Capítulo 5 (parte 2): El "nuevo" mejor amigo.

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Amy y Andrew estaban los dos sentados en una de las muchas mesas de la biblioteca. Ella estaba terminando de buscar todo lo que necesitaba para un trabajo y Andrew estaba terminando de pasar a limpio los apuntes, no tenía ningún trabajo que hacer pero quería quedarse con Amy en la biblioteca a hacerle compañía.

Alrededor de media tarde se les unió Bonnie, media hora antes de lo esperado, y empezó a organizar sus apuntes por temas y subrayarlos, ya que pronto empezaría con sus exámenes.

Al ver llegar a Bonnie Amy miró la hora en su móvil, sabía que su amiga había llegado antes de tiempo.

-¿Cómo es que llegas media hora antes? -preguntó ella extrañada.

-Hemos tardado menos en comer de lo que habíamos creído -contestó sin desviar la vista de sus apuntes, concentrada en resumirlos.

-Claro... Seguro que ha sido eso -contestó Amy sin sonar nada convencida y sin dejar de mirar a su amiga.

Bonnie dejó el bolígrafo a un lado y la miró a los ojos.

-De verdad, Amy, no es nada -susurró con seguridad-. No te preocupes, ya te lo contaré luego -echó un rápido vistazo a Andrew, que volvía del baño.

Amy miró hacia Andrew y entendió lo que ella quería decir. Frunció levemente el ceño y volvió a centrarse en buscar la información para su trabajo sin decirle nada más.

Un par de horas más tarde, cuando todos habían terminado lo que estaban haciendo, salieron de la biblioteca. Andrew fue el primero de los tres en despedirse, tenía prisa por coger el metro para ir a casa porque si no llegaría tarde a la hora de cenar.

Bonnie en cambio no tenía prisa y prefirió acompañar a Amy hasta el coche.

-¿Vas a contarme ahora lo que ha pasado? -le preguntó Amy a su amiga-. Ya no está Andrew, no hay nada que te lo impida.

La rubia asintió lentamente.

-Sí, ¿pero puedes llevarme a casa? No voy a volver en metro -dijo desviando la vista.

Amy la miró confusa.

-Claro, te llevo pero... ¿No ibas a volver con Rick como todos los días?

-Esta vez no... -sacó el teléfono y miró un par de cosas con desinterés antes de volver a guardarlo-. Seguramente se quedará a entrenar más tiempo que los demás.

-Bonnie... -dijo Amy girándose hacia su amiga con las llaves del coche en la mano-. ¿Qué ha pasado? Y no me digas que nada porque te conozco muy bien.

-Ya sé que me conoces, Amy -Bonnie abrió la puerta del copiloto-. Te lo cuento por el camino, que me está cogiendo el frío.

Amy bufó y abrió el coche, subiéndose junto a su amiga. Puso la llave en el contacto y arrancó.

-Bueno, creo que ya puedes contármelo.

-Rick y yo no vamos a volver a quedar -se miró las uñas mientras lo decía-. Ya sabes a qué me refiero.

-¿En serio? -contestó Amy sin poder creérselo-. ¿No vais a volver a quedar nunca más?

-No -Bonnie la miró-. Me ha dejado porque no quiere nada serio -explicó con desinterés-. Por eso he ido antes de tiempo a la biblioteca.

-Los tíos como él nunca quieren nada serio. Además mejor así, es un imbécil y prefiero que no tengamos que volver a verle -paró el coche al encontrarse con un semáforo en rojo y aprovechó para mirar a su amiga-. Pero, ¿tú cómo estás? ¿Estás bien? -quiso saber la chica.

Bonnie frunció el ceño al escuchar a su amiga.

-Claro que estoy bien, ¿por qué no iba a estarlo? Está bueno, pero no estaba pillada de él -miró la pantalla de su móvil-. Le dije que yo tampoco era de las que buscaban algo serio y hemos quedado como amigos.

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