Capítulo 18. Empezar y terminar

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Luego del instituto y miradas incómodas de Harry hacía mí, debía reunirme con Jade. Era una chica lo suficientemente amable para invitarme a su casa sin tener ni un día de conocernos. Jade no era toda mi preocupación, sino Harry, que aún vivía en mi casa pero para hacer los trabajos me había llevado a la suya. ¿Qué le habría dicho a mi padre?

-Hola- Dijo Jade algo nerviosa.

-Hola- Sonreí para sacar la tensión que llevaba- No te voy a comer, tranquila.- Dije para entrar en confianza.

Rió.- Niall ha hablado mucho de ti. Nosotros somos amigos desde pequeños.- Dijo y sin darme cuenta habíamos empezado a caminar. Me preguntaba cómo sería Niall de pequeño.- De pequeño era muy travieso.- Contestó leyendo mis pensamientos.- No había ni un solo día en el que no estuviera en problemas.- Dijo riendo.

-No hablemos de Niall.- Dije.- Podríamos conocernos más ¿No crees?- Pregunté. Asintió.

-Bueno… No sé cómo describirme… Creo que soy algo loca, hiperactiva, digo siempre lo que pienso, a veces, histérica pero sobretodo alocada.- Reí. Me caía bien.- ¿Y tú?

-Bueno yo… Soy algo tímida, no comparto mucho lo que pienso, introvertida… Pero cuando entro en confianza, nada de eso pasa y soy lo contrario.- Paramos en una hermosa casa, pintada de color blanco, una puerta de color madera y pequeñas ventanas.- ¿Es tu casa?- Estaba asombrada.

-Sí- Rió.- Pasa.- Por adentro era muy hermosa. Era una casa acogedora, de familia. Una casa de película ¿tal vez? Su madre no tardó en aparecer y no se diferenciaban mucho Madre e hija.

-Hola- Dijo amablemente- Mi nombre es Beth, pero puedes decirme Betty.

-Un placer. Mi nombre es ________.- Dije sonriendo.- Traje muffins.- Los saqué lentamente de la bolsa en dónde los había traído y se los entregué.

-No te hubieras molestado.- Dijeron Jade y su madre al mismo tiempo. Sonreí.

-No fue molestia.- Agregué. Y luego de eso comenzamos a hablar, sin parar de reír. Jade y yo, íbamos a llevarnos mejor de lo que pensaba.

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Llegué a mi casa a la merienda y vi a Louis y a Harry hablar serios. Se sobresaltaron al escuchar ruido de la puerta y, al verme, se relajaron.

-Hola- Dije feliz.

-¿Qué hay, Pe?- Dijo Louis al mismo tiempo que Harry había dicho “Hola”.

-Nada nuevo.- Dije dirigiéndome a la cocina y sirviéndome un vaso de jugo.- ¿Qué hay de ti, Louis?- Ignoré a Harry.

-Nada nuevo.- Contestó como lo hice yo. Sonreí.

-Bien, creo que iré a mi habitación debo hacer tarea.- Rápidamente me di la vuelta y comencé a caminar hacía mi habitación. Antes de entrar, una mano en mi hombro me hizo exaltarme.

-Tenemos una charla pendiente- Dijo relajado ante la situación.

-No p-puedo aho-ora- Dije. Tomé un caramelo de menta. Eso era una adicción para mí y me relajaba.

-Solo será un momento- Y sin más comenzó.- Debes contarme tu pasado y quiero saber qué te pasó en el cuello.- Musitó.

-Y-yo no puedo contarte acerca de mí. Y tengo alergia a algo.- Dije tratando de sonar convincente.- No teng-go por qué darte explic-cacion-nes.- Agregué.

-Bien no hablaremos de tu pasado.- Interiormente estaba más tranquila- Pero…- ¿Por qué siempre hay un “pero”?- Conozco muy bien lo que está en tu cuello y sé que no es alergia a nada. Son chupones.-

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