No volveré a tener nada contigo. ¿Me has oído?

600 19 1
                                    

Capitulo 28

Las carcajadas de risa salían del baño de mujeres. El muy descarado se había atrevido a meterse allí con esa tal Michelle. Una cuarentona divorciada y con dos hijos. La alta sociedad se regía así.

- Mmmmm Justin, por qué no nos habremos conocido antes.

- Cállate un poquito eh. Estás borracha -rió

- Igual que tú.

Justin le aplastaba los pechos con sus manos.

- ¿Cuánto te han costado? -preguntó entre risas

- Me las pagó mi ex, no sé...

- Espera , espera. Vámonos a un sitio más cómodo. Yo aquí no me concentro.

******

___ subía las escaleras de un antiguo bloque en el centro de la ciudad. Detrás de ella, siempre atento, iba Alex. Ella le dejó pasar para que abriera la puerta de su casa. Era un piso muy corriente, a decir verdad. Pequeño y acogedor.

- ¿Quieres tomar algo?

- No, gracias. Comí demasiado

- Quítate los zapatos y ponte cómoda si te apetece. Me imagino que debe ser un suicidio llevar eso puesto.

- No tanto si te acostumbras.

- Prepararé café caliente, se nota que tienes frío

- Gracias -lo miró bastante sorprendida

Mientras Justin retozaba bebido con una vieja divorciada, ___ se olvidaba de él con Alex. Eran de diferentes galaxias. Uno tan delicado y otro un bruto.

El increíble beso llegó cuando terminaron de beber el último sorbo de café. Parecía un poco irreal todo aquello. Ella con ese vestido, él con traje, en aquella casa tan clásica. Ni el mejor de los cuentos podría haber descrito la situación. Pero la realidad era otra. A la mañana siguiente se preguntaría dónde demonios estaría Justin, y por qué demonios se había tenido que ir dejándola plantada y sola. La había abandonado por aquella vieja.

- Buenos días -sonrió Alex detrás de ella

Habían dormido en camas diferentes. ___ no tenía pensado hacer nada con aquel chico, y el chico menos con ella. Si hubiera sido Justin la hubiera presionado hasta haber acabado como dos animales en celo... En cambio Alex había sido respetuoso y la situación lo requería. No se conocían ni hacía dos horas.

- Buenos días Alex, tenemos que irnos. ¿Has hablado con tu padre?

- Sí claro, me dijo que nos espera en diez minutos. Te dejo aquí para que te arregles. Esta mañana mi hermana trajo algo de ropa para ti. No es necesario que la devuelvas.

- Que tu hermana ¿qué?

- No pensarás ir todo el viaje con ese vestido y esos zapatos..

- Pero yo tengo mis cosas en mi hotel.

- En ese caso iremos allí, pero ponte esta ropa ¿Vale? Creo que acerté en la talla, si algo no te sirve pues... no sé. Trata de que te sirva -rió

- Está bien, ya me visto.

- Cuando acabes no dudes en interrumpirme. Estaré en el ordenador.

Abrió su bolso en cuanto el chico se fue y miró su móvil. Leyó los cinco mensajes que tenía en la bandeja de entrada. Todos de la misma persona.

"¿Dónde te has metido? Salimos en dos horas."

"__, contéstame."

"Dime dónde estás, llevo toda la mañana buscándote"

"Tienes que darte prisa y aparecer ya."

"Cuando te vea pienso decirte cómo me estás haciendo sentir ahora mismo."

__ respondió aquellos mensajes.

"Vete. Yo ya he encontrado una persona con la que regresar. No te preocupes por mi, espero que esta noche la hayas disfrutado. Ojalá que el plantón que me diste te valiera la pena."

Se puso la ropa que le habían dado(Multimedia). Parecía sin estrenar, porque aún conservaba las pertinentes etiquetas con la talla y el precio. Salió de ese dormitorio con el vestido y los zapatos metidos en una bolsa y llamó a Alex. Enseguida salieron hacia el hotel para que __ recogiera sus cosas. Allí estaba Justin.

- ___ ¿Dónde te has metido?

Ella no le contestó. Siguió su camino, con Alex de la mano, por cierto. Justin se dio cuenta del detalle y los separó con brusquedad. ___ se volteó y con muy mal genio le habló.

- Olvídame. Y ahora, déjame estar como yo quiera. Tú anoche te fuiste, ahora me voy yo por mi cuenta. Con él.

Justin dio un paso hacia atrás y pareció desestabilizarse. Aquello había dolido. Fue entonces cuando se dio cuenta de que las cosas con ___ habían cambiado. Lo que no sabía era si habían cambiado en ese momento, o ya estaban cambiadas de antes.

La siguió y la frenó.

- No volveré a tener nada contigo. ¿Me has oído?

- No te voy a pedir nada. Déjame.

- Déjala... -intervino Alex, que entró con ella en la habitación, dándole a Justin con la puerta en la cara

Impotente de no poder hacer nada, no tenía ni idea del porqué de su actitud. Si tan poco le importaba... lo mejor sería dejarla pasar. Pero no podía. En su mente residía algo que impedía abandonarla...


Por el placer de estar contigo |J.B|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora