Capitulo 1

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— ¿Que es este lugar?

— La cueva de los sueños, cualquier deseo que pidas se hará realidad.

— ¿Cualquiera?

— Cualquiera.

Magnolia.

Las calles de Mognolia festejaba el grandioso festival de invierno, luces, fuegos artificiales, y magia rodeaba la maravillosa ciudad. Y el gremio que la representa era el dueño de tal festival.

En frente, se encontraba Levy junto con su equipo sobre el carro lleno de verde tomando presencia de una hermosa flor de Noche Buena.

Gray y Juvia los seguían creando hermosas esculturas a su alrededor respectivas de la celebración.

La siguiente eran las hermanas Strauss quienes vestían trajes de invierno seguidas de "la danza de las espadas" de Erza junto con Wendy quien las movia ligeramente hacia arriba con su magia si se tratarán de bailarinas.

Las chicas bailaban como gitanas en el carro "de la luna", el tema de este año.

Tras de ellas, se encontraba Natsu que marcaba los fuegos artificiales con su fuego. Happy, Charle y Lily se encontraban tras de el con campanillas mancando los pasos y la próxima gesto ilusas.

Mientras yo observaba desde las barras lo magnifico que era el gremio. Asombrada por como deslumbraba a su paso con tanto brillos y colores en un día tan frío como este.

El turno del maestro llego y para la sorpresa de muchos el no tenía su típico traje de gato para divertir a los niños. Con su bata blanca el marcaba el final de la fila, junto con Gildartz. Que misteriosamente estaba presente ese día.

Laxus quien nunca había participado en esos festivales, ahora paseaba de aquí para allá por el lugar.

Me di la vuelta alejándome de la multitud y viendo desde lejos lo hermoso que todos se veía desde ahí.

— Sabes que no puedes participar, ¿por qué viniste? – me reprochó

— Estoy enferma, y el maestro no me permitió que lo hiciera en este estado, pero no me prohibió no ver – acomode mi suéter mas a mi cuerpo, bostezando.

— Deberías estar en casa – cruzo sus brazos como si se tratara de un padre molesto.

— Ya deja eso, quiero terminar de ver el festival.

— Aunque el maestro sabia que vendrías, no está bien, el viejo dijo que te cuidara mientras estés viendo el festival. Y como yo te veo estas fatal – me reprocho por segunda vez.

— Estoy bien – mentí — solo quiero ver hasta que pase Natsu – estaba agotada y sentía que en cualquier momento caería al suelo.

— Hoe, tienes que volver a casa.

— No quiero.

— Lucy, escucho tu respiración no estas...

— ¡Estoy bien! Solo quiero ver a los demás terminar de desfilar – me apresure a decir antes de que todo se arruinara.

— El maestro se molestara por esto.

— No importa, Gajeel, deberías ir a ver a Levy en todo caso – le recordé

— Ya vi a Levy, y ella sabe que debo cuidarte por si llegas a tener algún accidente.

— Pueden dejar de preocuparse por mi, estoy bien. El festival ya a va terminar.

El festival estaba por terminar, después de tantos gritos y aplausos llego lo que todo el pueblo esperaba ver. Los relámpagos de Laxus.

Y así paso, tiempo después de que las filas dieron un paso atrás los relámpagos chocaron con el suelo haciendo estruendo por estruendo dejando a todos asombrados por las figuras que se formaban en el cielo.

El signo de Fairy Tail fue grabado en el cielo con relámpagos. Las llamas de Natsu acompañaron el signo convirtiéndolo en un gran fuego artificial creando una gran conmoción.

Por las calles de Magnolia admiraban y aplaudían al gremio con emoción; aplaudí junto con ellos. Mis manos ardían con el frío y por la fuerza con la que las juntaba.

— Ya termino, hora de volver a casa – Gajeel tomo mi hombro y asentí lentamente con la cabeza.

— ¡Hoe, Lucy! ¿Viste eso? ¡Estuvo increíble! – llego Natsu corriendo a mi lado.

— Si, fue increíble – hable ya cansada.

— ¿Todavía te sientes mal? – junto su frente con la mía revisando la temperatura, me sonroje, y sentí arder; comencé a respirar entrecortadamente y trataba de meter todo el aire que podía por mi boca, pero se me hacia imposible — Gajeel, ve por Wendy. Lucy no esta mejorando.

Gajeel no renegó y salió corriendo a dirección al desfile donde estaba el carro de Erza.

— ¿Por qué viniste si te sentías tan mal tonta? – me regaño — Sube a mi espalda y tápate bien – poniéndose de concluyas en el suelo, pase mis piernas por su cintura dejando caer todo mi peso en su espalda, acomode el gorro del suéter hasta mi cabeza cubriéndome por completo — Demonios, hasta yo se que estas ardiendo.

Reí un poco a su comentario — ¿Eso es un alago? – el negó con la cabeza enojado, sabia que estaba enojado conmigo — Solo quería verlos a todos.

— Podías vernos cuando estuvieras bien.

— Quería verlos a todos en el festival.

— ¡Natsu! ¡Lucy! – grito Happy — Lucy, ¿estas bien?

— Si, estoy bien – mentí. Me sentía fatal.

— No te ves bien – voló alado de nosotros deprimido.

Mi respiración se quedó atrapada y comencé a toser, no podía respirar, mis ojos pesaban y sentí una presión en mi pecho que me estaba matando.

— ¡Demonios! – Natsu comenzó a correr lejos de la multitud. — Te llevare con la vieja ella sabrá qué hacer, estarás bien.

— Natsu... – susurre en su oído, no me escucha bien y pareció que él lo noto ya que comenzó a correr más rápido.

— Happy ve y avisa a Wendy que estaremos en casa de la vieja – Natsu alzo la voz ordenándole.

— ¡AYE! – Escuche el aire agitarse por la velocidad en la que Happy volaba.

Me recargue mas en su espalda dejando caer mi peso por completo. Ya no podía mantener mi propio cuerpo.

— MALDICION – gritó adentrándose al bosque.

— Ya esta bien, Natsu – mis labios estaban secos y con esfuerzo podía mover bien mis labios.

— No vuelvas a decir eso – su velocida fue disminuyendo hasta parar frente la casa de la dragona de Edolas. Natsu toco búscamente la puerta.

— ¡¿Que es lo que qui...- – abrió la puerta de golpe para después verme, sus ojos brillaron con curiosidad, en cuanto la vi comencé a cerrar los ojos lentamente. — Será mejor que entres ahora si es que no quieres que muera.

Eso al parecer, asustó a Natsu ya que entro al segundo dejándome en la única cama que había en la habitación.

— ¿Desde cuando esta asi? – preguntó y escuche el choque de muchos frascos a mi alrededor.

— Empezó hace una semana – escuche decir a Natsu. Escuchar era lo único que podía hacer, mi ojos se cerraron al instante de tocar la suavidad de la cama.

— ¿Wendy no le aplico su magia?

— Muchas veces, pero no mejoro – se escuchaba inquieto.

— Ya veo, déjanos solas.

Escuche la puerta cerrarse y deseé estar inconsciente.

— Veamos, la magia del cielo no funciono. Intentemos con las posiciones.

Un frasco paso por mi labios abrindolos ligeramente, el liquido era mas dulce que amargo. Su sabor era desconocido para mi sentido que por el momento estaba dormido. Su mano paso por mi frente y comencé a respirar con normalidad.

La tranquilidad paso por todo mi cuerpo dejándome dormir tranquila después de una semana de desvelos.

Strong Heart; naluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora