Owari No Seraph - Live and Die.

Capítulo 5.

"V.-) Tú dices que estoy loco.
Porque ni siquiera sabes lo que me hiciste.
Pero también me llamas bebé, y sé que no soy el único.
Sé que no soy el único.
Sé que no soy el único.
Y lo sé, lo sé, lo sé, lo sé.
Sé que no soy el único."

Capítulo 5

"- No quiero a esa bastarda a mí lado!

Una chica en estado casi comatoso gritaba, en una cama y con sudor recorriéndole la frente.
Acababa de dar a luz a una bebé, después de nueve meses de angosto sufrimiento por un polvo que salió mal.
Aún así, ese momento debía llegar, tenía que dar a luz a una niña o niño y, por consiguiente, cederle su reino una vez que el heredero cumpliera los diecinueve.
El problema era el siguiente, ella había cedido gustosa sí la bebé nacía vampira.
Pero no.
La relación que tuvo con un humano la afectó, la bebé era humana de pura cepa paterna.
Krul, la reina de la ciudad subterránea Sanguinem, no estaba ni un poco conmovida.

- Mátenla, ésto nunca pasó!

Ferid, a su lado, le dio la bebé a Kisakawa con algo de pena.
Él, vampiro desde hace poco, miró a Krul con odio.

- Las reglas lo estipulan, se quedará aquí hasta los doce, la convertirás y nos iremos, jamás volveremos.

Krul tomó un largo trago de sangre embotellada, cerrando los ojos con fuerza.

- Está bien.

~Siete años después.~

Una bella castaña sonrió a su padre, al ver el curry sobre la mesa.
Kisakawa suspiró.

- Fuiste a ver a tu madre?

- Ella no es mi mamá. Las mamás quieren a sus bebés, ella a mi no me quiere.

Kisakawa la abrazó, acariciando su cabello.

- No la necesitas, me tienes a mí.

~Cuatro años y medio después.~

- Papá! Papá!

Arami sonreía, estallando en felicidad.

- Sí?

- Yuichiro, Yu-chan dijo que podíamos escaparnos!

Kisakawa miró a Arami sonriendo.
Sólo agregaba el "chan" sí alguien de verdad le agradaba.

- "Yu-chan"? Te gusta.

Ella enrojeció.

- Claro que no.

- Ok, sólo decía.

Kisakawa comió el curry sin quitar la sonrisa de su rostro.

- Tampoco niego que es lindo, tiene ojos muy... Y cuando me sonríe, parece que... Él es sólo...

La castaña sonrió.

- Perfecto para mí.

~Actualmente.~

Arami sonrió al escuchar la armoniosa voz de su padre, aún desde Shibuya, pues fue con Krul a explorar.
Ella estaba echada en su cama, ya casi era de mañana y no logró dormir debido a la actitud indiferente de Mika que le carcomió el cerebro.
Se frotó los ojos, bostezando cerca de el comunicador.