Capítulo 11.

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Advertencia.

Éste capítulo contiene escenas de sexo (lemon) y no es recomendable para menores de quince años.
Sí no te gusta éste tipo de escenas, pido por favor que te saltes el capítulo o salgas de la historia.
He advertido, lean ésto bajo su propia responsabilidad.

Capítulo 11

Mika posó sus dedos en los labios de Arami, ella cerró los ojos ante el contacto.

- Lo que sucede es que... -Habló Mika.- Tengo gustos bastante peculiares.

Arami abrió los ojos.

- Enséñame.

Okno, era una broma.
Aquí va el verdadero capítulo.

"XI.-) Cómo funciona todo ésto, ven a decírmelo.
Hay alguien justo aquí, viviendo en mi interior.
En éste mundo ya estoy muerta y no renaceré.
Así no puedo ver que te ríes de mí."

Capítulo 11

- Que asco. -Susurró Arami.-

Estaba en su habitación, mientras le daban algo de "sangre sintética" que crearon para ella.
No está de más contar que era asquerosa.
Guren la miró desaprobatoriamente.

- Las niñas buenas se toman la medicina.

- Cállate.

Se tomó de golpe lo que sobraba y sintió que su herida empezaba a cicatrizar mejor.
Guren sonrió, dándole palmaditas en la cabeza.

- Bien hecho.

- Porque no fuiste tú el que la tomó.

- Qué?

- Qué de qué?

Guren negó, tomando los frascos y poniéndolos en una bolsa.

- Mikaela vendrá a cuidarte por la noche.

- Qué?

- Espero no te moleste, Yuichiro y yo estaremos ocupados.

- A-ah.

- Adiós.

Ella asintió.
Guren se alejó, cerrando la puerta de su habitación.
Lo único que pudo hacer fue ver como se alejaba aquella esperanza de no reñir esa noche con Mika.
Ya no quería pelear, estaba cansada.
Llegó la noche y una nevada con ella.
Hacía mucho frío, mientras Arami tenía que soportar eso y el extra de que su amor imposible vendría a cuidarla.
Tosió un poco, sosteniéndose el estómago.
Aún se le quedó el asqueroso sabor de esa sangre, que debía tomar cada cinco horas al menos.
Porqué? Krul simplemente dejó de mandar botellas de su sangre, dejó de hacerlo reduciendo al mínimo la oportunidad que ella tenía de mantenerse con un poco de la humanidad que le quedaba.
Prácticamente, la estaba condenando a beber sangre humana y convertirse en un monstruo.
Suspiró, mientras escuchaba toques en la puerta.
Levántandose, la abrió mientras suspiraba aún más fuerte.

- Arami.

- Mikaela, enserio, no tienes porque venir a cuidarme.

- Lo hago por gusto, no por obligación.

"Idiota."

- Calla y entra.

Se acostó de nuevo en la cama, cubriéndose el rostro con una almohada.

Owari No Seraph - Live and Die.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora