Negué con la cabeza para intentar sacarme todos esos pensamientos que rondaban por ahí y que por seguro no me dejarían tranquila en toda la noche si seguía pensando en ellos. Seguro era pura coincidencia. Alguna autoridad debió venir y hacerlo, no tenía razón para preocuparme por eso. Mi prioridad ahora era dormir bien para el día de mañana todo saliera bien en los exámenes. O eso era lo que yo esperaba; que todo saliera bien.
Para mi suerte la sangre de mis nudillos ya se había secado y no dolía tanto como antes. Era un dolor que podía soportar.
Me acosté sobre el colchón y podía sentir como los barrotes de madera se clavaban en mi espalda. Doble la almohada en dos para tener más altura y estar un poco más "cómoda" si era posible. La última cosa que recuerdo es como parecían que las paredes se cerraban sobre mí hasta asfixiarme achicándose cada vez un poco más.
[...]
— ¿Dónde estoy? —le pregunte a la nada. Porque eso es lo que había; nada.
Todo era un cuarto negro que parecía nunca terminarse en cualquiera de las partes que miraras. No sabía si era una habitación u otra dimensión o, si estaba en algún sueño; Fuera lo que fuera era sumamente extraño y escalofriante.
— ¿Ya morí? —me pregunte a mí misma. Pero era obvio que no obtuve respuesta porque no la sabía, si la supiera estaría en otro lugar ahora mismo. Já. Mal chiste. —Genial, morí y ni siquiera pude acudir a mi propio funeral. ¿Me habrán velado? —cuestioné. —Seguro que no, me tiraron al basurero de la parte trasera, como lo hacen en las películas. Al menos espero que hayan hecho algo útil con mis órganos. Sería bueno que los donaran a las personas que de verdad lo necesitan. ¿Siquiera se dieron cuenta que deje de respirar?
—Tranquila, no moriste. —hablaron detrás de mí.
Me gire para ver a la persona de la cual provenía la voz pero no encontré absolutamente nada. Solamente una larga y profunda oscuridad que no tenía fin alguno.
— ¿Dónde estoy? —pregunte una vez más.
—Estas en la línea de la vida y la muerte, Madeleine. —contestaron a mis espaldas.
No, no, no.
Conocía esa voz más que a mí misma y eso me aterraba; me pellizqué para saber si lo que estaban viendo mis ojos era verdad o un producto de ilusión que había causado mi mente. Pero no lo era.
—L-luke. —gemí y me di cuenta el error que estaba cometiendo; me estaba mostrando débil frente a su presencia. —Luke. —hable de nuevo sin titubear pero di un o unos cuantos pasos para atrás.
—Sabía que funcionaria. –susurró y sonrió con la mirada en el suelo. Se veía feliz, pero ¿Qué sabía yo de todas maneras?
— ¿Qué estoy haciendo aquí? —me aclare la garganta. Estaba nerviosa y se notaba a millas de distancia. Por lo cual procuré no mirarlo fijamente a los ojos más de tres segundos seguidos o algo malo, muy malo, me pasaría.
—Madeleine. —su media sonrisa se ensancho y se acercaba cada vez más a mí.
—N-no te acerques. —hable. —Respóndeme: ¿Qué hago aquí?
—Estas aquí porque yo lo quise de esa forma; Además de estar entre la línea de la vida y la muerte estamos en tus sueños. —abrí la boca pero no dije nada, solo lo mire sorprendida desde a lo lejos.
— ¿Y qué... qué haces tú en mis sueños? —cuestione.
—Se supone que no debería estar en tus sueños, bueno en los de nadie en realidad; pero lo que te pediré es que me hagas un favor grandísimo, si bien nuestra relación no es la mejor del mundo sé que puedo confiar en ti aun, o bueno, eso creo, pero lo que quiero que...
—No. —hable antes de que continuara, levante la vista a sus ojos pero tanto como el los conecto con los míos los baje.
— ¿No? Pero si ni te he dicho que...
—No, Luke, no. —me negué interrumpiéndolo de nuevo una vez más.
— ¿Quieres escuchar al menos? —suspiró, frustrado de que lo interrumpiera en cada oración sin dejarlo terminarla.
—Ese es otro problema, ¿sabes? No quiero escucharte, no quiero verte, quiero que me dejes en paz y salgas de mis sueños. Mientras más lejos estés todo va a ir cada vez mejor. —empecé a parpadear rápidamente.
—Escucha, no tengo mucho tiempo, debo volver y...
— ¿A hacer qué? ¿Volver con Félix? ¿Hacer una mierda de la vida de otra persona? —no llores, estúpida, no llores.
—Ese no es el punto. —gruñó.
— ¿Y cuál es entonces?
—Madeleine... yo... yo... necesito que tu...
— ¿Necesitas que yo que? Habla rápido. —lo apresuré y me sorprendí de lo bien que lo dije; sin estribos ni arrepentimientos.
—Ayúdame a descubrir quién me asesinó.
— ¿Qué? —fruncí las cejas y mi boca quedo más abierta de lo normal. No me lo esperaba, para nada, tal vez ni en un millón de años me hubiera puesto a pensar que lo hubieran matado. Si bien Ashton había dicho que su muerte no tenía una versión oficial, tampoco era como si alguien quisiera a Luke muerto, o bueno no sé, yo no conocía a Luke antes cuando el asistía a la escuela, no sabía casi absolutamente nada de él, en que líos andaba metido en esos tiempos, o que se dignaba a hacer en sus ratos libres..., nada.
—Lo que has escuchado; no tengo más tiempo debo irme. Yo te ayudare, te dejare pistas, te hare saber qué estoy contigo de alguna manera; ya que no pueden saber que me vi o hablé contigo, ahora es tu decisión si tomas o dejas mi propuesta.
—Luke... —susurre aun algo ida y anonadada con sus palabras. — ¿No se supone que tú tienes que saber quién lo hizo? Hablo de que, es tu asesino, tienes que recordarlo...
—Estaba de espaldas cuando sucedió, no lo sé. Adiós, Madeleine. Hasta pronto, nos vemos luego. —me sonrió y fue desapareciendo poco a poco convirtiéndose en la oscuridad de la habitación.
[...]
Me levante, transpirada y exaltada de mi ¿sueño? Parecía tan real... pero eso es lo que era, solo era un sueño; Luke no habló conmigo, a Luke no lo asesinaron y eso solo fue un producto de mi imaginación.
¿Por qué Luke me buscaría a mí de todas maneras? No había lógica.
Me di la vuelta pensando en seguir durmiendo pero algo crujió sobre mi almohada y no se asemejaba al ruido causado por los oxidados barrotes de la cabecera de la cama, era ruido de un papel siendo arrugado y aplastado.
Tantee debajo y mi mano chocó con un papel; lo saqué y lo mire bien. Era un sobre color negro, no había letras en el frete ni en el dorso. Confundida me senté con las piernas cruzadas y lo abrí.
"Madeleine, espero que me ayudes en lo que ya sabes que te pedí, no hay necesidad de mencionarlo nuevamente. De todas maneras es tu decisión, no puedo obligarte a hacerlo. Aunque espero que tu respuesta sea un sí, entenderé de todas maneras si dices que no. Puedo ayudarte en lo que sea que necesites y te deberé una grande. Nos vemos pronto: –Luke H :)"
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Tengo un par de preguntas:
¿Creen que Madeleine ayude a Luke...? ¿Qué mejorarían o cambiarían de la historia? ¿Alguna sugerencia para mejorar?
Ah y también si tienen alguna historia y quieren una nueva lectora, o si me recomiendan alguna comenten el nombre y me paso :)
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WONDERLAND [Secuela de ROOM 336]
ParanormalSiempre hay dos muertes; la verdadera, y la que la todos conocen.