Capítulo 5. Lauren.

19 2 3
                                    

Me meto el zapato izquierdo en el pie y ato las cordoneras, están bastante despeluchadas, pronto tendré que cambiarlas, las anudo dos veces y me dispongo a imitar el mismo proceso con el zapato derecho. Son de color negras con la marca de las zapatillas en gris, me encantan, resultan muy cómodas para una larga jornada y a la vez sofisticadas.

Una vez al mes, normalmente en viernes, se lleva a cabo lo que nosotros hemos apodado como "La hora misteriosa", donde debemos permanecer con las persianas bajadas, sin salir de nuestro bloque de artes, pasado ese tiempo siempre hay en el campus dos enormes camiones, uno con comida y otro con ropa, productos de limpieza, material escolar etc.

Mi profesora de literatura universal nos acaba de anunciar que esta tarde toca aislarse durante una hora, así que esta noche cenaremos muy bien, ya que es tradición pegarse un buen festín después de la entrega. Suena el timbre de la clase, son las once y media por lo que tenemos media hora libre antes de continuar con las clases.

Me subo a la plataforma con un grupo de chicos de mi clase, al llegar abajo y poner los pies en el césped las gotas de rocío me salpican en las zapatillas y la parte baja de los leggins. Me encanta andar por la hierba y que ocurra esto, no entiendo muy bien por qué, pero siempre me hace cuestionarme como puede existir la naturaleza, por ejemplo los pájaros, ¿De dónde salieron? ¿Y nosotros?. Una vez me encontré con mi compañera Margaret de literatura una especie de libro llamado Biblia que hablaba sobre un tal Dios creador de todo, estaba en un cajón que se suponía que debía de permanecer cerrado, no pudimos leer mucho porque enseguida llegó la encargada de la biblioteca pero lo poco que leímos nos hizo preguntarnos muchas cosas durante los días siguientes. Con el tiempo dejamos de hablar sobre esto, pero yo no puedo evitar pensar en ello de vez en cuando. No se lo he comentado a ninguna de mis amigas más cercanas, podrían tomarme por loca.

-¡Lauren!

Escucho mi nombre desde alguna parte del campus, pero no logro adivinar quién me llama.

-¡Lauren Thompson!. ¿Es que estás sorda?- Miro a la derecha y ahí están mis compañeras de habitación sentadas en una mesa de la cafetería agitando los brazos como locas.

Me acerco hacia ellas y me siento en una de las dos sillas que están libres.

-Hola, chicas- Las saludo a las dos con la mano

-Por lo visto hoy toca hora misteriosa. ¡Qué chachi!- Dice Valentine poniendo cara de asco.

Me fijo en que se ha cambiado el color de las mechas, antes las llevaba lilas ahora son de un tono rosa oscuro. Yo no me tintaría el pelo pero a Valentine le queda genial. Tiene el pelo negro salvo las mechas rosas, liso, cortado a capas de una manera muy moderna, con un pequeño flequillo hacia el lado derecho, es bastante delgada y se le puede considerar alta, lleva el mismo uniforme que el resto de las chicas pero siempre se las apaña dándole un toque personal para que parezca diferente.

-Fíjate en el lado bueno, valentine. La cena de esta noche será estupenda- Contesta Meghan mientras se pasa la lengua por el labio superior.

-Tu siempre pensando en la comida- Veo como Valentine pone los ojos en blanco al decir esto.

Meghan es totalmente diferente a Valentine tanto físicamente como en personalidad. Ella es rubia, pelo liso, un poco bajita y regordeta y al contrario que Valentine no se interesa nada por la moda.

-Prefiero eso antes que estar obsesionada por los potajes esos a los que llamas tintes- Se defiende Meghan burlándose.

-Venga chicas tengamos la fiesta en paz, voy a por un croissant. ¿Queréis uno?- Pregunto mientras me levanto.

-Si la tintes me lo permite, vale.

-Si con la boca llena te vas a estar callada entonces que te lo traiga pero ya.

Entro en la cafetería, dentro esta Connor con varios chicos más, me mira y lo saludo.

Cojo de una vitrina dos croissants rellenos de chocolate, voy hacia donde están los cubiertos y me llevo dos platos blancos lisos y dos cuchillos y tenedores.

Al dirigirme hacia la mesa que se encuentra fuera de la cafetería me cruzo con Jacky y Thomas, que raro que Lukas no vaya con ellos, tenía entendido que eran inseparables.

Una vez que hemos acabado de almorzar nos dirigimos las tres juntas hacia la plataforma y cuando estamos subiendo suena la alarma que nos indica que hay que volver a las clases. Nos encaminamos cada una a nuestro arte, Meghan canto, Valentine danza y yo literatura.

En cuanto me doy cuenta ya han pasado las clases y es hora de comer. No tengo mucho apetito pero algo necesito llevarme a la boca.

Al llegar no encuentro a mis compañeras de habitación, así que me siento con varios compañeros de literatura.

Después de comer antes de que llegue la famosa hora misteriosa decido ir a la piscina a nadar un rato, hace frío pero me colocaré el neopreno.

Al meterme noto el agua fría congelarme cada parte de mi cuerpo en la que no llevo el traje, comienzo a nadar sintiendo cómo mis brazos se mueven por inercia haciéndome avanzar, cuando estoy llegando al final del segundo largo algo fuerte cae a mi lado. Levanto la vista y me quedo de piedra, hipnotizada por esos músculos marcados bajo el traje de baño.

-Que bien encontrar a alguien que comparta tu afición, ya me cansaba de nadar siempre solo- La grave voz de Brad me deja sin palabras, no me creo que me esté hablando a mí.

- Soy Brad Eaton, tu eres Lauren...Lauren Thompon ¿Verdad?.

Me quedo quieta durante un momento.

-Sí Lauren Thompson, encantada.

-Igualmente, vamos, nademos un rato- Hace un gesto con la cabeza señalando el resto de la piscina.

Nado detrás de él, imitando sus ejercicios a la vez que intento asimilar lo que ha ocurrido. Pasados cuarenta minutos decidimos pararnos y salir. Nos dirigimos al Cuadrado.

-Ha sido guay nadar juntos, tenemos que repetirlo. ¿Cuál es tu correo? Para así poder quedar en otra ocasión.

-Laurenthompsonliteratura@artmail.com

-Perfecto, bueno pues hasta otra entonces.

Encamino los pasos hacia los baños para cambiarme sin poderme creer esta última hora. ¡Brad, el guapo y genial Brad quiere quedar conmigo para nadar!

Entro en la tercera planta de mi bloque, la llamada sala relax donde siempre quedamos los de arte dramático y literatura ya que en cada bloque hay dos artes para la hora misteriosa.

Cuando se supone que estamos todos cierran la puerta y bajan las persianas.

Me acomodo en un sillón rojo a leer una novela, pero cuando apenas llevo un párrafo escucho un alboroto y la curiosidad me hace acercarme al grupo del que proviene.

-No hemos visto a Lukas Parker en todo el día- Dice una chica del grupo.

-Por lo visto lo llamó el Director- Añade otra voz.

-¿Qué le habrá pasado?

Escucho atentamente pero manteniéndome al margen del grupo.

-¿Creéis que se lo han llevado como a los otros chicos que desaparecieron?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 11, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

EnamorArteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora