Capítulo 6 (parte 1): La llamada de cumpleaños.

33 2 0
                                    

Amy había llegado bastante tiempo antes a la universidad de lo que había pensado al no haber tráfico en la carretera. Le había dado tiempo a desayunar pero igualmente fue a la cafetería donde solía desayunar con Bonnie, con la única diferencia de que su amiga no estaba con ella. Entró, pidió un café, se sentó en una de las mesas al lado de una ventana y empezó a tomárselo mientras garabateaba en un cuaderno que tenía.

Al poco rato la puerta del local se abrió y ella levantó la cabeza lo suficiente para ver una melena rubia seguida de un alborotado pelo negro. Bonnie enseguida la vio, aunque Rick tardó algo más en verla.

-Pide los cafés para llevar. Yo ahora voy -le dijo la chica a Rick y se acercó decidida a la mesa donde se encontraba sentada Amy.

El chico miró hacia donde iba Bonnie y sonrió de lado antes de girarse para hacer el pedido.

-Hola Amy -saludó Bonnie al acercarse a la mesa-. ¿Puedo sentarme?

Amy miró a la chica y asintió con la cabeza.

-Claro, siéntate -bebió un sorbo de café sin dejar de mirarla.

La chica ocupó el asiento situado justo delante.

-¿Qué tal todo? -preguntó para romper el hielo.

-Bueno...-la chica se alzó de hombros-. Supongo que bien, ¿y tú? -le preguntó con interés.

-No me quejo -la miró a los ojos y se mordió el labio por un momento-. Respecto a lo del otro día... Siento haber reaccionado como lo hice. Perdona.

-No, perdóname tú a mí. Tendría que haber entendido que le defendías porque también es tu amigo -hizo una leve mueca al decir las últimas palabras.

Bonnie la miró a los ojos seriamente.

-Amanda Green, no me mires así -agarró su mano entre las suyas-. Que él sea mi amigo no quiere decir que vaya a darte de lado.

-Ya lo sé, sabía que no ibas a hacer eso -sonrió levemente a su amiga-. Pero en ese momento me jodió que le defendieses, aunque ahora ya no.

Bonnie se puso de pie y se sentó a su lado para abrazarla.

-A ti también te defiendo hasta donde haga falta -sonrió-. Deberías tomarte algo de tiempo en conocerle, igual te acabas llevando bien con él y sus amigos.

Amy le devolvió el abrazo a su amiga y la miró a los ojos.

-Con sus amigos no lo veo difícil, pero con él si sigue como hasta ahora no creo que me lleve bien -admitió sinceramente-. Pero lo intentaré por ti.

-Gracias -dijo Bonnie alegre-. Hablaré con él para decirle que no se meta tanto contigo.

-Vale -volvió a sonreírle-. Oye y ¿por qué le diste mi número a Rick?

La rubia frunció levemente el ceño al oír la pregunta.

-Yo no le he dado tu número, aunque tal vez lo haya buscado en mi teléfono cuando no estaba -se encogió de hombros sin darle importancia.

Antes de que Amy pudiera responderle a su amiga llegó Rick con los dos cafés que Bonnie le había dicho que comprase.

-Aquí tienes, rubia -le pasó su vaso y se sentó frente a ellas-. Me debes dos pavos -miró a Amy con diversión-. ¿Qué tal? ¿Sigues sin encontrar el Starbucks? -bromeó antes de beber un poco de café, sin apartar la vista de la chica de pelo rosa.

La chica le miró y suspiró.

-No, no lo he encontrado por eso estoy aquí -contestó sin querer parecer muy borde.

Downtown Crossing StationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora