Unas risas de fondo y el repiqueteo de unas llaves dando contra la cerradura me despertaron abruptamente. Me deshice de las sábanas, y me calce a la vez que agarre una bata con la que taparme. Abrí la puerta de mi cuarto y fui andando a través del pasillo para poder llegar hacia la sala principal.
- ¿Qué es todo esto?- Pregunto una voz masculina que nunca había oído fuera de mi casa.
- Eso- Pude identificar la voz de Ted y me calme- Eso son unos regalos que llegaron hoy por la madrugada.
- ¿Acaso los chicos todavía no se cansan de persistir?
- Es su novio- Sonó tajante y al rato se escucharon varias risas al otro de la puerta y si... si hubiese estado allí afuera les partiría la cara a cada uno.
- ¿Ella con novio?- Dijo uno.
- Nos estas tomando el pelo.- Comentó otro
- La verdad es que no- Murmullo, suspirando cansado.
- Oye acaso te estas enamorando- Ironizo de forma cursi.
- Claro que no, como podéis pensar que sería capaz de enamorarme de una chica como ella- Dijo, y se dejo de oír las llaves. Me quede quieta, y por alguna razón extraña me sentí más vacía que nunca. Algo en mi interior se rompió, pero yo no... yo... ¿Qué estaba pasando?. ¿Acaso estaba siendo tan estúpida de volverme a enamorar? ¡Y valla, encima de otro Alonso!, Una lágrima se escurrió por mi mejilla y me la arranque con la palma de la mano. Como había sido tan extremadamente estúpida como para bajar mis guardias. Para permitir que un hombre viviera en mi techo, para permitir que tocase mi piel. Como había sido tan estúpida como para haberle dado cabida en mi corazón. O peor aún, como había sido tan estúpida como para pensar que alguien podría enamorarse de mi - Es el ser más repugnante que he conocido- Otra lágrima cayo por mi mejilla. Y ya no sabía como parar. No sabía como olvidar, porque de un momento a otro todos los recuerdos me llegaron. Me llegaron todas las noches de insomnio, el recuerdo de la última vez que vi a Alonso, parado al final de las escaleras, esperando a otra. O aquel recuerdo de la fiesta. Llegaron a mi mente todas las amenazas, anónimos y divorcios. Las promesas rotas. Las lágrimas amargas. El frío.Y por último ese mensaje que tanto tiempo me había esforzado por olvidar:
¿Tan pronto te has olvidado de mi? Porque yo de ti no.
Quiero verte, baja, o alguien sufrirá por ello.
Att: Anónimo
Nunca quise admitirlo, y nunca llegue a contarle a nadie aquel extraño mensaje, pero yo sabía en el fondo que por mi culpa murió mi mejor amiga, que si hubiese sido lo suficientemente valiente como para salir de casa y plantar cara.... mi amiga seguiría viva.
- Es una niñita consentida, y mimada por su padre. Es ególatra, egocéntrica y desesperante. Es odiosa, y no tenéis ni la menor idea de lo mucho que estoy odiando este último mes de mi vida a su lado. Pero claro- Sonó más deliberado- todo sea por ganarte la apuesta.
Al acabar de escuchar sus palabras un gran ataque me invadió. Me estremecí y me lleve la mano al pecho. Era tan fuerte. Me estaba abrasando, y solo tenía la necesidad de correr. De correr lejos de todo esto.
- Toma tio, intenta abrir tú.- Intente recomponerme mientras la llave giraba en la cerradura. Se abrió la puerta y cuando todo aquel grupo levanto la mirada para dar conmigo, abrieron la boca sorprendidos. Ted, finalmente, al ver que sus amigos no se movían se hizo paso asta llegar a tocar con medio pie el parque de la casa, y cuando alzo sus ojos y dieron con los míos entendí que era hora de quedarse. De no escapar, no huir por aquel camino que estaban despejando aquellos chicos. Era hora de hacer frente.
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El amor es para tontos
Mystery / ThrillerCon la intención de olvidar su desastroso pasado, Elsa decide mudarse a la ciudad con solo una promesa: No volverse a enamorar. Sin embargo, todo se complica después de los dos primeros años de su carrera cuando se traslada a las a fueras de la ciud...