Capítulo dieciséis.

39 2 0
                                    

Era viernes por la tarde. Había llegado del instituto y me tiré en mi cama sin saber que hacer. La semana se me había pasado bastante rápida. Y había conocido a todos los amigos de Brooke, excepto a una chica que todavía no había llegado de sus vacaciones. Me llevaba bastante bien con todos, y les conté que yo era la tan famosa chica adoptada de los hermanos Parker.
Aunque sin comentarle el por qué del abandonarme. No estaba preparada para eso. La última vez que hablé de eso con alguien fue con "mi padre" si todavía se le puede llamar así.
Mi móvil comenzó a sonar y dejé mis pensamientos a un lado.

-¿Si?- Dije.

-¡Olive! Tengo algo súper importante que decirte.- Me contestó Brooke.

-¿Qué pasa?- Dije algo preocupada.

-¡Tengo un vestido precioso para mañana!

-¿Mañana? ¿Qué hay... Oh ya me acuerdo.- Se me había olvidado completamente que mañana era la fiesta, aunque ya les había pedido permiso a Sandra y Peter y me dijeron que sí. Siempre que tuviese cuidado.- ¿Bueno y por qué es tan importante el vestido?- Dije extrañada.

-¡Qué por qué es tan importante! ¡El look para salir es súper importante!- Me dijeron Judith y Brooke gritando. -Hola Olive.- Dijo Judith.

-Hey. Vale, vale, muy importante, pero no me gritéis.

-¿Tú que te vas a poner?

-Oh pues no lo sé... Supongo que miraré en toda la ropa que Sandra me compró y... ¡Tengo una idea! ¿Por qué no os venís y me ayudáis a elegir?

-¿A-a-a tú ca-ca-ca-sa?- Dijo Brooke tartamudeando.- ¿Con todos tus hermanos? Ay no que vergüenza.

-Oh venga, seguro que todos se van pronto. Y no tenemos que salir de mi habitación. Tenemos todo lo necesario en ella.

-Olive no le hagas caso a Brooke, estamos allí en media hora.

-¡Bien! Adiós.

-Hasta luego.- Dijo animada Judith.

Bueno, pues tendría visita por primera vez en casa. Como ni Sandra ni Peter estaban, no tendría que pedir permiso, aunque no creo que les molestase.
Salí de la habitación para ver quienes estaban en casa.
Me junté disimuladamente a la puerta de Will, y como no oía nada, abrí la puerta un poco, y me asomé.

-¿Qué haces?- Me dijo apareciendo de la nada Caleb.

-¡Ah!- Grité.- Joder, me has asustado.- Caleb empezó a reírse.- No tiene gracia.

-Si que la tiene. Bueno, ¿qué haces asomada a la habitación de Will?- Me preguntó él.

-¿Qué? Oh ¿esta es la habitación de Will? Ni lo sabía.- Dije haciendo muecas e intentando disimular. No se me daba muy bien mentir.- Me he desorientado y estaba comprobando si era la mía.

-Pero si te acabo de ver saliendo de la tuya. Disimulas muy mal, ¿sabes?

-Está bien... Solo estaba mirando si Will estaba en su cuarto, ¿tú sabes si está?

-¿Para qué lo quieres? Y no, no está en casa, se ha ido hace un rato.

-No lo quería para nada.- Dije empezando a ponerme nerviosa. ¿Y si Edward le había contado algo?- Solo quería saber si estaba o no en casa, ahora que ya lo sé...

-Bien, pero ¿para qué querías saberlo?

-Te gusta hacer muchas preguntas. Solo lo quería saber porque dos amigas van a venir a casa, y bueno...

Ahora es mi momentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora