Capítulo nueve

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Abrí los ojos lentamente, ya que la luz me molestaba. Cuando al fin pude aconstumbrarme, un terrible dolor de cabeza empezó a taladrarme. Y entonces empecé a recordar todo lo que pasó a noche. Edward, la borrachera, Will... ¡Will! Oh dios mío, ¿qué iba a pasar ahora? ¿tenía que actuar como si nada? Tenía miedo por lo que pasaría.

-Buenos días.

- ¡Ah!- Grité, ¡joder! ¡no me acordaba de que estaba Caleb aquí!
Él se empezó a reír.

-¿Te he asustado?- Me preguntó.

-Sí, bueno... Ya ni me acordaba de que estabas aquí.- Le contesté.

Y empezó a sonar su móvil.

-Oh Caleb apaga eso, la cabeza me va a estallar.

-Ya voy, ya voy.- Y cogió el móvil.-Hola mamá, sí, sí, no, ahora bajaré a comer, ¿Olive? Mmm, no sé, no la veo desde anoche, ¿Mandar a Josh a su habitación? Vale, vale.- Yo puse cara de asustada mientras que escucha la conversación.- Sí, ahora bajamos a comer. Adiós.

Y en cuanto dijo adiós, llamaron a la puerta de la habitación.
Los dos nos miramos muy nerviosos. Me levanté corriendo de la cama y empecé a moverlo a él.

-¿Olive?- Dijeron detrás de la puerta.

-Mm sí, un momento, que me estoy vistiendo.
Le señalé a Caleb para que corriese hacia el vestidor para esconderse. Y genial, me dí cuenta de que iba solo con la ropa interior. Pero ahora no era momento de pensar en esas cosas.

-Ya voy.- Dije.- Hola.-Dije abriendo la puerta muy poquito, como para que solo se me viese la cara. No quería arriesgarme a que viesen a Caleb.

-Hola.- Dijo Josh. Y en ese momento salió Will por la puerta de su habitación, quién me sonrió, uh, ¿me había sonreído? ¿es que ahora todo iba a cambiar por el beso de ayer?
Yo le sonreí de vuelta, aunque no sabía ni por qué.

-Buenos días.- Dijo Will, quien también se asomaba a la puerta.

-Buenos días.- Le contesté.

Josh nos miró a los dos y rodó los ojos.

-¿Por qué no abres la puerta algo más?- Dijo Josh.

-Es que... No estoy vestida.

-¿Pero no estabas haciendo eso mientras te esperaba?

-Mmmm, sí pero... No quería hacerte esperar mucho y solo me he puesto la camiseta...- Dije sin saber que contestar.

-Ahh.- Dijo Josh no muy convencido.- Bueno, me ha mandando mi madre a...

-¿Y esos pantalones?- Dijo Will interrumpiendo a Joshy y señalando a unos pantalones que había en el suelo. Genial. Ahí estaban los pantalones de Caleb.

-¿Eh? Esos pantalones... ¡Son míos!

-Pues parecen de hombre, y muy grandes como para ser tuyos.- Dijo Will cambiando la actitud de hace un momento.

-Bueno... Es que me gustan los pantalones así...- Al final me iban a descubrir.

-Claro... ¿Te los pondrías? Es que quiero ver como se te quedan.

-Oh no creo que haga falta Will. Porque... Bueno, que no me gustan, creía que me iban a quedar mejor, pero no.

-¿No decías que te gustaban así?

-Está bien, dejadme un momento...- ¿En serio? ¿Ahora me tenía que poner sus pantalones? Las mentiras tienen las patas muy cortas, y si encima la persona que las dice miente mal, ni te cuento...
Me puse los pantalones y me entró la risa, no se creerían eso ni en broma, se nota que no son míos. Pero aún así salí.

-Bien, ya está, estos son.-Dije mientras me los sujetaba de la cintura, porque se me caían.
Josh empezó a reírse, pero en cambio, Will seguía con cara de pocos amigos.

-¿En serio crees que me lo voy a creer? ¿De quién...- Pero un móvil empezó a sonar interrumpiendo a Will. Y como no, tenía que ser el móvil de Caleb.- ¿Ese es el móvil de Caleb?

-¿Qué?- Dije con voz aguda.- No, claro que no, es el mío...- Dije alargando la mentira, pero Will estaba entrando ya en la habitación.

- ¿Y a tí desde cuando te llama mi tía Anne?

-Pues desde que llegué aquí... Tú tía Anne es muy simpática y...¿No cuela verdad?- Dije abandonándolo todo. Y entonces salió Caleb del vestidor. Venga hombre... ¿Podía pasar algo peor?

-Mejor me voy de aquí.- Dijo Will saliendo de la habitación, hacia las escaleras.

-No, Will, espera, que te lo explico.- Dije saliendo detrás de Will, cogiendo los pantalones por la cintura. Esto era demasiado ridículo.- ¡Will espera!- Y en ese momento me caí al suelo dándome en la cabeza. Pues sí, si podía pasar algo peor.

-¿Olive? ¡Olive!- Oí gritar a Will, y después caí en un sueño.
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-Apartaros un poco, chicos.- Oí decir a una voz femenina.

-¿Se está despertando?- Escuché a otra voz.

-Eso parece.

Y entonces empecé a recordar que me había pasado. Mi caída con los pantalones. Hay que ser tonta para caerse con unos pantalones, peor, hay que ser tonta para llevar unos pantalones de chico y correr con ellos por todo un pasillo. No quería hacerlos esperar más, y aunque me sentía fatal, empecé a abrir los ojos.

-¡Olive! ¿Cómo estás?- Me preguntó Will.

-Mareada y con un dolor de cabeza terrible.- Le contesté.

-Cariño te has dado un golpe, y te has desmayado. Pero ya está todo bien. Yo tengo que irme a trabajar ya, pero Will y Caleb te cuidarán. Si necesitas algo, no tienes más que pedirlo.

-Vale.- Le dije intentando sonreír, pero me dolía demasiado la cabeza, hasta para sonreír.

-Adiós hijos.- Dijo moviendo la mano y lanzando un beso.

Qué bien, pensé irónica, estaba en mi habitación con Will y Caleb, y con ellos iba a estar todo el día.

-Bueno, Caleb, ya te puedes ir. Yo cuidaré de ella.- Dijo Will. Lo que me hizo sonreír como una idiota. Aunque ni sé por qué, si posiblemente lo único que quería era explicaciones.

-¿Qué? Oh no, tú te vas, yo me quedo.- Dijo Caleb. Y yo estaba volviéndome loca.

-Bueno, pues vamos a echarlo a suertes. Quien pierda, le toca cocinar, y el otro, se queda aquí con Olive.

-Vale. Una, dos y tres...- Dijo Caleb.- Oh joder...

-¡Toma! Alá a la cocina chef Caleb.
No pude evitar reírme.

-¿Al mejor de tres?- Dijo Caleb.

-Oh no, no. Yo me quedo, tú te vas.

-Está bien.- Y dicho esto se fue de la habitación.

Ahora llegaba lo malo. Me había quedado sola con Will, y me sentía mal por haber dormido con Caleb. Aún sin hacer nada y sin tener nada con Will.

-Bueno, bueno...Olive, tengo que hacerte algunas preguntas.- Dijo Will.

-Está bien...- Dije sonriendo incómoda.

Ahí empezaba mi pesadilla.

Ahora es mi momentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora