More that a headache. [KaiSoo/ChanBaek.]

Capítulo 3: "Un poco de Kim JongIn"

Dicen que si una persona se cría de buena forma, con padres que te enseñen modales y el respeto hacia los demás, harán de ti un buen adulto. Tendrás un buen trabajo, y una familia linda. Todos te querrás y criarás a tus hijos de la misma forma en la que te criaron a ti.

Este caso es el de Kim JongIn, creció con su familia adinerada y respetada. Además de eso tenía lo que para él era un buen trabajo o lo que siempre quiso hacer cuando era un pequeño e inocente niño de sólo seis años. Lo único que le faltaba era su familia; y ese era el problema de JongIn. No era que no le gustaran los niños... Sino que no le gustaban las mujeres.

Su familia al saber esto no lo tomó muy bien, y JongIn se deprimió mucho, al no ser aceptado por las personas que supuestamente lo querían y amaban. Kim JongIn cambió. Kim JongIn se transformó en el arrogante, idiota y playboy que es ahora. Pero eso era algo positivo porque (según él) podía concentrarse más en su trabajo y cosas así.

Jamás se ha enamorado y no espera hacerlo, aunque esa duda la tiene ahora, desde que conoció al chiquillo ese de ojos gigantes. Qué decirles, JongIn quedó cautivado por primera vez en su vida... Hasta que el idiota habló y lo trató peor que sus padres alguna vez. En parte JongIn también había tenido culpa por la actitud de KyungSoo el primer día... Le dijo casi que era un traidor y mentiroso al preguntarle lo de "ex espía Ruso" estúpido, bastante estúpido era, pero no lo admitiría. Kai pensó que KyungSoo por seguro lo mandaría a la mismísima mierda uno de estos días.

Y eso le encantaba, la actitud del otro lo atraía más.

Había llegado la hora de mirar las armas en su nuevo trabajo como espía, de conocer los alrededores del lugar y sobre todo, ver al enano que descaradamente le miró el trasero. Porque sí, JongIn lo había notado.

— Así que, moreno. ¿Cómo decías que te llamabas? —Dijo KyungSoo, intentando mostrarse desinteresado. Recordaba el nombre del chico, pero de todas formas... Lo preguntó.

— Kim JongIn. —El moreno sonrió y el de baja estatura frunció el ceño, mirando interrogativamente a JongIn.

— ¿No era algo con 'K'? —Cuestionó, alzando una ceja.

— Sí, Kai. Pero tú solo dime JongIn.

— Ok... Entonces, Kai. Te mostraré todo el lugar.

JongIn rodó los ojos. Dios... El chico duende era realmente insoportable, no entendía por qué le atraía. Ni siquiera el sexy guiño que le hizo cuando le dijo su verdadero nombre cambió la actitud del chico, sino que lo empeoró. Miraba las manos de KyungSoo, las cuales estaban en forma de puños.

En cualquier momento tendré un golpe en mi cara.

Y claro, esto pasó. Kai fue golpeado por KyungSoo de la nada, el otro era realmente bipolar. Después de eso el moreno comenzó a pensar si realmente tenía alguna atracción por el diablillo que tenía como compañero ahora; desgraciadamente sí la tenía.

— Mañana les mostraré a ti y a los demás lo que tendrán que hacer. Ya no tenemos misiones tan geniales si te esperas una como en misión imposible o algo así, pero sí tenemos que salir a terreno a patear traseros a veces, no hay cuidado.

— Entiendo todo eso, solo quería decir una cosa.

— ¿Cuál?

Preguntó el de ojos grandes, quien no se dio cuenta cuando Kai estaba peligrosamente cerca de él. Tampoco cuando el moreno tocaba delicadamente su labio inferior con uno de sus dedos pulgares, como si se tratara de un muñeco o algo así. JongIn sólo sonrió, porque estaba descubriendo si podía colocar aunque sea un poquito nervioso al duende ojón, y sí... Lo estaba logrando.

— Me... ¿me dirás qué o no?

Nervioso.

Arrogante.

Y bajito.

A JongIn le encantaba el chiquillo.

— Cierra tu boca de una vez, que molestas.

Y Kai se alejó de KyungSoo, dejándolo totalmente furioso y nervioso. El chico de ojos grandes quedó sorprendido, respiraba todo el aire que podía como si no tuviera nada en sus pulmones. Sentía que se ahogaba y una sensación extraña en su pecho lo estaba volviendo completamente loco, era horrible. Por un momento deseó que el morenito lo besara y... Mierda; se estaba volviendo demente de verdad.