¡Eres una celosa de mier*da!

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Capitulo 47

- Si en menos de dos segundos no estás dentro no creeré eso de la broma. Yo sé que te gusta.

Justin chorreando agua por todo su cuerpo entró en la casa para que ___ no se enfadara más, teniendo tan mala suerte de que se escurrió y acabó con los huesos en el suelo.

- ___, ayúdame... aaah -se quejaba- ¿___?

- Llama a la vecina , ella seguro quiere atenderte.

- ¿__? Me he hecho daño, por si no sabías

- Ha sido castigo de Dios.

- Ok, está bien. ¿No me ayudas? No te llevo a cenar.

- Pues voy yo sola ¿Te importa!?

Permaneció algunos minutos tirado en el suelo intentando recuperarse del golpe. Cuando se levantó se agarró a lo que pudo para no volver a resbalar y repetir la hazaña.

Sobre las nueve de la noche ___ ya estaba arreglada. Pero como Justin le había dicho antes, no iría por el simple motivo de no haberle ayudado.

- Me voy.

- ¿Te vas en serio? -dijo con una bolsa de hielo en un costado- Eres muy perra. Que lo sepas.

- ¿Vas a acompañarme o no?

- Sí, voy a ir con esto así. ¡Tampoco quieres echarme pomada! Yo no llego aquí atrás... me habrá salido un morado. Porque me duele... ¿Has visto el codo? Se me ha puesto casi negro del golpe.

- No haber dicho lo de esa.

- ¡Eres una celosa de mier*da! ¿No te he dicho que no la voy a mirar? ¿Para qué la recuerdas?

- ¿Te hago memoria de lo que has dicho antes? Justin, si eso no es ser ******* que venga Dios y lo vea.

- Perdóname. Te juro por ti... que no lo volveré a hacer.

- ¿Seguro? -asintió

- ¿Puedes echarme pomada...? Me duele...

- A ver, trae... Me das penita.

Pasó por delante de él que estaba recostado sobre un enorme sillón blanco. Cogió un tubo color azul y presionó hasta que salió el contenido en sus dedos.

- Date la vuelta -Justin lo hizo sin rechistar, se retiró la bolsa de hielo- No me hagas daño...

- No te haré daño

Comenzó a expandir la crema por donde empezaba a colorearse la piel con tonos violetas ... debió haberle dolido. Hizo un suave masaje durante un rato hasta que la crema se hubo absorbido al completo.

- Ya está. ¿Prefieres que nos quedemos aquí? -preguntó comprensiva __, entendía a la perfección que no tuviera ganas de salir

Es que no quiero que te quedes vestida para nada.

- Biebs, si te duele... te duele. Yo me quedaré cuidando te ti.

- ¿Serás mi enfermera sexy?

- Oh-oh. Esta noche no podrás hacer esfuerzos.

- ¿Cómo que no?

- Si te duele...

- Yo no podré hacerlos pero tú sí.

- ¿Podemos pasar una noche sin tocamientos? Quiero compartir contigo algo más que tus buenas aptitudes frente a los temas...

- Para para. Cuando te pones así a hablar no te entiendo -rió- Claro que podemos estar una noche sin nada. A la mañana lo recuperamos.

- No... quiero que seamos capaces de hablar únicamente.

- ¿Me preparas algo para comer? ¿Sabes cocinar?

- Claro que sé cocinar. No muchas recetas... pero sí. Aunque no te aseguro buenos resultados. ¿Prefieres que salga a comprar algo ya hecho?

- ¿Sabes ir?

- Claro

Dos minutos después ___ salió por la puerta y Justin se tumbó del todo. Cerró los ojos y descansó unos segundos. Llamaron al timbre y creyó que a ___ se le había olvidado algo. Antes de abrir, miró por la pequeña pantalla que había justo al lado de la puerta. El timbre, al tener videocámara por seguridad grababa a todo el mundo que allí tocara. No, no era ___. Era la vecina. ¿Se habría propuesto hundirle la vida? Ignoró sus repetidas llamadas insistentes. Solo deseaba que ___ regresara ya. No le abriría, ni muerto. Sabía que ___ lo mataría si lo hacía.

- Traje arroz tres delicias ¿Te gusta? Y también llegué al Mcdonalds. Te compré una hamburguesa de las que te gustan. Y refrescos. Toma.

- ¿Hamburguesa? Te quiero.

- Sabía que te gustaría.

- __ ¿Puedo decirte algo?

- Claro.

- La vecina llamó al timbre, pero yo no le abrí. Te lo digo para que lo sepas

- ¿Y qué diablos quieres con tanta insistencia? Mañana hablaré con ella

- ¿Qué le vas a decir?

- Que se meta la lengua en el cu*lo. ¿Por qué tanta urgencia?

- No sé.

- Olvidemos esto. ¿Me das un trocito de tu hamburguesa? No quise comprarme una porque como me dijiste que engordé..

- ___ no te tomes todo lo que digo al pide de la letra.

- De igual modo no la compraría.

- Toma, muerde -le acercó las manos con el pan y la carne- No me muerdas los dedos -rió y __ le dio un mordisco, con un dedo incluido- Te dije que no me mordieras los dedos.

- Perdón, no supe diferenciar entre la delicia y el dedo.

- ¿Me dejas probar de tu comida?

- Claro, toma -ella imitó la acción, solo que ahora con el tenedor- Está rico

- Pásame el agua.

- ¿Mas agua? ¿No tuviste suficiente hoy?

- Pasado nos hartaremos en la playa. Espero estar mejor...

- ¿Vamos por la mañana? -__ estaba de rodillas sobre la alfombra

Por el placer de estar contigo |J.B|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora