Apenas había amanecido cuando la alarma del teléfono de Rick sonó, inundando el cuarto con las primeras notas de aquella canción, Round and round de Imagine Dragons. Abrió los ojos perezosamente, apagó la alarma y se sentó en la cama frotando uno de sus ojos color verde claro.
-¿Rick...? -una débil voz se escuchó a poca distancia. La alarma también había despertado a su hermano pequeño con el que compartía habitación.
-Puedes seguir durmiendo, enano. Aún no es hora de que te levantes -le revolvió el pelo con cariño a su hermanito Aaron antes de coger la ropa y salir al baño.
Necesitaba una ducha para despejarse bien y estar completamente despierto. Dejó la ropa en el lavabo, abrió el grifo de la ducha para que el agua fuese tomando temperatura y se miró en el espejo después de lavarse la cara. Tenía el pelo negro azabache más alborotado de lo normal después de tantas horas de sueño, pero seguía conservando aquellas ondulaciones. En sus ojos verde claro se notaba que un par de horas más de sueño no le vendrían nada mal, aunque no podía permitírselo ya que tenía el tiempo justo para ducharse, preparar los desayunos e irse camino a la estación de metro. Se pasó una mano por la barbilla, la corta barba de días empezaba a raspar un poco, pero Rick no perdería el tiempo afeitándose hoy.
Se dio una ducha rápida, echó la ropa a lavar y salió a la cocina a preparar los desayunos para él y su familia. Después de tomarse el café agarró su mochila y salió rumbo a la estación de metro. Pasó el billete por el torno, faltaban aún unos minutos para que llegara el próximo tren así que tuvo tiempo de mirar la hora en el teléfono. Pasaba un minuto de las siete de la mañana.
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Amy se despertó sobresaltada cuando sonó por tercera vez la alarma de su teléfono móvil y soltó una palabrota al ver la hora que marcaba.
-Las 7:32... Mierda, primer día y ya llego tarde -se levantó con brusquedad de la cama y fue al baño para lavarse la cara y peinarse el desordenado pelo rosa, maquillarse rápidamente, vestirse y salir de casa. Ni siquiera le había dado tiempo a desayunar, pues apenas tenía diez minutos para llegar a la estación antes de perder el tren. Entró con rapidez al andén, justo en el momento en que el vagón abría las puertas. Se subió al tren y se sentó en uno de los asientos, guardando el billete de aquél día en la cartera.
-Voy a tener que comprarme algo de desayunar cuando llegue al campus -murmuró para sí al guardar la cartera. Le quedaban por delante treinta minutos de viaje. Cogió el móvil, se puso los cascos de música y encendió el reproductor en una canción de Arctic Monkeys.
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Al llegar a la estación Downtown Crossing, Rick hizo transbordo para seguir su ruta a la universidad. Se echó la bolsa de deporte al hombro y fue en dirección al otro tren. Por el camino vio a una chica, bajita, con el pelo largo y rubio que esperaba también ese tren. "Tiene buen culo" pensó Rick mirándola descaradamente y se acercó a ella sonriendo de lado.
-Vaya, parece que el transporte público sí tiene sus ventajas -la miró a los ojos con cierto aire divertido-. ¿Cómo se llama este pedazo de monumento que tengo delante?
La chica se giró y le observó detalladamente de la cabeza a los pies mientras se mordía el labio.
-¿Lo dices por mi? -sonrió-. Yo podría decir lo mismo. Me llamo Bonnie, por cierto. ¿Y tú? -le contestó jugando con un mechón de su pelo.
-Me llamo Richard, pero puedes llamarme Rick -le sonrió de forma seductora mientras se pasaba una mano por el pelo.
-Bonito nombre -le sonrió con picardía mirándole. Pocos segundos después el tren entró en el andén-. Bueno Rick, ha sido un placer conocerte.
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Downtown Crossing Station
RomanceUna estación de metro sólo es un lugar de paso en el que la gente viene y va. Algunas personas, como Amy, no tienen la necesidad de cambiar de línea. Otras en cambio necesitan hacer transbordo en alguna de las paradas para llegar a su destino, éste...