Capítulo ocho

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El concierto empezó y Edward y yo estábamos sentados en una especie de banco.
Él me preguntaba todo tipo de preguntas y yo solo bebía y bebía. Empezaba a sentirme mareada, pero no podía parar de beber.

-Olive, deberías dejar de beber.- Me dijo Edward.

-¿Qué? No, estoy bien.- Dije mientras se me trababa la lengua.

-Mejor vamos a buscar a Caleb. Me echará la bronca si ve que estas así.- Intentó levantarme pero me caí al momento.

-Ay.- Me quejé.

-Bueno, mejor quedate aquí, yo iré a buscarlo. Pero no te muevas eh.- Me dijo Edward.
Mientras que yo asentía en forma de respuesta.
Me quedé un rato sola, pero alguien se sentó a mi lado en el banco. Al momento me di cuenta de que era Will.

-Hey.- Le saludé, pero no me escuchó.- Tss, ¿estás ahí?- Aunque no creo que me entendiese, no me entendía ni yo misma.

-¡Olive! ¡Amiga mía! ¿Qué haces aquí?- Me preguntó Will. Vaya, si que estaba borracho, no creo que él me llamase amiga, ni siquiera creo que me hubiese hablado.

-Estoy esperando a Edward, que ha ido a buscar a Caleb.

-¿Tú no te juntas con tías? ¿Solo con tíos? ¿Es que eres un tío?- Me dijo riéndose.- Pues si lo eres mis padres se llevarían una decepción.- Y dicho esto, dejó de reírse.

-Eres un gilipollas hasta borracho. Y no, no me junto con tías, los tíos son mejores. Todos excepto tú. Porque eres un...
Pero no me dejó acabar la frase. Ya que me besó. Espera ¡Me estaba besando! ¡Qué coño le pasaba! ¡Qué hacía besándome!

-No, no, para, ¿qué estás haciendo?- Le pretunté extrañada.

-No sé, solo me dejo llevar.- Y dicho esto se volvió a abalanzar sobre mí.
Al principio intenté pararlo, pero al ver que no podía, tan solo me dejé llevar. Tal y como él había dicho.
Cuando el beso terminó los dos nos sonreímos.

-¡Olive!- Gritaron de lejos. Y me di cuenta de que eran Caleb y Edward.

Y corriendo Will y yo nos alejamos. Espero que Caleb no nos hubiese visto. Espero que nadie nos hubiese visto. ¿Pero qué había hecho? Ahora no me arrepentía de nada, claro que ahora no sabía ni como me llamaba. Mañana iba a ser de lo peor.

-Olive, ¿estás bien?- Me preguntó Caleb. Y el mareo volvió.

-Sí, claro que sí.- Dije intentando aparentar que estaba bien, pero se me trababa la lengua, cosa que me delataba.

-Genial. Estás muy borracha.-Dijo Caleb.- ¿Es que no podías haberla cuidado?

-Oye, que no es mi hermana, es la tuya.- Dijo Edward. Genial, ahora Caleb sabría que yo le he contado todo. Aunque se iba a enterar antes o después, así que mejor ahora que no me iba a enterar de nada.

-Me da igual pero tú...

Y alguien interrumpió a Caleb, era Will vomitando. Yo al verle no pude soportar tampoco las ganas de vomitar.

-¡Pero qué coño! ¿Will desde cuándo está aquí?- Gritó Caleb.- Joder, ahora tenemos a dos borrachos vomitones.

-¿Tenemos? Caleb, que no, que no son mis hermanos, no son mi familia y por lo tanto, no son mi problema.

-Venga Eddie, ayudame solo a llevarlos al coche.

-Necesito papel...- Dijo Will.

-¡Callaté!- Gritaron Caleb y Edward.

Y a mí me entraron unas ganas de reír que no pude soportar. A lo que se unió Will. Es que esta situación era muy graciosa.

-Te ayudo si dejas de llamarme Eddie.- Dijo Edward.

-¡Bien! Ayuda a Will a levantarse, yo ayudaré a Olive.

-Nono, yo ayudaré a Olive, tu ayuda a Will.

-¿Y eso por qué?

-Porque bastante que te estoy ayudando.

-Pero eso...

-Chicos, ¿podemos irnos ya?- Los interrumpí.

Llegamos al coche de Caleb, y allí se quedó Edward.
Llegamos a casa cuando casi estaba dormida, Caleb nos entró a los dos en casa, y me dejó a mí en la primera planta.

-Olive, quedaté aquí, voy a ayudar a Will a subir, ni se te ocurra moverte. Si te vas, dormirás por ahí, porque yo no voy a ir a por ti, ¿de acuerdo?- Me dijo Caleb, y yo asentí en forma de respuesta.

Mientras que estaba sola me puse a pensar en lo del beso. Bueno, en los besos, porque habían sido dos, y joder, mañana me iba a arrepentir. Pero necesitaba dormir ya.

-Venga, Olive, es hora de dormir.- Dijo Caleb cuando llegó a la primera planta.
Yo abrí los brazos y moví las manos en señal de que quería que me cogiese.-¿En serio?- Dijo irónico Caleb. Yo asentí en forma de respuesta.
Mientras subíamos las escaleras, Caleb iba diciendo algo de Will y mío, y unos gilipollas. No sé, no me enteraba de nada, en sus brazos se estaba muy cómoda, y tenía demasiado sueño.

-Venga, a dormir la mona, Olive.- Me dijo Caleb mientras me tiraba en la cama y se iba de la habitación.

-¡No! ¡No te vayas!- Le dije.

-¿Qué?- Me dijo Caleb extrañado.

-Quedaté conmigo esta noche.- Ni siquiera sabía por qué le estaba diciendo eso, pero solo quería que se quedase.

-Está bien.- Dijo después de un rato.- Echaté a un lado.

Y así hice, porque, ya que me iba a arrepentir de miles de cosas por esta noche, ¿qué más daba por una más?

Y poco después de intentar hacer un repaso de toda la noche, aunque era bastante difícil, con lo borracha que estaba, me quedé dormida.
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Al fin algo de salseo, jejeje. Aunque esto no es nada a comparación de lo que queda.
Votad y comentad, please, que no cuesta nada, sobretodo lo de votar. Besos

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