Capítulo 6 (parte 2): La llamada de cumpleaños.

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Al llegar a la universidad, Rick se quedó junto a Bonnie sólo para poder ver la cara de Amy cuando llegase. Mientras hablaban sobre la fiesta y Bonnie le preguntaba qué canciones quería que pusiese en la fiesta, él mandó un mensaje a sus amigos para decirles que se retrasaría un poco.

Amy llegó al aparcamiento y su expresión cambió al ver que Bonnie no estaba sola esperándola.

-¿Qué haces aquí? -le preguntó a Rick nada más llegar con cara de pocos amigos y sin ni siquiera saludar a su amiga.

Rick la miró fingiendo ofenderse.

-Encima que quiero darte tu regalo de cumpleaños... -negó con la cabeza mientras busca en la mochila-. Oye tienes mala cara, ¿has dormido bien? -sonrió de lado con diversión.

-No quería ningún regalo -se cruzó de brazos mirándole con el ceño fruncido-. He dormido genial hasta que me has despertado.

-Pues te quedas con el regalo igual -le dio algo cilíndrico envuelto en papel de regalo-. ¿Pero te ha servido para aprovechar bien la mañana o no?

-Venga, no discutáis, no vais a arreglar nada así -dijo Bonnie para calmarles-. Por lo menos acepta el regalo, Amy. Y tú no la llames temprano, ella vive más cerca y no necesita madrugar tanto como tú -miró a Rick seria-. Comportaos.

-Está bien -Amy cogió el regalo haciéndole caso a Bonnie y lo miró aún envuelto-. ¿Tengo que abrirlo ahora o puedo esperar?

El chico se encogió de hombros, pero había una pizca de diversión en su mirada.

- Haz lo que quieras, es tu regalo.

Amy suspiró con pesadez y rompió el papel para ver qué era el regalo. Al descubrirlo levantó una ceja y le miró con mala cara.

-¿Papel higiénico? ¿En serio? -bufó y rodó los ojos-. Pensaba que eras un poco más maduro.

Rick la miró sonriendo, aunque le costaba aguantar la risa.

-Es algo que te será muy útil. Además, es extra suave -se mordió el labio para contener la risa-. Ahora ya no tendrás que usar billetes, pijita.

-Eres un gilipollas -le lanzó el rollo de papel enfadada, quería darle con él en la cara-. No quiero tu regalo.

Con los rápidos reflejos que tenía agarró el rollo antes de que le diese en la cara.

-Oye, ¿entonces no quieres tu regalo? -preguntó riendo-. Te vendrá bien.

-¿Por qué iba a venirme bien? -preguntó ella y se cruzó de brazos esperando una respuesta.

-Es muy útil -se encogió de hombros y le devolvió el rollo sonriendo de lado-. Tú quédatelo -lo dejó en su mano y le guiñó un ojo mientras tocaba su mentón.

-No, gracias -puso el rollo en la mano del chico-. No lo quiero. En mi casa ya hay, no necesito más -contestó cortante-. Quita, déjame -apartó la cara cuando él tocó su mentón.

Rick alzó una ceja y no insistió en devolverle el rollo.

-Vale, allá tú. Por cierto, no te vendría mal ser algo más amable -dijo sonriendo de lado-. No siempre muerdo -añadió con diversión.

-Ni a ti madurar un poco -le miró con indiferencia-. Vete a la mierda -pasó por su lado para irse a clase golpeándole en el pecho con el hombro. Bonnie se había ido hace rato, algo harta por verles pelear como niños, aunque ellos no se habían enterado por estar demasiado centrados en discutir.

El golpe le pilló un poco desprevenido y se tambaleó un poco, aunque ello no le borró la sonrisa.

-¿Todavía no has aprendido que no se choca con la gente? -preguntó lo suficientemente alto para que le escuchase-. ¡No está bien hacerlo! -añadió sonriendo.

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