Completamente diferentes

Capítulo 34. El momento de sufrir.

-Harry, por favor.- Rogué. Estaba semi desnuda, y él seguía besándome con la fuerza de un animal salvaje. No con amor, sino con odio o frustración.- Basta, por favor.- No estaba excitada, ni gozaba de sus movimientos. Estaba siendo violada, cada movimiento era en contra de mi voluntad. 

-________, te pregunté que habías hecho con Niall.- Dijo corriendo cabello de su cara.- Jugaste conmigo. Y, ¿sabes qué?- Dijo volviendo a mi cuello, donde dejaba fuertes y dolorosas marcas.- Odio que jueguen conmigo.

-Ya basta, Harry.- Dije hablando un poco más fuerte. Nadie estaba en casa, lo tenía por seguro, pero no iba a dejar que me toque nunca más.- Gritaré... Suéltame o gritaré...- Dije en tono amenazador.

-Hazlo, preciosa. Ya casi termino aquí.- Dijo con un tono que no era propio de él. Me daba miedo. Posó todo su peso sobre mi cuerpo, y de alguna forma impedía que pueda respirar o tomar el aire suficiente para gritar. Mordí el hombro de Harry y grité con todas mis fuerzas dos veces. Antes de dar el tercer grito, Harry tapó mi boca.- ¡Cállate!- Y mis lágrimas comenzaron a salir.- No llores, princesa.- Mantenía el tono frustrado en su voz y comenzaba a quitar mi sostén, cuando cuatro golpes en la puerta hicieron que esta caiga. Mis lágrimas no me dejaban ver quién era la persona que quitaba a Harry de encima mío. Tomé las sábanas para cubrirme, me hice lo más pequeña posible y comencé a llorar.

Cuando desperté, era de día. Louis y Niall estaban a mi lado mirándome, expectantes. 

-Al fin despiertas.- Dijo Louis.- ¿Cómo te sientes?- Al parecer iba a acercarse, pero mi instinto hizo que me corra abruptamente hacia atrás. 

-No la toques.- Dijo Niall en un tono severo pero tierno.- Debes dejarle un espacio personal por un tiempo.

-¿D-donde está papá?- Pregunté clavando mi mirada a Louis.

-Han salido de viaje. Se fueron a Texas. No volverán hasta la semana que viene, me mandaron un mensaje.- Asentí con la cabeza. Al menos no se enterarían de lo que pasó con Harry.

Harry... La persona que amé durante mi vida, me destrozó en tan solo una noche. Mis ojos humedecieron.

-¿D-donde esta...?- Tenía miedo. No sé de qué exactamente, pero pronunciar su nombre me daba miedo. Saber la respuesta, me daba miedo. Todo me aterraba. Por primera vez en tanto tiempo, me sentía sola. 

-Se ha ido.- Contestó Niall.- Lo enviamos a su casa.- El tono de Niall hizo que perciba que no fue por las buenas. Seguro lo habrán echado a patadas, le habrán pegado o cosas así. Ahora debería estar él con los ojos inyectados en sangre, en estado de coma alcohólico. No se si así, pero tal vez borracho. Lo conozco. 

-Louis, ¿puedes dejarnos?- Le pregunté sentándome lentamente en la cama, un poco adolorida. Él seguro iba a decir algo, pero no lo hizo y se marchó. Una vez a solas, tomé aire.- Lo siento.- Dije cohibida.

-No tienes por qué sentirlo, hermosa...- Y ahí me di cuenta que no entendía la razón por la que le pedía disculpas.

-No, Niall. Yo lo siento, de verdad. Jugué sucio.- Lo miré.- Cuando nosotros estábamos juntos, yo... Y-yo... Est-tuv-ve con Harry. No fuimos novios, ni amantes,-Aclaré rápidamente- solo hubo un par de besos, que me confundían demasiado porque alguna vez sentí algo por Harry y- comencé a hablar más rápido por el nerviosismo- yo no quería lastimarte o serte infiel o...- Su cercanía hizo que me detenga para alejarme de lo que sea que estaba por hacer, cerrando los ojos y sintiendo un dolor que jamás había sentido.- Lo lamento.-Dije.

-Yo, lo siento. Pensé que eras otra persona.- Dijo con un tono duro.- Pero no puedo enojarme contigo, cuando yo también sentí algo por otra persona cuando estuvimos juntos.- Dijo. Su confesión me dejó sin palabras y una pequeña carga de culpabilidad de mi parte, desapareció.- Cuando terminamos intenté algo con esa chica, pero al parecer le divertía que juegue en ambas puntas y cuando nos tomamos un tiempo, dos días después, ella me dejó. Sabía que sentías algo por Harry. Las constantes peleas, la tensión que había entre ustedes eran propios de un amor mutuo. Y luego...- Suspiró- Volvimos a caer. A ambos le hacía falta lo que no supimos mantener hace tiempo, dejándonos engañar por otras personas quienes terminaron lastimándonos. La vida es así, princesa.

Luego de la charla con Niall, le dije que necesitaba descansar, trató de darme un beso en la frente pero lo esquivé. Se fue sin decir una palabra. Me acosté y pensé en cada palabra que dijo Niall, en tono amoroso, tierno, duro, decepcionado. Lo quería. Tal vez lo amaba, pero no estaba segura y en este momento, una equivocación podría costarme caro. De tanto pensar, me quedé dormida.

Desperté por unos fuertes golpes en la puerta. Tenía miedo. Prendí la luz, y caí en la cuenta de que era la noche. Agarré mi celular, y eran las dos de la madrugada. ¿Quién podría ser? Me levanté, temerosa pero decidida, y abrí la puerta. Mis ojos se abrieron como platos al ver a aquella persona con los ojos vidriosos, inyectados en sangre, grandes ojeras, el pelo realmente desordenado, una barba de unos días, su boca, siempre sonriente, estaba seria, triste.

-¿Harry?- Pregunté. Tan solo terminé de decir aquellas palabras, y ya lo tenía aferrado a mi cintura y llorando. Llorando.- Cálmate.- Le dije duramente. Levantó su cabeza de mi cuello y me miró. Al verlo con unas cuantas lágrimas en la cara, pude escuchar como mi arreglado y débil corazón, se rompía nuevamente. Mis ojos se humedecieron. Esto era demasiado.- T-tú... Deb-bes irt-te. Le dije.

-¿Por qué? ¿Por qué debo irme?- Dijo soltando más lágrimas.- Lo lamento tanto, lamento todo lo que te hice. Yo no quería,______. De verdad, no quería pero no sabía como reaccionar. Y con copas demás... Lo lamento. Lo lamento tanto. Sé que esto no va a arreglar lo que pasó hace cinco días pero, no puedo olvidarlo. Y sé que para ti será más difícil.- ¿Cinco días? ¿Llevaba contado los días?- Sé que no me perdonarás, pero solo quería verte.- Alzó una mano para rosar mi mejilla, a la que rápidamente, me alejé.- No me tengas miedo. No te haré más daño.- Dijo.- No más del que te hice.- Volvió a intentar tocarme, pero fue en vano.

-Es inútil. No puedes. No puedo. Ya, vete de una vez, Harry.- Dije soltando una lágrima.

-¿Es lo que quieres?- Dijo, mirándome otra vez con cara triste.- ¿Quieres que me vaya de tu vida o que me aleje de ti?- "Ninguna", pensé.

-Ambas.- Solté repentinamente. Pude notar como apretaba la mandíbula, los puños y en los ojos se asomaban pequeños destellos de lágrimas que estaban por salir de sus ojos.

-¿Es así como no te lastimaré?- Preguntó.

-Es así como me olvidaré de ti.- Me acerqué a él, lo que respondió con un alejamiento y aproveché para cerrar la puerta con seguro. Me quedé pegada a ella, hasta que oí que sus pasos se alejaban, y la puerta de calle se cerraba. ¿Este era nuestro fin? ¿Hasta aquí había llegado todo? Sin pensar, apoyé mi espalda contra la puerta, y caí lentamente al suelo para que, inconscientemente, comience a sollozar.