El amor es para tontos

Prólogo

Estas delante de mi, me miras y creo ver algo distinto. Una vil sonrisa se asoma por tus labios y tú mirada me envia un mensaje de alarma que estremece mi cuerpo. Las luces se apagan a nuestro alrededor, y solo queda una única vela entre tú y yo. Gestículo con angustia un "¡Si ves que me caigo, ayudame!". Alzo mi mano esperando que la tomes, sin embargo te giras dandome la espalda y te encaminas a la salida de aquella oscuridad sin mi, mientras veo consumirse la vela como mis deseos de gritarte que te quiero. 

Me miró las manos y cojo la vela mientras te busco en aquel cuarto sombrío. Confío ciegamente en cada espejismo que me encuentro, creyendo que al final de cada paso estarías esperandome como siempre. 

Y entonces, cada frase tuya que alguna vez me hizo sentir hermosa, golpea fuertemente contra mi pecho. Intento llamarte, pero no escucho nada. Busco mis cuerdas vocales y me cuesta sonreír. Y me caso de intentar, de esperar y de soportar. El sabor de la decepción es más feroz que las ganas que tengo de venganza.

Caigo en la cuenta de que necesito a ese insensible roedor. Necesito su boca falsa y manipuladora. Necesito sus mentiras y sus promesas falsas.

Al fin entre lamentos y desesperanza consiguó salir a la luz sin ti. Doy un paso mas sintiendome menos inocente y con mas fuerza. Sin más ilusiones ni esperanzas cierro mis ojos y me enredo entre mil espinas sabiendo que si algún día alguien pudiera dejarme libre de ellas vería mis debilidades.

Se que me estoy sepultando viva, pero ya es hora de decirle adiós a esa falsa intención de amor y comencé a entender las reglas de tu juego y a jugarlo también. Única promesa : No volverme a enamorar