Capítulo 11- Daniel

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Las bestias empezaron a moverse sin control, pero continué recitando el hechizo a pesar de que no parecía que las cosas fueran a salir bien.

Al acabar el hechizo una niebla me rodeó. No veía nada. Pasaban los minutos, y me sentía débil y desprotejido. Yo era nada en comparación con ellos, el miedo me inundó por primera vez en mi vida.

Pasados unos 5 minutos empecé a ver algo, la niebla se disipaba, pero a la velocidad de un caracol. Grande fue mi asombro al ver a los tres magistrales postrados ante mí. Las leyendas eran ciertas <Aquel cuyo poder libere a los magistrales, será el amo y señor de estos.> Ahora me sentía más fuerte. Las bestias esperaban mis órdenes, no las de otro. Sin demorarme un segundo más, me dirigí hacia ellas.

-¡Ha llegado la hora de que el imperio de Fruskor vuelva! ¡Declararemos la guerra a todos aquellos que osaron levantarse contra mi padre y lo mandaron a las catatumbas! ¡La venganza ha de ser terrible! ¡No quedará en pie nadie de los que osaron plantarle cara!

Sus miradas destellaban placer y en ese momento no sabía si era porque deseaban comerme, o porque verdaderamente mis palabras les estaban cautivando.

Y... rompiendo el silencio que había dejado tras mis palabras Caos (el de la izquierda), habló.

+Entonces, ¿Cuáles son las órdenes por el momento?

-¿Atacar y devorar?-Dijo Inferno

+Mejor arrancar cabezas y lamer su sangre.-Dijo Muerte.

-No...que la ultima vez me empaché demasiado con la sangre, prefiero comerlos de un tirón y que la sangre simplemente sea una salsita mas...

+Su carne es horrible... Prefiero simplemente la sangre.

-Pues vaya mal gusto...

+¿Perdona? Aquí el único con mal gusto eres tú, palurdo. Me parece imposible que te empacharas de sangre porque eres tan lelo que seguro que un humano te hubiera matado a ti antes que tú a él.

-¿QUIERES PROBAR MI HABILIDAD PARA MATAR PERSONAS? O MEJOR AÚN ¿QUIERES QUE LA PRUEBE CONTIGO?

+Adelante bola de sebo, te espero.- Muerte sonrió desquiciando a Inferno aún más.

-¡SILENCIO!- Les espetó Caos. Aquí las órdenes las da él, y os juro que como os mováis o intentéis haceros algo, me encargaré personalmente de arrancaros la cabeza a los dos. Inútiles.

Acto inmediato y con respeto, calmados mirándome a mí los tres, me preguntó Caos:

-¿Cuáles son las ordenes entonces?

+Es pronto para atacar.-Les respondí. Habréis de atacar cuando yo os de la señal. Nadie debe saber que habéis despertado, sois nuestra carta bajo la manga. Si los dioses nos descubren antes de tiempo, será el fin. La señal no será directamente mía, pero cuando el sol empiece a destellar caos, será el momento de atacar.

Y sin una palabra más, los tres desaparecieron y acataron las órdenes. Impresionante.

Me puse la capucha y salí en dirección a la aldea. Quería saber qué era lo que la gente había visto y que impresión les había causado. Si alguien me había descubierto tendría que matarlo.

Mientras había estado en el aire cuando recitaba el hechizo mi sensación había sido de que la tierra temblaba, o sea de que había habido un terremoto.

Pronto llegué a la aldea, pero al llegar allí no note sensación de miedo, alteración o intranquilidad ¿No les había afectado el terremoto? Que extraño.

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⏰ Última actualización: May 24, 2017 ⏰

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