Capitulo 12

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Lunes.

Fastidioso y horrible lunes, después de tomar mi baño salgo y me cambio, me pongo la típica ropa de una secretaria ya saben falda, camisa y unos estúpidos tacos. Desayunamos entre risas y partimos a nuestro labor Hanna ya esta mucho mejor, tan pronto como entro en la empresa notó que pocas personas han llegado al parecer llegué más temprano de lo normal. Saludo a todos los que están en el ascensor, la verdad es que algunos me agradan. No entiendo por qué los lunes son así tan pesados y fastidiosos, camino hacia mi escritorio y me siento al parecer Aithen no a llegado o tal vez sí, no sé, hago un par de llamadas importantes para el nuevo contrato de la empresa en eso llega Aithen y saluda.

-Buenos días. - dice eso y entra a su oficina.

Solo asiento como él suele hacer para que vea si es bueno que te ignoren, voy a entrar a su oficina él tiene que cambiar su estúpida actitud de mierda. Entro sin tocar ni avisar, al verme solo sonríe de forma estúpidamente hermosa, que estoy diciendo por Dios Sasha concéntrate.

-Se le ofrece algo señorita Sasha. -

Pero será idiota, él sabe muy bien lo que está haciendo solo para provocarme.

- Verá Señor sí, ¿quisiera saber qué es lo que le pasa?-.

Vuelve y sonríe de esa manera tan coqueta, tan él, pero no voy a caer ante su radiante sonrisa. Sé para de su asiento y se dirige hacia mi, nos nervios sean a flor de piel.

-Me pasa, Sasha, que no puedo ni quiero estar cerca de ti sin poder besarte, tocarte, mirarte.- Me mira fijamente y continúa.- Me pasa que no puedo ocultar el deseo que me nace casa vez que estoy cerca de ti.- ya casi no me queda espació personal y eso aumenta mis nervios.- Eres increíblemente hermosa, inteligente, tierna y lo mejor de todo es que pareces no darte cuenta de ello. No puedo estar cerca y solo verte como mi empleada porque eres más que eso.

-Yo no se q-ue decirte.

Bajo la mirada, la verdad es que no se que contestarle solo sé que no puedo seguir lejos de Aithen.

-Tranquila dulzura no tienes que contestar, no es tu problema que no sientas lo mismo.

Elevó la mirada y miro sus hermosos ojos, y ahí está el problema.

-Ese es el problema, yo tampoco quiero estar lejos de ti.

Corta el poco espacio personal que queda y me besa pero este no es cualquier beso ni menos. Es un beso lleno de pasión, lujuria y cariño.

Se apodera de mi cuerpo un fuerte deseo por él, mi chico, así es mi chico. explora mi boca como nunca lo había hecho, me agarra de la cintura mientras yo tengo sus manos en su cuello. En este momento me olvidé de todas mis preocupaciones de Héctor, William Sanders ese idiota, absolutamente de todo. En este momento solo importamos nosotros y nada ni nadie más. El beso sube cada vez más de tono a tal punto que siento enloquecer, con Aithen todo es perfecto y aunque suene cursi lo es. Al parecer el mini Aithen esta bastante contento, demasiado diría yo, su erección está topando mi vientre y aunque no es muy dado en mi vocabulario de esta manera no puedo negarlo me gusta lo que le provoco.

Pero la realidad me golpea fuertemente cuando me doy cuenta de lo que esta pasando, acaso voy a tener sexo con Aithen en su oficina, los recuerdos de Héctor pasan una y otra vez por mi mente, esto tiene que parar además no estoy lista.

Salgo de mi burbuja mágica y hablo.

-Esto no es-ta bien.

Aithen me mira a los ojos y sigue besándome pero esta vez en el cuello. maldigo en mi interior por no tener suficiente fuerza de voluntad.

my lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora