"Hola."
"Hola."
"Hola."
Las conversaciones en el grupo de WhatsApp comenzaban a surgir, todos los miembros empezaban a comentar y yo podía recibir gran cantidad de mensajes en menos de un minuto, si me distraía o ausentaba por un momento era seguro que cuando abriera los mensajes tendría quinientos sin leer, así que, para no perderme de nada, tenía que estar prácticamente pegada al teléfono celular todo el tiempo, o de lo contrario, tendría que leer todos los mensajes.
Las conversaciones solían ser bastante interesantes, es decir se hablaba sobre cualquier cosa, cosas de jóvenes. Nada aburrido, en absoluto, mucho menos con los mensajes de Lucke.
Y es que pasaba poco tiempo dentro de la cuenta falsa, que poco a poco mi tiempo de popularidad se había perdido, los likes disminuyeron en cada fotografía, en cada estado, los comentarios eran nulos y ni se diga de los mensajes. Prefería estar en mi cuenta personal.
Aldrich poco a poco fue olvidado por todos.
Un zumbido en mi celular hizo que me sobresaltara alejando cualquier pensamiento de mi mente. Y, con cuidado de no ser vista por alguien más, tomé el móvil y revisé el mensaje que tenía en WhatsApp.
"Hola."
"Hola," respondí con una sonrisa de boba en el rostro.
No tenía registrado el número, pero lo conocía, conocía los últimos dos dígitos y mis pupilas reconocían aquella combinación de números, era como algo que mandaba un impulso eléctrico a mi cerebro que me hacía reconocerlo de inmediato.
Veía el número 78 al final de cada mensaje que había en el grupo, ¿cómo no lo iba a reconocer ahora? Ese impulso eléctrico también había hecho que sintiera infinidad de cosas en el estómago, algo indescriptible.
"¿Quién eres?" preguntó.
Justo ahora era una chica llena de preguntas, nunca imaginé llegar a recibir uno de sus mensajes y mucho menos en clase. Física era la última clase de jueves, y terminar el día con estos mensajes era simplemente increíble. Lucke era como un secreto para mí, algo que solo yo tenía.
"¿Quién eres tú que mandas mensaje?" Contesté junto con unos emojis sonriendo y sacando lágrimas. Mi favorito.
"Adivina," respondió de igual manera con un emoji.
"Lucke." Tecleé esas cinco letras sobre la pantalla y las envié sin pensar. Sabía que era él. No había duda.
La clase no la compartía con ninguna de mis amigas y al igual que Álgebra, era una materia que odiaba.
"Sí."
Leí sobre la pantalla del móvil, su mensaje iba acompañado de un emoji, el mismo que había ocupado anteriormente, un sol o lo que parecía ser un sol con cara sonriente.
"Ya sabía," contesté con un emoji de adivino y una bola de cristal.
"Ya vi, que emoción." Fue lo que escribió y yo solo le respondí con emojis, patético, pero, era lo único que podía hacer. Me congelaba, difícil me era poder actuar normal...
No obstante, no estaba del todo perdida, a su vez él respondía con emojis, aunque, esta última vez, dos pequeños corazones rosas reposaban al lado del sol sonriente. ¿Qué mierda significaba eso? Gi, no te apresures, No. Te. Apresures.
"Tu amigo es genial," contesté.
"¿Cuál?" cuestionó con sorpresa.
"Yo." Escribí junto con emojis sonrientes sacando lágrimas. Es solo que me había dado risa el hecho de haberlo confundido, se suponía estaba conversando con su amigo fake.
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FAKE
ChickLitEl amor duele, pero duele aun más cuando no es correspondido El amor surge a partir de una cuenta fake Esta obra está registrada bajo Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Registrada en safe creative: 1804146572556