Capítulo 5 (parte 1): El "nuevo" mejor amigo.

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Aquella nueva semana había empezado muy mal para Amy. Durante el fin de semana se había dedicado a preparar aquel boceto para el concurso y apenas había salido de casa. Todo iba bien hasta que se encontró con Bonnie en el metro, pero no venía sola:

-Hola, pijita. ¿Qué tal? -saludó Rick sonriendo, con un brazo por los hombros de Bonnie.

La chica puso mala cara nada más verle allí junto a su amiga.

-Peor de lo que estaba hace dos segundos -contestó tajante y fulminó con la mirada a su amiga.

Bonnie le lanzó una mirada de disculpa, a lo que Amy contestó enfurruñándose y poniendo la música en los auriculares para no tener que soportar a Rick. La música sonaba alta mientras el tren avanzaba hacia la universidad y Amy miraba hacia otro lado, pues no le apetecía ver como Rick y Bonnie se besaban apasionadamente a un par de palmos de ella.

Mientras estaba sentada, mirando al cristal evitando ver como su amiga y Rick intentaban comerse el uno al otro, maldecía por lo bajo el momento en el que perdió la cartera con el carnet de conducir, si todavía la tuviese no tendría que estar aguantando eso aquella mañana. Ya había ido a una oficina de tráfico para pedir una copia de su carnet, pero aún tardarían una semana en tramitar todo, una semana que a Amy se le haría eterna por tener que soportar al idiota de Rick todas las mañanas.

Por suerte para ella, al llegar al campus Andrew estaba esperándolas y pudo escabullirse con él, dejando solos a Bonnie y al idiota de su amigo.

-Joder, menos mal que estabas ya aquí y no he tenido que seguir viendo como se morreaban delante de mí -bufa y mira a su amigo mientras caminan-. No creo que hubiese aguantado un minuto más a su lado.

Andrew rió por lo bajo y echó un rápido vistazo a la pareja.

-Parece que intentan devorarse el uno al otro -comentó con diversión mientras miraba a Amy-. ¿Se ha metido mucho contigo? -preguntó colocándose bien las gafas.

-No es divertido -contestó ella con seriedad-. Y no, no se ha metido conmigo porque tenía la lengua demasiado ocupada en otra cosa como para hacerlo.

-Mejor -sacó su cámara-. No me gusta que ese tipo se meta contigo, es un chulo prepotente -masculló mientras buscaba las fotos del partido-. Mira, éstas son las fotos que no viste -sonrío levemente y se las mostró-. Sales muy bien.

-Es un imbécil, ojalá se les pase pronto el calentón y así dejaremos de verle -agarró la cámara de su amigo con cuidado y miró las fotos con atención-. Me gustan mucho -levantó la mirada hacia su amigo y le dedicó una media sonrisa-. Se te da genial hacer fotos.

El chico sonrió ampliamente y la miró a los ojos.

-No se me da tan bien, es sólo porque tú eres una bonita modelo -murmuró algo nervioso-. Es imposible que salgas mal en una foto -le acarició la mano con suavidad.

-No soy una bonita modelo -contestó con timidez-. Sólo soy un poco fotogénica, nada más.

-Sí lo eres -Andrew dejó de andar por un momento y la miró fijamente-. Amy yo... -subió una mano para acariciar su mejilla, pero una voz le sobresaltó y bajó la mano rápidamente.

-¡Eh, vosotros! ¿Por qué no me habéis esperado? -preguntó Bonnie mientras se acercaba con rapidez a ellos.

Amy se giró rápidamente al escuchar la voz de su amiga.

-Estabas ocupada, pensábamos que queríais un poco de intimidad -la miró con seriedad-. Y tampoco nos apetecía ver como os besabais como si no hubiese un mañana.

Andrew se apartó un poco de Amy y las miró a ambas.

-Yo mejor me voy, tengo que hablar con uno de los profesores sobre el trabajo que me ha puesto -dijo a modo de excusa mientras se iba-. Os veo luego.

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