-Pro Normal-
El viento soplaba de una manera tranquila, un corazón había sido roto, la noche fue expectante de aquel suceso. La vida va y viene fácilmente al igual que las nubes, en un momento las observas y en otro ya fueron dispersadas por el viento.
Los pasillos del hospital eran largos y sin color alguno que alegrara a los residentes de aquel lugar, cuidadosamente dos de los inquilinos de aquel lugar caminaban por aquellos largos pasillos. De un momento a otro se detuvieron frente a una de las puertas de la cuarta planta, sin hacer demasiado ruido tocaron aquella puerta un par de veces.
-Adelante - una voz permitió la entrada a aquel cuarto -
-Takao-kun? - casi en un susurro hablo aquella sombra la cual observaba a uno de sus rivales el cual se encontraba con una revista entre sus manos -
- ¡Kuroko! - una sonrisa apareció en sus labios - Valla quien pensaría que los dos estuviésemos aquí.
-Si - con pasos lentos se dirigió cerca de aquel chico - ¿Por qué estás aquí?
-Al parecer me quedare siego - sin mostrar su habitual risa aquellas palabras salieron de entre sus labios - Valla que la vida es cruel.
-Lo lamento - el menor bajo su mirada al suelo tratando de ocultar su rostro -
- ¡Vamos no te desanimes! - una sonrisa fue dada por el de cabellos negros - No me arrepiento de nada de lo que he hecho, asique... asique aunque no pueda volver a ver estaré bien.
-Takao-kun me estas asustando - levantando su cabeza retrocedió un par de pasos -
- ¡Que malo! - una rabieta de su parte fue hecha -
-Disculpen... - una tercera voz fue escuchada en aquel cuarto - Yo también estoy aquí.
-Lo siento Carla-san - Kuroko volteo hacia aquella chica -
-Y ella quien es? - pregunto el chico con ojo de halcón -
-Amiga de Tet-chan, Carla - respondió acercándose a ambos chicos -
-Un gusto, yo soy Takao Kazunari.
La noche continuo transcurriendo como era habitual, entre charlas sin sentido y algunas bromas termino el día de aquellos tres jóvenes.
Pero para una persona llamada Seijuro las cosas no iban bien, después de todo como podría estar tranquilo al saber que aquella persona dueña de su corazón se encontraba en un hospital y esa misma persona le había mentido sobre la razón por la cual se encontraba en aquel lugar.
Como por obra del destino el día jueves suspendieron sus clases, si bien internamente se encontraba feliz, si ese día lo utilizaría para visitar a su peli-azul, cuando los primeros rallos del sol aparecieron por su ventana rápidamente tomo una ducha y se cambio de ropa, a los pocos minutos ya se encontraba en aquel auto que lo llevaría al hospital, el pelirrojo sentía su corazón latir a mil por hora. Cuando por fin llego a aquel lugar rápidamente se dirigió al elevador, cada segundo que pasaba en aquel lugar sus nervios crecían.
Cuando solo se encontraba a unos cuantos pasos de la habitación de Tetsuya sintió sus mejillas arder ¿Por qué se tenía que poner de esa manera? Y sin saberlo ya se encontraba frente a la puerta de aquel cuarto, no toco por miedo a despertarlo si se encontraba dormido.
Una enorme ira lo invadió al ver aquella escena que se encontraba en la habitación, aquella chica de cabello castaño se encontraba durmiendo recostada en uno de los brazos del peli-azul el cual también se encontraba durmiendo, sin pensarlo dos veces salió de aquel lugar, por lo molesto que se encontraba no tuvo delicadeza al serrar aquella puerta y esta soltó un pequeño ruido lo cual logro despertar a la chica la cual logro ver un poco de aquella cabellera roja.
-... - con cuidado de no despertar a Tetsuya se levanto de la cama y salió de la habitación en busca del pelirrojo, si bien lo recordaba el chico le estaba leyendo otra historia antes de quedarse profundamente dormida -
Un dolo en su pecho lo obligo a detenerse, ¿Por qué dolía de esa manera? Ah claro su corazón se estaba quebrando.
-Como pude ser tan estúpido - susurro para sí mismo - El jamás sentirá lo mismo que yo.
-Oye! - una voz lo llamo, si era la voz de esa chica -
- ¿Qué es lo que quieres? - pregunto de mala manera - ¿Acaso quieres que me aleje de Tetsuya?
-Lo que viste en el cuarto no era --- - el chico la interrumpió antes de que pudiera terminar de dar aquella explicación -
-No te preocupes por eso - una sonrisa fingida se formo en sus labios - Espero y lo hagas feliz. - finalizo comenzando a caminar a la salida del hospital -
-No esto --- - de pronto las palabras dejaron de salir de sus labios, cuando intento poner su mano en su garganta esta no le respondió al igual que sus pies, antes de caer al suelo vio por última vez a aquel chico -
Simplemente los días pasaron des de la última vez que el fue al hospital, después de dos días dejo de contestar las llamadas de Midorima el cual le preguntaba él porque ya no tenía interés por ir a aquel lugar, si no lo negaba estaba actuando como un niño al no ir a ver a aquel chico que alguna vez fue su compañero, pero no podía negar el que aun seguía enamorado de él.
Un mes se cumplió aquel día jueves, si un mes desde la última vez que lo fue a ver, no podía describir con palabras las enormes ansias que tenia de ver a aquel chico, pero cuando estaba a punto de ir a verlo aquella escena aparecía en su mente y declinaba a aquella idea de visitarlo.
Aquella mañana comenzó norma, como era habitual se vistió y organizo todo lo que ocuparía ese día, de pronto alguien llamo a la puerta de su habitación, contesto un leve "Adelante" pero al ver a aquel peli-verde entra a su alcoba se sorprendió.
-Shintaro que haces aquí? - pregunto extrañado por la repentina visita - No sabía que vendrías.
-Akashi ¿por qué no vas al hospital? - en sus labios se formo una mueca de disgusto -
-No es de tu importancia - respondió dándose media vuelta -
-Acaso fue porque Kuroko estaba dormido con esa chica - lentamente el pelirrojo volteo su rostro hacia su contrario -
-No tengo por qué responder - con pasos molestos camino hacia la entrada de su propia habitación -
-Akashi todo fue un mal entendido, ella se quedo dormida al igual que el - sus palabras comenzaron a dar vueltas por la cabeza del nombrado - La salud de Kuroko empeoro.
-antes aquellas palabras el de ojos rojos volteo a verlo, pero al ver como este se encontraba desviando la mirada su preocupación comenzó a emerger - ¿Qué le sucede?
-Momoi lo fue a visitar el día de ayer y... - una pausa que pareció eterna fue hecha - El colapso mientras daban un paseo, cuando despertó no podía mover sus piernas.
Al terminar de escuchar aquello salió corriendo lo más rápido que podía en dirección a aquel auto que lo llevaría al instituto del Rakuzan. Apenas ingreso a aquel auto informo que irían al hospital, aquel trayecto pareció eterno, apenas el auto se detuvo bajo rápidamente de él, sin tomar en cuenta su alrededor camino por aquellos pasillos del hospital, y de un minuto a otro por fin se encontraba a unos pasos de aquella habitación, al ver la puerta abierta asomo su cabeza, al verlo con un doctor sentado al lado de Kuroko al parecer haciéndole una revisión decidió no interrumpir, de pronto recuerdo las palabras de Midorima "Todo fue un mal entendido" se sintió como un idiota.
Le debía una disculpa a aquella chica.
Camino por los pasillos buscando a la joven, reviso su habitación y no se encontraba en ella, cuando reviso varios pisos de aquel lugar decidió preguntare a una de las enfermeras del hospital.
-Disculpe - llamo a una de aquellas mujeres de vestimenta blanca -
- ¿Qué sucede? - una sonrisa fue dada -
-Me podría decir donde se encuentra Carla? - Akashi solo observo como la sonrisa de la mujer se borro -
-Lamento informarte esto, - de pronto recordó una de las palabras de su padre - Ella murió hace un mes.
-...- "La vida se extingue tan fácil al igual que el fuego" -
Continuara...