LA MUÑECA DE LA MAFIA 1 ( COMPLETA)

capitulo 12

—Michel —la llamo y no contesta —corro preocupado, la veo muy mal.

La cargo en brazos — ¿Qué he hecho? —miro sus piernas, están muy maltratadas, la acomodo en la cama, esta fría y muy pálida, me pongo unos jeans, una camisa y bajo corriendo las escaleras con ella en brazos.

—Señor —un empleado mío me mira sin entender como diciendo ¿Qué le hizo?

—Que alisten la camioneta, vamos al hospital más cercano —hablo molesto y preocupado, veo a Nana venir hacia a mí con una expresión de preocupación.

—Señor —se ve angustiada y mira a Michel — ¿Qué pasó? —me pregunta y me mira preocupada.

—Nada Nana. —Digo mientras corro con ella en brazos, la subo a la camioneta, veo como todos la miran, tiene ese mini pijama toda llena de sangre.

Van dos carros detrás del mío, mi seguridad. La miro, le hablo y no reacciona.

—Amor aguanta —digo y le toco la mejilla, esta fría, sus padres me matarán — ¿Qué te he hecho? perdóname —susurro y veo como me miran. — ¡Qué mierda me miran, conduzcan rápido! —Estoy enojado con todos, pero más conmigo. Yo solo quería...

Llegamos al hospital, la saco de la camioneta en mis brazos y de inmediato traen una camilla, la acuesto en la camilla y una doctora la mira.

— ¿Qué pasó? —me pregunta la doctora. — ¿Qué se supone que diga? —pienso.

—Atiéndala rápido —digo mirándola molesto — ¿Acaso no sabe quién soy yo? ¿Ni todo el dinero que doy a este hospital? —la miro mal.

—Señor no se trata de eso —me mira. —Si no sabemos que tiene no podemos atenderla —respiro hondo.

—Yo... Ella y yo estábamos... Usted sabe... —Respiro hondo. —Teníamos relaciones sexuales y comenzó a sangrar y se desmayó —digo mirándola con algo de pena. Ella asiente y me mira como si fuera un monstruo.

La veo salir corriendo con Michel. Ya adentro del hospital pasan por unas puertas pero no me dejan pasar. Me hacen quedarme en una sala de espera, mis hombres están por todas las partes, armados, cuidándome.

—Señor —dice y me mira mi mano derecha —tenemos que irnos —yo niego preocupado. —A la señora la están atendiendo y este no es un lugar seguro para usted —dice y niego.

—No me voy a ir —digo mirando las puertas por donde se la llevaron.

—Señor no es seguro —yo lo miro amenazante.

—Es mi mujer, que te hace pensar que la voy a dejar —digo mirándolo molesto. —Mejor asegúrate de que la atiendan bien y que estemos seguros —digo amenazante.

—Señor aquí no es seguro y además por ahí hay unos hombres del señor Somerlanders —insiste pero niego y suspiro.

—Lo que me faltaba. Encárgate de que no se le acerquen a mi mujer y que no se enteren de nada —él asiente.

—Como diga — ¿Qué le hecho? Soy un puto animal ¿Cómo le voy a hacer eso? Soy un cerdo, no me lo va a perdonar nunca —susurro y veo venir hacia a mí a una enfermera.

—Señor Grosbfiab —dice y asiento — ¿Es usted el esposo de la señorita? —asiento firmemente. —Necesitamos que le traiga ropa cómoda y limpia. —Está bien —digo.

— ¿Cómo está? —pregunto de inmediato, la enfermera me mira como si fuera un monstruo.

—Ya la han estabilizado, pronto la doctora saldrá y le dirá —asiento y la enfermera se va. Mando a un hombre mío a comprar ropa y veo venir a la doctora.