¤《 Falso Matrimonio 》 ¤ -Ulquihime

CAPITULO 16 " ME MUERO CONTIGO"

CAPITULO 16 " ME MUERO CONTIGO"

Estaba en su octavo mes y no había tenido ni una llamada, nada. Ya sabía que él era de los que no se disculpaban pero por lo menos esperaba algo más, no se había desatendido por completo, sabía que tenía dinero de más en su cuenta y que Grimmjow se pasaba seguido por ahí por órdenes de Ulquiorra. Y aun así no se sentía feliz, era horrible el saber que él no la amaba, que las cosas no estaban funcionando y que en cuanto naciera su hijo Takumi las cosas se irían al infierno.

Esa mañana estaba en el banco para sacar un poco más de dinero, quería comprar algunas cosas para él bebe, la fila era larga y hacía un calor infernal en el banco, y sus pies le dolían. Respiro hondo y retuvo el aire por un instante, tenía que tomar las cosas con calma. El señor que estaba delante parecía con prisa.

-Vaya el banco parece realmente lento el día de hoy ¿no le parece? – preguntó el hombre que estaba delante.

-Sí ni que lo diga – respondió Orihime respirando profundo de nuevo, un dolor pequeño le molesto en el vientre pero lo ignoro.

Orihime volteo hacía otro lado y vio a una familia de tres, la madre sostenía al hijo de dos años mientras el padre de familia pasaba a caja, se veían bien juntos, completos. Esto la hizo pensar en su futuro, no podría estar con Ulquiorra así, él le había fallado, pero aun así tampoco podía privarle de ver a su hijo, le conocía como para saber que si él quería ver a Takumi lo vería y podría llevar las cosas a otro nivel. No cometería ese error, si mostraba interés le dejaría verlo y por su hijo trataría de llevar una relación amable con él, aunque le doliera cada vez que lo viera.

El dolor en el vientre se hizo más intenso, se preguntó por qué le dolería, no había tenido molestias, solo un constante dolor en el pecho pero eso era angustia y no otra cosa, decidió aguantar un poco más hasta que saliera del banco, no tendría que haber problemas. Pero el dolor no remitía, se sintió cada vez más y más hasta que sintió húmedo entre sus piernas, al tocarse el muslo se dio cuenta que había roto aguas.

-He roto aguas – susurro asustado. El señor de enfrente la volteo a ver y al verla reclinada se acercó más.

-Señora ¿se encuentra bien?

-Voy a tener a mi bebe – dijo Orihime asustada ya un poco más fuerte. El señor vio el charco de agua e inmediatamente se dio cuenta.

-¡Una ambulancia esta señora acaba de romper aguas! – gritó.

A partir de ahí las cosas pasaron demasiado rápido, la ambulancia llegó en menos tiempo del que esperaba, una señora le hizo compañía mientras llegaba la ambulancia y le contaba de sus dos partos pasados, todos fáciles. Orihime trataba de no gritar pero cada contracción le dolía y se sentía sola y asustada, no tendría a quien hablarle más que a él…

La ambulancia la llevó hasta el hospital más cercano, era pequeño pero tenía la capacidad para atenderla en ese momento, la llevaron a cuarto y ahí fue cuando le dieron un teléfono para llamar. Suspiro, tenía que tomar las cosas con madurez, él era el padre y tenía derecho a estar ahí. Así que marco el número de su móvil.

-Diga – respondió con su fría voz, Orihime tuvo escalofríos pero continúo.

-Ulquiorra – dijo con voz entrecortada mientras le entraba otra contracción.

-¿Orihime? ¿Dónde estás? ¿Estás bien? – su tono cambio por completo cuando escucho su gemido de dolor.

-En el hospital – dijo ella mientras reprimía un grito.

-¿Qué hospital? – preguntó Ulquiorra tratando de parecer calmado aunque estaba pálido.

-En el del centro, cerca del banco – dijo ella respirando fuertemente – ven rápido.