El amor es para tontos

Capítulo 11 : Un espía, uno de prácticas y un idiota

NOTA DE AUTORA: Holis! Como prometí aquí esta el capítulo once, me ha costado lo suyo pero por fin lo he terminado, no es de mucha longitud igual que el anterior pero poco a poco los iré haciendo más largos. En cuanto a estos dos días de huelga del estudiante preguntas como, subirá?

Responder que no creo que suba, también porque quiero empezar con un nuevo proyecto, aunque esta vez será echo por Word casi todos los capítulos antes de pasarlos aquí.

**Y BUENO NADA MAS, BYE, COMENTARIOS, BESITOS, VOTOS Y HASTA EL PRÓXIMO MARTES **

Él fue el único responsable de haberme hecho reaccionar de tal modo, no pensé en el círculo rojo fluorescente que marcaba el semáforo, ni mucho menos en la gente que me rodeaba o los coches que pasaban rápidamente delante de mí. Lo único en lo que me dio tiempo a pensar era en ella, y por eso mismo me encontraba ahora mismo en la camilla de un hospital…

-          ¡Oh dios mío! - Dijo mi madre melodramática nada más entraba en la habitación. Arrugue el entrecejo sin entender muy bien a que venía tanto alboroto, ni que me hubiera aplastado un tractor. Con las lágrimas volando de sus mofletes echo a correr hacia mi dirección, me sujeto de la cara y después me abrazo tan sumamente fuerte que solté un leve quejido.- Lo siento - Dijo casi suplicando mi perdón - ¿También te has roto alguna costilla?

-          ¡Señora! ¡Señora! – Grito un joven con bata blanca mientras entraba en la habitación - La dije que debía de quedarse fuera - La riño con la respiración agitada.

-          ¿Y si fuese la última vez que podría ver a mi niña que eh? – Dijo sacando pecho

-          Señora su hija esta afortunadamente bien.

-          ¿Estás bien cariño? – Me pregunto mi madre haciendo completamente el vacío al señor.

-          Si Mama, solo ha sido un susto

-          Ves – Reafirmo

-          ¡Y usted que sabrá! solo eres un pacotilla de prácticas, ¿harías el favor de dejarnos cierta intimidad? –Dijo girándose a él para mostrar poder mientras que yo por detrás le suplicaba que lo dejase correr. Al fin el chico de prácticas decidió no meterse en líos con mi querida madre y salió fuera de la habitación con una mirada amenazadora.

-          Mama no deberías haber hecho eso.

-          ¡Qué más da! – Dijo quitándole importancia – pero dime, ¿tú que tal estas?

La puerta de la habitación se volvió a abrir y rece para que no fuese ninguno/a de prácticas, por suerte solo era papa entrando con una parsimonia descomunal, tanto que incluso me llego a molestar.

-           Muy bien – Dijo mi padre como si hablase a un perro - Sabía que te podías encargar de espantar a todos – Esbozo una sonrisa burlona Tom.

-          Se ve que al más idiota de todos no.

-          Tus ofensas ya no surgen efecto.

-          ¡Eo! ¿Os acordáis? Estoy aquí – Dije levantando una mano para dar énfasis a mis palabras. ¿Este par de borricos nunca dejarían de discutir?

-          ¿Estás bien cariño? – Pregunto mi padre mientras se acercaba al otro lado de la cama y no quitaba la mirada a mi madre

-          Si – Dije complacida de que lo hubiesen dejado ya – Como le decía a Mama antes de que entrases, solo ha sido un susto.