olvidame

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Capitulo 52

Justin la perdió de vista en cuanto le dio dos de sus tarjetas de crédito. Le agradaba complacerla. __ se despidió con un "No te enfades si gasto mucho" y un beso. Se volvieron a encontrar tres horas después, cuando Justin, cansado de llamarla y de buscarla la vio de espaldas parada frente a un escaparate. Él había comprado ya lo que tenía pensado, pero ella parecía no haber terminado.

- ¡Buh!- dijo despacio detrás de ella- ¿En tres horas has comprado todo esto? - llevaba un carro lleno de bolsas

- He tenido que coger un chisme de estos porque no podía más.

- ¿Y qué has comprado? -preguntó husmeando entre las bolsas- Seguro que para mí nada.

- Sí sí que te compré algo...

- ¿El qué?

- Un bañador -rió- Para mañana. Voy a entrar aquí ¿Vienes?

- ¿Es necesario? Lo último que quiero es sentarme y pasar dos horas aburrido como una ostras esperando a que te decidas a elegir. Y después, que te arrepientas y tengamos que volver porque pienses que el color que has escogido no te favorece por tu tono de piel.

- Justin, mi vida, ya. No te obligo a que vengas ... es más, es mejor. Te gasté bastante.. ¿Qué dices? ¿Entras o no?

- Bueno... solo para controlarte.

Justin la siguió no muy convencido, porque siempre que había hecho algo como aquello había terminado saliendo de la tienda con estres. No con ninguna chica, sino con Chaz. Que era mucho peor. Una hora y media más tarde salió enfadado con __. Con otras dos bolsas en sus manos. Era horrible. __ comprando era horrible.

- Haber prohibido mi entrada ¿No te jode? -dijo mientras andaba con paso ligero detrás de Justin, que iba echo un diablo por el parking

- Te dije que hicieras lo que quisieras, pero que yo no quería entrar.

- ¿Y te he obligado? Eres imbécil Justin. ¡No corras joder! ¡Que no puedo caminar más rápido!

- Vamos, no vuelvo contigo de compras en mi vida.

- ¡Pues no lo hagas!

Abrió el maletero del coche y metió de un golpe todas las bolsas. Cerró dando otro golpe. __ abrió la puerta y se sentó dando un portazo. Cuando Justin arrancó, se mordía la tensión.

- Yo no sé por qué tienes que discutir con la pobre dependienta.

- ¿Pobre? ¿Pobre? ¡Justin cállate o te mato! Tú eres el maldito culpable.

- ¿Yo? -pisó el acelerador, saliendo del aparcamiento- Eres tú, hipocondríaca.

- Ella no me quiso rebajar la camisa, tenía un roto. Yo me la llevaba si me hacía descuento.

- Dios, no te aguanto. Quiero llegar a casa y dejar de escucharte.

- Estup*ido.

A 160 km por hora, Justin llegó en menos de diez minutos a casa. Sacó todo del coche y lo dejó en la entrada.

- Ahí lo tienes, de las cincuenta bolsas 2 son mías.

- No hay cincuenta bolsas inútil. Hay quince o así. ¡No hemos comido!

- Yo voy a comer ahora, tú haces lo que quieras. ¿No pensarás que me voy a quedar contigo en algún sitio no?

- Esta noche, cuando te empalmes te la va a tocar quien yo te diga ¿Me oyes?

- Muy bien -dijo ignorándola- Llamo a la vecina -susurró creyendo que no lo oía

__ lo miró encendida. La rabia le recorría el cuerpo. Cogió una revista que había sobre el recibidor y se la lanzó, con la suerte de que le dio en toda la cabeza. Corrió hacia él y se lanzó. Comenzó a pegarle pero él la agarró por las muñecas.

- ¿Quieres parar?

- Te he oído. La vendida esa se va a enterar. Si tanto cariño le tienes.. suéltame./

Cuando la soltó fue a la cocina y cogió el cubo de basura. Lo arrastró a patadas.

- ¿Qué haces?

- Llevar la basura a su sitio.

- ¿__? -fue tras ella- No se te ocurra hacer lo que pienso que vas a hacer.

- Olvídame.

- __ que no -la agarró y ella se volvió a mirarlo

- Que me sueltes. O te denuncio por.. pegarme.

- No serías capaz.

- Prueba -Justin la soltó

__ agarró la bolsa de basura por las asas, donde le había hecho un nudo y salió al exterior. Se acercó al pequeño balconcito y apoyó la bolsa en el alféizar. Le hizo una pequeña hendidura con la uña y la rajó. Todos los desperdicios cayeron justo al otro lado. Para acabar su labor tiró la bolsa negra tambié.

- ¿Estás loca? Ahora vendrá.

- Bien por ti ¿No?

- __ te estás pasando tres pueblos. Para ya de decir eso. Si no quieres que ocurra nada, deja de decirlo.

- Me estás diciendo que o paro, ¿o te la follas? ¿Es eso lo que acabo de entender? No tienes huevos. Hazlo. Si estás deseando.

- __ para de decirlo

- ¿El qué? ¿Que estás cansándote de mí? ¿Que ya estás buscando sustituta? Dímelo.

- ¡Que no joder! ¡__! ¡Entiende de una puta vez que te quiero!

- Es muy fácil decirlo pero difícil demostrarlo.

- No valoras lo que tienes. ¿Lo de esta mañana qué? ¿Estás ciega? -se quedó callada- Yo no hago eso por cualquiera, pero está bien. Tal vez la que no sienta tanto amor seas tú. Me queda cada vez más claro.

- No Justin.. -dijo despacio- no es verdad.

- ¿Y si no te creo?


Por el placer de estar contigo |J.B|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora