-Pro Normal-
Desde aquel día nevado habían pasado ya dos días, en los cuales el clima no demostraba piedad. Gracias a aquel frio las prácticas del equipo de Seirin se cancelaron, pero aquella joven entrenadora no tenia piedad pues ya tenía planeado duplicar su entrenamiento de ese día.
- ¡Mo! - se quejo la entrenadora antes de estornudar -
-Riko ¿estás bien? - pregunto el capitán Hyuga, ya que aquella chica estaba con un gran sonrojo en sus mejillas -
-...Solo tengo un poco de fiebre es todo - respondió entrando a su salón de clases el cual estaba casi vacío - Hyuga-kun podrías ir a ver si los demás chicos vinieron?
-Si - salió de aquel salón caminando por los pasillos hasta llegar al uno de los salones de primero - "1 B" - murmuro entrando a aquella aula - Oe Kagami, Kuroko!
-Capitán que sucede? - pregunto el pelirrojo -
-Y Kuroko? - indagó ya que no lograba localizarlo cosa que no le era raro -
-No lo he visto por ningún lado - contesto mirando el asiento vacío de detrás de él -
-Qué extraño -susurro - Solo venia a revisar si habían venido...pero a lo que veo solo viniste tú, bueno te veo en el entrenamiento - se despidió saliendo de aquella aula -
-Si... - Kagami miraba por la ventana que se encontraba a un lado suyo esperando ver a aquel chico fantasma cosa que nunca ocurrió... -
Las clases transcurrieron normales, la falta de alumnos no fue inconveniencia para los maestros los cuales dieron sus respectivas clases, cuando la hora del almuerzo llego Kagami por costumbre volteo hacía atrás esperando ver a aquel chico de cabellos azules pero recordó que él no había asistido a clases, las demás horas transcurrieron normales hasta que llego la hora del entrenamiento.
-Kuroko-kun no asistió a clases? - pregunto asombrada la entrenadora -
-Si - respondió el pelirrojo - ¿Porque el asombro?
-En verdad eres un ¡Bakagami! - le dijo golpeándolo en el estomago - Kuroko-kun nunca había faltado...esto es extraño...
-Entrenadora, espero que no haya olvidado que la generación de los milagros vendría el día de hoy - dijo Izuki mientras miraba aquella escena -
-Sí, lo sé, Kagami-kun espero y no hagas nada imprudente - le mando una mirada amenazadora -
-... - asintió frenético al ver a aquella chica con un aura obscura sobre ella -
En otro lugar lejano de aquel instituto una persona de peculiar cabello azul se encontraba sentado en la orilla de su cama mirando al vacio, por alguna razón se encontraba demasiado cansado tanto que no podía ponerse de pie, suspiro pesadamente y apretó sus puños enterrándose las pocas uñas que tenía en la palma de la mano, como odiaba que sucediese eso, con un gran esfuerzo se puso de pie y se miro al espejo observando detalladamente su cuerpo, nuevamente había bajado de peso sin razón alguna, frustrado por ver aquello regreso a su cama para tratar de dormir, por alguna razón los recuerdos de todos los partidos que había jugado junto a su equipo vinieron a su mente, una sonrisa se formo en sus labios para después caer en brazos de Morfeo.
En el instituto Seirin el entrenamiento se llevo a cabo de la manera más normal, tratando que la ausencia del jugador número once no se notase tanto, al final de aquello se encontraban demasiado exhaustos y la gran mayoría estaba empapados en sudor.
- ¡Vamos Kagamicchi tu puedes! - la voz chillona de Kise se hizo presente -
- ¡Kise! - El anterior nombrado camino hacia aquel rubio el cual tenía una enorme sonrisa en su rostro -