Capítulo diez

44 4 0
                                    

-Bueno... ¿y qué tenías que preguntarme?- Le dije a Will, ya que llevaba un rato callado mirándome.

-De primeras, ¿qué hacía Caleb en tu habitación?.- ¿Y yo ahora qué le decía? ¿La verdad? Pero es que si le decía la verdad se iba a enfadar conmigo, y no quería que volviésemos a estar como antes. ¿Pero qué otra cosa podía hacer? Ya se había visto que lo mío no eran las mentiras. Y aprendí que antes o después las mentiras siempre se descubren, y suelen ser peores que la verdad.

-Pues... Ayer, después de que pasase todo....- Él empezó a sonreír cuando dije eso.-Estaba tan borracha, que ni sé por qué, le pedí que se quedase conmigo.- Y de repente, se le borró la sonrisa.

-¿Y que hacía solo en ropa interior, y en tu vestidor?

-Ahí solo te puedo responder a lo del vestidor, estaba allí porque Josh había llamado a la puerta, y bueno sería un poco raro si tus padres se enteran de que hemos dormido juntos. Era raro hasta para mí.- Cogí un poco de aire para poder seguir hablando. Ya que, no sé por qué, pero estaba hablando muy deprisa y apenas me daba tiempo a respirar.-Y en cuanto a lo de estar en ropa interior supongo que estaría incómodo por la noche y se la quitó sin pensar mucho. Ya sabes, es Caleb, no piensa mucho.- Dije intentando bromear. Aunque, pensé una cosa, era la hora de ponerle a él nervioso.- ¿Y tú por qué necesitabas saber todo eso?

-¿Eh? ¿Yo? Yo... Por nada, solo por hablar de algo...- Dijo incómodo.

-Sí, sí...- Le respondí irónica.- ¿No estarías celoso?- Le dije moviendo las cejas y sonriendo.

-¿Qué? ¿Yo por qué iba a estar celoso de Caleb porque haya dormido contigo? Ni que dos besos significasen algo.- Ya estamos otra vez como siempre.

-Y el gilipollas ha vuelto.- Le dije mientras aplaudía irónica.

-Yo no soy ningún gilipollas. Soy realista, si te crees que por dos besos, y estando borrachos, ya somos algo, crees mal.

-Yo no me lo he creído por dos besos. Me lo he creído por como te has comportado al ver a Caleb esta mañana salir de mi habitación o como me has sonreído cuando has salido de tu habitación y me has visto hablando con Josh, y como querías quedarte conmigo, según tú, solo por hablar de algo. Mientras que tú, yo y hasta Obama sabe que no era solo por pasar el rato, ya que tú y yo nunca nos hemos llevado bien.
Él único que aquí se ha creído que éramos algo por solo dos besos, has sido tú.- Al fin lo había soltado todo.- Y ahora, si me haces el favor, vete de mi habitación.- Dije enfadada.

-Oli...- Dijo Will.

-He dicho que te vayas. Ya llamaré a Caleb para que venga a hacerme compañía. Él al menos es más simpático.- Y dicho esto, se fue dando un portazo.

Este chico era gilipollas, y jamás me cansaría de decirlo.
Yo lo único que quería era un día tranquilo después de todo lo que pasó ayer, ¿y me encuentro con esto? ¿Alguien me dice que he hecho yo en otra vida para merecer esto? La cabeza me iba a estallar, porque además de la resaca se le añadía el golpe que me había dado y que había gritado demasiado. No me hubiese extrañado si Will se hubiese asustado por si se me explotaba alguna vena de la cabeza. No Olive, no pienses más en ese idiota, porque es lo único que es, un gran idiota. Lo mejor será que tr vayas a dormir.
Entonces me dí cuenta de cuán raro sonaba que hablase conmigo misma en tercera persona.
Me disponía a irme a dormir, pero como no, alguien llamó a la puerta de la habitación interrumpiéndome.

-¿Olive? ¿Estás despierta y visible?- Dijo mientras sostenía una bandeja con comida en una mano y con la otra se tapaba la cara. Eso hizo que me riese.

-Sí, tranquilo. Será mejor que sujetes la bandeja con las dos manos.
Pero cuando ya tenía las dos manos debajo de la bandeja se tropezó con uno de mis zapatos, y casi acaba en el suelo.

-¿Caleb? ¿Estás bien?- Le pregunté.

-Sí, sí y la comida espero que también. Que me ha costado demasiado prepararla.- Dijo él bromeando.

-Oh genial, ya me estaba muriendo de hambre.- Y en cuanto acabé de decir la frase, llamaron a la puerta.- Oye Caleb, puedo ir yo. Tan solo me he desmayado, no me he caído desde un quinto ni nada de eso.

-No, no, nada de eso. Tú tienes que descansar, y vas a descansar. Y aquí te traigo para que no te aburras miles de pelis para que elijas, y si quieres las podemos ver juntos.

-Está bien. Tampoco me voy a oponer a pasar un día entero sin moverme de la cama y sin hacer nada.- Dije bromeando.

-Voy a bajar a abrir, aunque creo que es Edward.-Dijo él mientras se reía por mi comentario anterior.

-Oh, está bien.- Dije mientras empezaba a comer.

Al poco tiempo se escuchaban voces por las escaleras, supongo que Caleb y Edward vendrían a hacerme compañía. O al menos, eso esperaba porque me aburría mucho mientras comía, y ya que no iba a conseguir dormirme porque me iban a estar interrumpiendo siempre, no estaría mal algo de compañía.

-¡Hey, Olive! ¿Te acuerdas de mí?- Dijo Edward gritando mientras entraba en la habitación. Tal y como había pensado, venían a hacerme compañía.

-Pues claro que me acuerdo idiota, que estuviese borracha no significa que no supiese ni como me llamaba.- Aunque realmente sí, significa eso, exactamente.

-Oh genial.- Dijo Caleb interrumpiendo nuestra importante coversación, hagasé notable la ironía por favor.- Mi padre no puede ir a recoger a mis hermanos al entrenamiento. Tengo que ir yo. ¿Eddie te quedas con ella mientras que yo voy a por mis hermanos? Será poco tiempo lo juro, y después hacemos algo.

-¡Qué no me llames Eddie! Y claro, te esperaré.

-¡Genial! Pues en poco tiempo vuelvo.

-¿Por qué os gusta gritar tanto?- Dije cuando escuché como la puerta de abajo se cerraba, indicando que Caleb se había marchado.
Edward se puso a reír.

-Cuando estás de resaca hasta el más pequeño susurro te molesta. ¿Vemos pelis?- Dijo mientras se acostaba también en la cama. Vaya, que confianzas se tomaba este, y solo habíamos hablado una noche.

-¿Alguien te ha dicho que te puede echar en la cama? Tú como mucho irías en el sofá.- Dije.

-Oh venga, tampoco es para tanto.- Dijo él quitándole hierro al asunto. Tal vez no era para tanto.

-Vale, bueno, pero tú te levantas a poner la peli. Toma, pon esta Eddie.- Dije mientras le daba una peli.

-¿Eddie? Que no me llaméis Eddie, joder. Lo odio.

-Que sí, que sí... - Dije mientras Caleb se levantaba de la cama otra vez para poner la peli.

Al rato volvió y la película empezó. Iba a ser una tarde "entretenida". Claro que para mí hubiese sido mejor estar sola que quedarme con un chico que apenas conocía.

Ahora es mi momentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora