-Pro normal-
Midorima se encontraba disfrutando de su sueño que bien merecido tenia, después de todo el día anterior Akashi lo obligo a decirle quiera la persona dueña de su corazón, su negación a aquella pregunta no se hizo esperar pero al final cedió cuando su antiguo capitán pronuncio su nombre, el mismo se había delatado sonrojándose y negando, se maldijo por aquello, al final acordaron mantener aquello en secreto. Un ruidoso sonido despertó al peli-verde el cual se removió incomodo, deslizo su mano en dirección a al objeto que provocaba aquel sonido, con uno de sus dedos apretó un botón el cual detuvo aquella alarma que indicaba que eran las siete de la mañana. Su día comenzó normal, su madre le sirvió su habitual desayuno, después de aquello un sonido que era más bien un grito que provenía de las afueras de su hogar se repetía múltiples veces, una vena sobresalto de su frente al escuchar aquel gritito "Shin-chan~".
- aquella mujer de cabello verde igual que el de su único hijo rio levemente - Kazunari -kun te llama.
- Bakao... - susurro para sí mismo comenzando a caminar a la salida de su hogar - Te veo después madre - por el rabillo de su ojo pudo observar como su madre movía una de sus manos en señal de despedida -
-Shin-chan~! - un saludo enérgico de parte del peli-negro no se hizo esperar -
-Te he dicho miles de veces que no grites cuando vienes a buscarme - reclamo subiendo aquella 'peculiar bicicleta - Como castigo pedalearas.
-¡Cruel! - Otro grito de parte del chico de ojo de halcón fue escuchado - Bueno... creo que por compensación a lo de hace algunos momentos lo hare... - suspiro derrotado para comenzar a pedalear - Puede que algún día ya no lo pueda hacer... - aquel susurro fue llevado por el viento impidiendo que fuera escuchado -
Por otra parte estaba aquel chico de cabello celeste el cual apenas despertaba de su sueño, esa mañana solo tenía un poco de mareo, lentamente logro ponerse en pie, con pasos lentos logro salir de su habitación, observo un poco antes de dirigirse a la ducha, al lograr su cometido serró la puerta de aquel baño y comenzó a desvestirse, cuidadosamente su pijama fue depositada en el cesto de la ropa sucia, lo siguiente que vio fueron sus piernas la cuales temblaban levemente, apretó sus dientes fuertemente y lentamente comenzó a caminar hacia la ducha. Cuidadosamente pasaba un pañuelo con champú por todo su cuerpo tratando de no hacerse ningún daño, después de aquello una tina de agua caliente lo esperaba, primero sumergió su parte inferior, trato de no dormirse en aquel placentero baño sabía que si faltaba nuevamente a clases y al entrenamiento se cansaría más. Cuando termino de ponerse aquel uniforme decidió salir de aquel baño encontrándose con abuela la cual al verlo le dedico una amorosa sonrisa.
-Buenos días mi niño - aquel saludo provoque que el peli-azul sonriera -
-¿Como amaneció abuela? - le pregunto observándola atentamente, la mujer suspiro y comenzó a caminar en dirección a la cocían -
- Bien - respondió indicándole a su nieto que tomara asiento en una de las sillas del comedor -
- ¿Y mi madre? - una nueva pregunta fue formulada por aquel chico el cual observaba como su abuela le pasaba un vaso con agua y unas cuantas cajas pequeñas que a simple vista se sabía que eran de medicina -
-Fue por Hikari - contesto observando cómo su nieto tenía en su mano cerca de seis pastillas de diversos colores y tamaños -
-Cuanto tiempo se quedara - al terminar de hablar, tomo una de las pastillas, la puso en su boca y tomo aquel vaso con agua dándole un trago para tomar aquellas capsula. -
-Es por tiempo indefinido, a tu Tía le ofrecieron ir a trabajar a Italia, pero Hikari se negó a acompañarla - aquel relato era contado mientras aquella mujer de edad avanzada observaba como aquel joven tomaba cada una de aquellas pastillas - Tu madre propuso cuidarla.
-Comprendo, lo lamento abuela voy tarde - informo poniéndose de pie, pero en aquel acto un gran mareo se presento provocando que se tambaleara y al no tener de donde sostenerse termino cayendo de rodillas -
- ¡Tetsuya! - La mujer corrió rápidamente con su nieto, se poso de rodillas observando su cuerpo por si tenía laguna lesión como en las ocasiones pasadas - ¿Estás bien?
-Si... - cuidadosamente logro ponerse en pie - Solo fue un mareo
-una mirada de angustia de parte de aquella mujer fue dada - Deberías dejar de asistir a clases - su mirada se volvió fría - En tu estado no deberías ni estar de pie... mucho menos jugar básquet...
-Resistiré lo más que pueda... - lentamente comenzó a caminar, una gota de sudor se encontraba en su frente, aquello representaba el gran esfuerzo que se encontraba haciendo -
Unas lágrimas resbalaban por las mejillas de aquella mujer, la cual observaba a su joven nieto el cual continuaba caminando con dificultad...
-Si algo sucede llama, no dudare en ir - aquellas palabras fueron las únicas que de sus labios lograron salir -
-Si - respondió antes de salir de su hogar -
Aquel largo camino fue una gran osadía para Tetsuya el cual caminaba mucho más lento de lo usual, algunos llamarían a eso testarudez pero su familia lo llama valentía, aun sabiendo el estado en el que se encontraba seguía asistiendo a clases, jugando en partidos, salir con sus amigos... tener una vida normal.
Por otra parte en Seirin... Kagami acababa de llegar aquel instituto y como en todas las mañanas se encontraba demasiado concurrido impidiéndole caminar normalmente, después de varios minutos de aquella "lucha" logro llegar a su salón de clases, al entrar aquella aula encontrándose con aquella melena de color azul.
-Buenos días Kagami-kun - saludo aquella pequeña sombra -
-¡Kuroko! - aquel chico lo miro sorprendido -
-Por favor no alces la voz - pidió suspirando pesadamente -
-Por cierto - su mirada volvió a aquel pequeño - Porque faltaste hace poco?
-la mirada de Tetsuya se obscureció, rápidamente desvió la mirada
- Me sentía mal...
-Pero ya estás bien verdad? - aquella pregunta resonaba en la cabeza del de menor estatura el cual apretaba sus labios -
-Si... estoy mucho mejor
"Nunca imagine que a mí me mintieras como a él"
Continuara...