capitulo 11

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—Te lo ruego Brayiam —digo suplicante, se levanta de encima de mí.

— ¿Cómo? ¿Qué? ¿Eres virgen? —Pregunta confundido, asiento algo apenada — ¿Cómo? si tengo entendido que tú y el desgraciado de Aron se quedaron juntos dos días —asiento sorprendida — ¿Cómo sabe eso? —pienso.

—Pero no pasó nada. Besos, caricias, pero nada más, te lo juro por mi padre —le digo asustada y asiente —déjame ir te lo ruego —le suplico, nunca antes me había humillado tanto.

—Yo no voy a tentar a la suerte —dice con dulzura, acaricia mi mejilla. — ¿A qué se refiere? Pienso. —Te creo... ahora entiendo tu timidez, porque te sonrojabas cuando te hablaba —sonríe y me mira con... ¿Amor? —como no lo vi. —Suspira como si estuviera feliz. —Yo corrompiéndote con mis cosas —se ríe — ¿Por qué? No entiendo —dice.

—La mayor parte de mi vida viví en un internado de monjas, ahí me inculcaron valores fundamentales — mi silencia con un dedo en la boca ¿Qué le pasa?

—No digas nada... me mira a los ojos —ves porque eres especial —su mirada es tan intensa —Nunca pensé eso de ti. Sabía que no tenías experiencia, pero virgen —me sonríe. —Pero me gusta y mucho, ves que una chica como tú no se encuentra a la vuelta de la esquina, te busque por tanto tiempo y ahora te encontré, te voy a tratar como una reina. —Yo no entiendo ¿De qué habla? acaricia mi cara y va bajando a mis pechos.

—Por favor —digo y niega, me mira con amor, se fue el Brayiam agresivo.

—Si tienes miedo de que sea el primero y luego te deje... No pasara, yo seré el primero y el único, eso te lo juro —dice seguro que me da hasta miedo. —Y me encanta saber que voy a ser el primero. — ¿Qué? —digo en mi mente mientras me mira todo el cuerpo. —Solo déjame demostrarte que puedo ser el hombre de tu vida.

—Por favor no lo hagas —digo y niega. Trato de levantarme pero me toma fuerte del brazo, me tira en la cama y se tira encima de mí. —Déjame —suplico y niega — ¿Después me dejarás ir... Si estoy contigo? —asiente. —Está bien —susurro.

Me mira, sonríe, yo lo miro y toca mis labios, cierro los ojos, se acerca más a mí mientras estoy acostada en la cama y se sube arriba de mí. Recorre con un dedo mi cara y baja por mi cuello, va bajando por mis pechos, sigue bajando por mi abdomen, yo respiro profundo y me dejo llevar. Abro los ojos y me encuentro con los suyos, que me miran atento, pendiente a cada movimiento que hago. Veo una mirada llena de deseo y ¿Amor? Una mirada tan penetrante que me parte en dos, se acerca y siento su respiración en mi cara, mi mira los labios, me los estoy mordiendo y me besa como si fueran de cristal. Se siente tan bien y me dejo. Se separa y me mira, yo lo beso, un beso más profundo del que él me dio, me toca y siento electricidad por todo el cuerpo, me quema cuando me toca... Me dejo llevar, acaricio su espalda. Baja a mi cuello con su boca, lo beso, succiona la piel y yo gimo. Va bajando a mis pechos y los toca, los aprieta, me besa y vuelvo a gemir... Lo hago girar y me pongo arriba de él, lo beso lentamente y el me acaricia la espalda, abre mi sostén, yo me tenso y el me abraza, me besa. Me relajo, es tan fuerte y varonil, lo vuelvo a besar y queda arriba otra vez, se separa, me mira y sonríe. Debo estar roja como un tomate. Miro hacia otro lado y él me toma la cara y me mira, me besa y con una mano me acaricia, abre mi pantalón y me lo quita, quedo acostada en la cama en brasier y en tanga, me mira y se muerde el labio. Lo miro, tiene un cuerpo tan atlético. Se abre los pantalones y se los saca, veo su bóxer, algo quiere salir y es grande, dejo de mirarlo, mi respiración es agitada, pierdo el control con él. Veo que camina hacia mí y me abre las piernas, se mete entre mis piernas y se apoya en sus brazos, otra vez está arriba de mí. Me besa ¡Hay dios me voy a morir! Me sube una pierna y se acerca más a mí. Siento su pene apuntando hacia mi vagina, se siente bien. Mis manos tímidas recorren su espalda nerviosamente, besa mi cuerpo y se restriega contra mi, yo gimo, acaricio su espalda y besa mis pechos. Los toca y se los mete a la boca, me retuerzo, estoy tan excitada ¡dios! Su respiración está alterada, al igual que la mía. Mete un dedo en mi panty, me toca y mete su dedo dentro de mí... no se siente nada mal.

LA MUÑECA DE LA MAFIA 1 ( COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora