Anónima 1: Bajo el anonimato.

8. "No sabes quién soy".

Punto de vista de Nicholas

Luego del tiempo de reflexión que tuve conmigo mismo, me voy a la siguiente clase.

Y la siguiente clase es...

»Parece que estás dando los resultados de un sorteo.

¿Tienes algún problema conmigo?

»Para nada. ¿Por qué habría de tenerlo?

Solo, ignoremos a mi conciencia.

La siguiente clase es deporte. Hago una mueca mentalmente.

No tengo nada en contra de hacer deporte, es más una vez cada dos meses voy al gimnasio.

Solo que no se me dan muy bien los deportes en equipo y mis compañeros no hacen que me guste más.

Me explicaré, soy el último en ser elegido, lo cual le baja el autoestima a cualquiera en menos de un segundo e inmediatamente no le den ganas de jugar o intentar jugar bien siquiera.

Practicamos baloncesto y como predije: fui el último en ser elegido.

Aunque esta vez hice algo diferente, hice mi mayor esfuerzo por jugar bien y, ¿adivinen qué? El entrenador me felicitó e incluso dijo que si seguía jugando así podría entrar en el equipo.

Vaya, no me esperaba eso.

Estoy feliz porque realmente me esforcé, ahora solo espero que la próxima vez, sea elegido antes.

Sonrío, voy a las duchas para asearme y una vez lo hago, me dirijo a mi casillero para dejar mis cosas. Veo otra nota.

Tres notas en un día, eso es bastante.

"Creo que no me expresé bien en aquella nota, hoy tu cara era de desilusión, la verdad es que no entiendo la razón. Me refiero a que ni siquiera sabes quien soy.

Atentamente,
Anónima."

En definitiva, no te expresaste de la mejor manera. Pero da igual, ignoraré eso.

Guardo la nota y bebo un poco de agua. Dejo la botella en el casillero y me fijo cual es la siguiente clase. Tomo los útiles que necesitaré y me voy al aula a dejarlos.

Tengo que admitir que sigo bastante feliz por lo que me dijo el entrenador.

Camino un rato por ahí, sin un rumbo en específico.

-Hey, jugaste bien hoy -menciona un chico que estaba en mi equipo al pasar. Sus amigos, que están junto a él, asienten con su cabeza en aprobación.

-Lo hiciste genial -comenta otro.

-No sabía que jugabas así, hombre. Me sorprendiste.

Les digo un "gracias" y sonrío, ellos hacen lo mismo y algunos ríen.

-No nos agradezcas, solo te decimos la verdad -dice uno de los que se rió.

»¿Qué se siente que le digan eso, señor super estrella?

Ay, no te hagas del entrevistador.

»Pero te sientes genial, ¿no es así? ¿Me equivoco o no?

No te equivocas, tienes razón. Me siento bien.

»¿Seguirás jugando así de bien?

Claro, o al menos eso intentaré.

»Así se habla.

Sonrío, a veces mi conciencia sabe que decir y tiene razón.

»Aw, es lo más tierno que me has dicho en años, además yo también creo que... Espera. ¿Acaso dijiste "a veces"? Yo siempre tengo la razón.