Me estoy enamorando

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Capitulo 37

- Vas a ver algo insólito -soltó una pequeña risita- Me apetece que me observes...

Movió un banco de madera que había en un lateral, bajo el toallero, y lo colocó de forma horizontal.

- ¿Qué vas a hacer? -dijo Justin desde la bañera, con el pelo ya mojado- No irás a sentarte ahí ¿No?

- Sí que me voy a sentar...

Se bajó la cremallera que los zapatos tenían por atrás y se los quitó. Después los ajustados pantalones y por último la blusa gris.

- El tanga también.

- Y... ¿Si no quiero?

- No me hagas salir de aquí y quitártelo yo.

- No será necesario

Enseguida se lo quitó y se lo lanzó a la cara.

- Eso ha sido sexy.

- Lo sé , tan sexy como tú cuando estás en el agua. Te haría una foto... No sabes lo guapo que estás con el pelo mojado.

Se sentó en aquel banco y juntó las piernas.

- Si te pones los zapatos es mejor. ¿Vas a hacerte el amor niña?

- Para ti todo...

- Ay mamá... -dijo sonriendo- ¿Después me vas a dejar a mi?

- ¿Hacerme el amor..?

- No, ya sabes que yo no hago eso. Yo te doy fuerte...

___ se puso los zapatos algo molesta por aquello. Debía entrarle en la cabeza que lo suyo era puramente físico. Separó las piernas y Justin casi aplaudió. Su cara era un poema.

- Venga.. abre.

- Ey tranquilito.

Despacio fue separando las piernas y su mano derecha a la vez fue descendiendo entre ellas. Justin entrecerró los ojos con unas ganas enormes de ser él. Ella sin dejar de mirarlo siempre, movió su mano lentamente, en movimientos circulares. Se echó un poco hacia atrás y apoyó su espalda en el lavabo. Justin no tardó en comenzar a sudar más de la cuenta, ni a abrir la boca para coger aire. Respiraba fuerte. Tanto como ___. Sin que Justin lo esperara ___ introdució uno de sus dedos en su cuerpo. Él lo estaba pasando realmente mal. Sin poder terminar, Justin salió empapado y la levantó. Se hubiera vuelto loco si la hubiera dejado seguir. La empotró contra la pared de azulejos fríos, y la penetró con ganas sin pensar en el daño que pudiera hacerle. Ella levantó una de sus piernas para que pudiera tener mejor acceso y entre gritos desesperados se unieron una y otra vez..

- Qué bueno.. -decía Justin al oído de ____

- Sí -contestó en una exhalación de aire- Muy bueno.

Un poco más y Justin casi la rompe. Fue tan fuerte y tan desenfrenado que estuvieron a punto de caer al suelo. Primero fue ___, y después Justin. Un orgasmo intenso que se repetía siempre que lo hacían.

Salió de su cuerpo y aún mirándola como si jamás la hubiera visto antes, la besó. Parecía un beso de agradecimiento, pero sobre todo era entregado.

- Me gusta tenerte cerca -confesó él- Me hace feliz solo el pensarlo -acarició sus labios con su dedo índice- Desearía quedarme así contigo siempre.

- Y yo -tocó su cara- ¿De verdad te hago feliz?

- Mucho.

- Justin...

- ___... -le sonrió- Vamos al agua.

- Te quiero, mucho, mucho...

- Y yo a ti cariño..

O lo decían ya. O estaban locos. Negar lo evidente era estúpido. Una vez en el agua, comenzaron las confesiones. Ella estaba de espaldas a él, y él la abrazaba por detrás.

- No creo que me quieras más que yo a ti.

- Deberías empezar a confiar en la gente pequeña...

- ¿Sabes que no podemos evitarlo? Tú y yo.

- Tú y yo -rió- Tú y yo estamos en el agua.

- Y a Justin le late fuerte el corazón. Él lo niega pero...

- No lo he negado nunca.

- Estás negando que lo niegas.

- No me líes.

- Venga, dime -dijo agarrando su mano- Dime qué sientes.

- Digo que... -se quedó callado- digo que ...

- Justin, ¿Te ayudo?

- No, yo solo puedo. Digo que me ...

- ¿Te? ... di que te estás enamorando como yo.

- Me estoy enamorando.

__ giró su cabeza para mirarlo, muy sorprendida. No esperaba oír eso.

- ¿Qué? -dijo él- Me has dicho que lo diga.

- Pero lo has dicho porque te lo he pedido o porque lo sientes.

- Porque me lo has pedido

__ sintió ganas de llorar.

- En realidad no, lo ... siento. Bastante. Si enamorarse es quedarse sin palabras cuando te veo... sí.

- Es imposible que me digas eso tú a mí.

- Voy a cambiar. Te lo juro. Por ti. Sin ti ya no soy...

- Justin.. joder. Pellízcame. No puede ocurrirme.

- ¿Por qué no?

- No lo merezco. Osea, no te merezco a ti.

- Olvídate de qué te mereces o no. ¿Vamos a vivirlo si lo sentimos si?

- No te puedo creer.

- ¿Puedo hacer algo para que me crear? No sé si es amor. Pero sé que necesito de ti -besó su cuello- Eso es todo.

Por el placer de estar contigo |J.B|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora