Strong Heart; nalu

Capitulo 6

Sangre. ¿Era posible ver tanta sangre en tan poco tiempo y en un lugar tan amplio?

Mi cuerpo tembló, por una parte de frío y por la otra de miedo. Tenía miedo. Mis manos de color rojo, mi ropa empapada de esa misma sustancia y las personas a mi alrededor muertas.

Y la única que estaba todavía viva, estaba parada frente de mi.

— ¿Como pudiste? – susurre con pequeños sollozos.

Me deje caer en el suelo tratando de sostener el cuerpo de la más joven del gremio. Su piel estaba fría y una cortada desde su clavícula a su estómago era visible tras la ropa empapada de sangre. Llore. Llore como nunca. Cargando a la pequeña sollocé mas fuerte al darme cuenta que no era la única que había mueto. Llore al darme cuenta que Natsu era el único de píe. Llore hasta gritar de desesperación y romper mi voz.

— ¡Como pudiste! ¡Eran tus amigos, tu familia! – grite a todo pulmón aún sin soltar el cuerpo de Wendy.

— Te equivocas... yo no... – me miro a los ojos, rojos, tan rojos como la sangre que estaba a nuestro alrededor.

— ¡Cállate! Tu hiciste todo esto... ¿por qué? ¿¡por que tuviste que ser tu!? – grité aún más fuerte que la primera vez hasta que la ira me gano ignorando el dolor que proporcionaba mi garganta al hablar.

— Aún no te has dado cuenta... – murmuro mientras yo temblaba.

Callé, y trate de escuchar con atención sus próximas palabras, las cuales jamás llegaron. Su mirada solo reflejaba desolación.

No lo entendía. Él los había matado a todos, ¿por qué es a mi a quien mira de esa manera?

— No te has dado cuenta de lo que hiciste, Lucy – sus ojos se apagaron volteando la mirada a todos a nuestro al rededor.

Me di cuanta de algo. Estaba tan limpio, sin ninguna mancha de sangre sin ninguna gota de sudor.

Solté a la pequeña para mirarme mejor, mis pies desnudos pisaban el suelo rojo, mi cabello estaba empapado de sudor y sangre. Pero mis ropas, rotas y deshilachadas, casi sin nada, con cortadas leves pero notorias.

Mi cuerpo comenzó a temblar, y retrocedí hasta caer al suelo, mis ojos se llenaron de lagrimas al recordar lo que había hecho.

Un grito mas salió de mis labios sin poder comprender que había hecho.

— Lo recuerdas ahora – murmuro con malicia en la voz – Te puedo hacer olvidar.

Se acercó a paso lento a mi. Temí a que me hiriera, pero eso era absurdo... yo era la única que hería a las personas.

Me detuve para enrollar mis piernas con mis brazos ocultando mi cabeza en ellas, las lagrimas saladas salían deprisa, la respiración se entrecortaba por la presión y la garganta dolía de los gritos que proporcionaba.

— Hazme olvidar, hazme olvidar, hazme olvidar – repetí incontables veces en solo segundos.

Yo los mate a todos. Con mis propias manos.

×××

— Natsu-san... – le hablo la pequeña.

— ¿Si? – preguntó el mago de fuego mirando a su compañera dormir.

— ¿Estará bien, Lucy-san? – su voz se quebró al no poder hacer nada con su herida — Lo siento, no pude ayudar en nada – sollozo.

— Si, ella estará bien, Lucy es fuerte. Mas fuerte de lo que todos creen – habló frunciendo los labios.