Capítulo 7- Oliver

131 12 4
                                    

El corazón se me congeló de tan solo pensar que ese diario podría haber sido de mi abuelo; ''El diario de Solem''. Esas palabras retumbaron en mi cabeza. ¿Era acaso un mensaje de mi abuelo?

Qué libro tan raro. A pesar de todo, no estaba lleno de sangre como pensé en un primer momento.

Acerqué mi cara al libro y lo olí. Si, olía exactamente a lo que yo esperaba, páginas antiguas. Pero me decepcioné al no encontrar ni pizca de algún olor que me recordara a mi abuelo. Lo abrí con todo el cariño del mundo, pensando en los mundos que podría haber llevado a mi abuelo este libro. Si nunca te has detenido a abrir un libro, disfrutando de su textura y de su delicado olor que lo hace diferente del resto, nunca has leído un libro de verdad. Disfrutando de las sensaciones más delicadas, pero también de las más extremas.

Me senté en una roca y abrí el libro. Una pasta que estaba tan desgastada por el tiempo que incluso crujió, me dolió en el alma. Lo abrí lentamente para evitar que la pasta se rompiera, llevaba mucho tiempo sin abrirse.

Centré mi mirada en leer aquello que había sido escrito a mano con una delicada letra en la primera página:

Este diario ha sido escrito para aquellos que estén siendo testigos del mal que acecha a nuestras galaxias para que puedan comprender y actuar en consecuencia. 
Que Dermeus os guíe.

Estaba claro, que este libro era especial. Pero necesitaba urgentemente un baño, y fingir estar malo para poder quedarme en casa.
Llegué rápidamente. Con mucho sigilo abrí la puerta, deslizando suavemente la llave a través de la cerradura y con un simple giro de muñeca, voila! Ya estaba abierta.

La casa estaba a oscuras, no se habían despertado, por suerte para mi. Me metí en el baño rápido como una bala. Y puse el cerrojo. ¡Que alivio! no me habían descubierto. Encendí el grifo del agua caliente, como a mi me gusta y me puse el calefactor. Me tocaba un baño relajante, muy relajante después de lo ocurrido.
Cuando se llenó de agua la bañera me metí lentamente, porque el agua quemaba. Y si, chicos. Me metí con el libro en la mano, ya no podía esperar mas para leerlo.
Con cuidado de que no se mojase lo abrí por la segunda página.

Diario de Solem:
Nuevamente hoy he sufrido estos violentos  ataques, no sé de donde pueden proceder. No tengo ni idea de que sentido tienen pero algo tiene que estarme pasando, esto ya no es normal, todo lo veo raro, ¡todo! Hasta las personas, mis padres, mi familia, mis amigos...
Todo es tan místico y tan confuso que no sé que tengo que pensar. Sé que estoy muy cerca de algo que pronto nos alcanzará. Y creo que nadie podrá escapar. Estamos bajo una influencia, ¿Maligna? 
No lo sé, pero yo no puedo seguir viviendo así, esto me está matando. No sé si quiero que llegue esta presencia maligna, pero si tiene que llegar algún día, que sea ahora mismo. Me arrepiento de esta extraña vida, mis pensamientos, mis pesares, mis sentires, parece que todo esto se hace más presente que nunca y mucho más fuerte. Estoy tan agobiado...
Hoy me he levantado diferente, bueno se han levantado diferente, creo que mi teoría del día 18/11/1589 es cierta. 
No podía ser ¿1589? Allí a mi abuelo le faltaban unos tres siglos y medio para nacer.
Esa presencia les manipula poco a poco, ¿en el sueño? No sé. No sé, ¡No sé nada!  Lo que no entiendo es porque a mi no me afecta. No sabéis lo que es vivir así. Y sinceramente espero que nunca lo sepáis. Esta mañana todo ha sido aun más extraño. Creo que hasta la mirada de los ojos. Con este pesar no lo había notado hasta que tuve un encontronazo con Pablo. Lo vi, lo vi todo, ese brillo, ese color, eso no podía ser humano. La verdad, reconozco nuca antes me había fijado en su mirada, pero es todo tan extraño. Todo trató de unos segundos, yo iba a mi ritmo y el ¿al suyo?
¿O de otra persona? Podría ser, seguramente al menos por lo que creo, si.
Pero eso no fue lo único que he notado hoy. Volvía del instituto y pasé por la oficina de trabajo de mi padre, y una duda que me albergaba pero no sabía si era cierta, tuvo respuesta. Llevaba días extrañado, no sé, la gente no comentaba nada de muertes, no ocurría ningún mal suceso, en los periódicos no anunciaban nada de muertes en el pueblo. Revisé el índice de mortalidad durante este mes, y grande fue mi sorpresa al comprobar que efectivamente, no había muerto nadie en mi ciudad. Al menos no estaba registrado. Extrañado y con grandes dudas me senté en la mesa, cogí los registros mensuales de este mes de todos los países y empecé a investigar. Todos los datos de todos los países, todo cero, ¡es imposible que nadie se haya dado cuenta! Está claro, aquí algo está cambiando a la gente, no sé de qué manera, ni cómo actúa y lo que más miedo me da, el por qué lo hace. Y sé que es repetitivo pero pronto el final llegará, es obvio que aquí no soy el único, todos los que son como yo estamos disimulando por miedo. Lo que si se es que hay más gente como yo, y tengo que encontrarla, aunque me cueste la vida. No hay otra opción. Me siento cansado, todo es una extraña rutina que a cada paso que doy se me hace más larga, aunque con el paso de los días, más corta. Demasiado para mí. Mi cansancio tanto psíquico como físico es enorme. 
Que Dermeus te guíe.

Crónicas de la LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora