capitulo 3

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—Estoy cansada. —susurro levantándome de la cama y tomo asiento en un tocador para peinarme el cabello.

Veo a Brayiam a través del espejo sentado aún en la cama. Mirándome fijamente. Como si fuera un radar.

Realmente me intimida.

— ¿Dónde voy a dormir? ¿Y dónde vas a dormir tú? —pregunto cortante mirándome en el espejo y dejando mi cabello perfecto, porque me obsesiona verme bien.

—Aquí responde, en mí mismo tono.

—Me sorprendo y lo miro nerviosa por el espejo.

—Michel, yo te voy a dar tiempo —habla no muy convencido de sus palabras.

Me levanto del espejo dispuesta a enfrentarlo, y de la nada entra un hombre sin tocar, lo miro mal por su atrevimiento y falta de prudencia y respeto.

Al ver que Brayiam no dice nada lo miro. Y el muy descarado me mira y me graba con la mirada.

— ¡Plancha, deja de mirar a mi mujer! —Habla amenazante.

Se levanta de la cama y se pone delante de él.

El hombre mira temeroso cuando ve la mirada asesina que le lanza Brayiam.

—Disculpe señor. —Grosbfiab lo mira mal y me mira a mí, y lo vuelve a mirar a él y lo miro también.

— ¿Qué quieres? —Pregunta serio y seco.

Me mira a mí, como diciendo ¿¡Que mierda haces aquí!?

—Señor ya llegó el cargamento estamos esperando sus órdenes. —Habla con miedo y Brayiam lo mira fulminante, cuando mira así me da miedo. Siento la mirada de Brayiam como diciendo vete, antes de que me lo diga yo me giro, voy al tocador y escucho mientras cepillo mi cabello. Entra otro hombre, ¡Hay dios, esto si no lo voy a aguantar!

—Brayiam. —Lo llamo y lo miro a los ojos seriamente e incómoda por la mirada del nuevo idiota — ¿Te puedo pedir algo? —Pregunto. El me mira fijamente y asiente. Miro a ese hombre que me mira, Brayiam se gira y mira al que me está mirando.

— ¿Se les perdió algo? —Pregunta molesto y lo encara. Sus hombres niegan. —Plancha, Tenedor, esperaran afuera de hoy en adelante. —Salen molestos de la habitación. —Claro muñeca, pídeme lo que quieras. —Me acaricia la mejilla, quiero que se aleje pero no soy capaz de hacerlo. Está al frente mío y es tan alto, yo mido 1,73 y el 1,99. Me siento y me veo tan pequeña e insignificante ante él, realmente intimida y más siendo tan musculoso. Toma mi rostro con delicadeza y busca mi mirada.

—Es que yo soy nadie para pedir algo. —Susurro apenada, alza mi mentón, me mira y sus ojos penetrantes me envuelven. Es guapo muy guapo, pero no para mí.

—Eres la señora de esta casa. —Habla seguro —Que quede claro. —Afirma, yo lo miro y le sonrío —Dime muñeca. —Son las primeras palabras tiernas que escucho salir de su boca.

—Será que le puedes pedir a esos tipos que antes de entrar toquen o que simplemente no entren, no sé. —Digo apenada mirando a la puerta —O esperen afuera a que tú salgas. No me siento cómoda ante sus miradas y no me gustó cuando ese señor entró y yo estaba en estas fachas y me vio de esa manera. —Me analiza con la mirada y yo lo miro a los ojos y él también me mira a mí. —Yo sé que es tu casa, tus reglas y todo, pero no me gustan esas cosas —acaricia mi cara y mi mira con esos ojos tan penetrantes, se me acerca y no me muevo. Quedo paralizada y siento su respiración. Me va a dar un beso, lo sé, por como mira mis labios con deseo. Pero no quiero, y eso refleja mi mirada de miedo. Él lo ve y besa mi frente, se le nota que le costó mucho hacerlo.

LA MUÑECA DE LA MAFIA 1 ( COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora