imbécil - susurro mientras noto como los pasos cada vez se aproximan más.
Cojo aire y resoplo un par de veces para meterme en la ducha donde esta Max completamente desnudo. Mis ojos se tapan automáticamente con mis manos, mientras mi ropa esta empapada.
- Se que te mueres por verme ahora mismo - susurra mientras quita las manos de mi cara haciendo que la vista baje por equivocación, si así lo queréis llamar.
- Ohh jodida mierda - casi me atragantó con mi propia saliva, cuando los pasos dejan de oírse huyó de allí sin ni si quiera despedirme.
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Enseñame
RomanceThais es una chica terremoto, a sus 20 años le encanta disfrutar de la libertad que conlleva vivir con su mejor amiga Deborah. Las fiestas el alcohol y la locura es algo que con ella va de la mano. Puede cambiar tu vida en una noche de fiesta? la...