3. "El centro comercial". (PDV Nicholas)

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Punto de vista de Nicholas

Al final del horario de clases pego mi sobre en la parte de adentro de la puertecilla del casillero.

Se ve bien.

Dejo los útiles que no necesitaré y llevo los materiales que debo usar.

Antes de volver a casa, saco mi libreta de anotaciones, garabateo en ella un rato y luego escribo algunos pensamientos.

Sorprendiéndome a mi mismo, anoto lo siguiente:

«¿Cómo puedo estar seguro de que ella me envíe las notas a mí y no se haya confundido de casillero?».

Por un rato más sigo pensando aquello, pero luego lo dejo de lado.

Suena el timbre de salida y regreso a mi hogar. Al llegar, mamá me pide que la acompañe al centro comercial.

-Necesito comprar un regalo para un amigo de tu padre y quiero que me ayudes a elegir -me dijo.

Es la razón por la cual estamos recorriendo el centro comercial ahora mismo.

Y a eso hay que sumarle que todas las compras que se le ocurrió a mi mamá hacer, las llevo yo.

Pasamos por unas cuantas tiendas más, hasta que llegamos a una donde se vende ropa para hombre.

-Joven -me detiene un guardia al entrar-, deje sus compras allí -señala un colgador.

-Claro -respondo y me dirijo al lugar ya mencionado.

Busco con la mirada a mi madre y al encontrarla, me acerco a ella. Está observando tres camisas y un par de zapatos.

-¿Qué crees que le gustará más?

-Una botella de vino -bromeo.

-Ja, ja, ja -se ríe mi progenitora, de forma despectiva-. Muy simpático jovencito.

-Era una broma, mamá -pienso un rato antes de responder, observando todo lo que hay sobre la mesa-. Creo que le gustará más la camisa azul con verde, la "cuadriculada" -digo haciendo comillas con mis dedos-. Lo digo porque una de las demás camisas es rosa con flores en el bolsillo y la otra, que tiene rayas de forma vertical, hará que parezca un palo, más flaco de lo que es.

»Me parece que para llevarle los zapatos, será difícil adivinar su tamaño y como no se pueden cambiar por descuento de fin de temporada. En cambio, la camisa si la puede cambiar si necesita.

-Eres un genio, hijo mío -dice besándome la mejilla, a lo que yo respondo con un «mamaaaá», quejándome- ¿No te gustaría comprarte algo de ropa?

Lo que me gustaría, sería ir a casa pero «nooo», mamá me ofrece comprarme cosas. Lo cual no es malo, teniendo en cuenta que hace tiempo no cambio mis ropas.

Luego de elegir unas cuantas camisetas, pantalones, jeans, zapatos, suéteres y otras cosas; salimos de la tienda. Yo, llevando todas las compras, otra vez.

-Creo que es hora de irnos.

-Creo que si, estoy algo cansado. Además tengo que hacer una investigación y unas tareas.

-De acuerdo, si quieres ya puedes ir al auto, me pareció verle a Sarah, iré a saludarla. Ten las llaves.

-Okay

Camino hacia la salida con todas las bolsas hasta que me parece ver a Olive sentada en un banco. Me acerco y la escucho decir:

-Gracias por fallarme otra vez.

No veo a nadie más junto a ella. Así que supongo que lo pensó en coz alta nada más. Para asegurarme de que sea ella, pregunto:

-¿Olive...?

Anónima 1: Bajo el anonimato.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora