Capítulo 15

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Buenas, ¿qué tal? Espero que tengáis ganas de leer porque aquí os dejo un nuevo capítulo.

Antes de nada, he de decir que los personajes no me pertenecen, sino que son de OUAT ABC, así como algunas de las historias.

Como siempre, me podéis dejar en los comentarios vuestra opinión del capítulo que estaré encantada de leer.

Sin más dilación, podéis empezar a leer.

Regina despertó con la respiración entrecortada. Sentía su corazón latir fuertemente en su pecho y cómo un sudor le recorría el cuerpo. Se sentó en el borde de la cama mientras recordaba el sueño. Recordaba que estaba tumbada sobre una superficie blanda. No podría describir exactamente sobre qué. Intentó abrir los ojos para ver dónde se encontraba pero comprobó con horror que se los habían tapado con una venda. Tampoco se podía mover. No estaba atada, pero parecía inmovilizada. Una lista de drogas apareció en su mente. Agudizó el oído con la esperanza de escuchar algo, pero no se oía nada. Estaba todo en silencio. Se quedó quieta, ideando alguna forma de salir de aquel siniestro lugar.

De repente, algo empezó a absorberla. Era un ser incorpóreo, como una masa. Era como si el propio suelo, se hubiese convertido en una sustancia viscosa. Entonces se le cayó la venda. Veía su cuerpo iluminado, rodeado de una masa oscura. Horrorizada descubrió que ya no tenía pies. Intentó mover los brazos para salir de allí, pero ambas manos habían sucumbido ante aquella oscuridad. La masa seguía avanzando. Empezaba a devorar su tripa y vio cómo una gota caía justo donde se encontraba su corazón. Ésta se iba haciendo más y más grande.

Regina echó la cabeza hacia atrás. Ya no estaba aterrorizada. Aquella gota en su pecho había hecho que aceptase que iba a adentrarse en aquella oscuridad. Notó cómo ocupaba su pecho. Nada le importaba. Quería ser devorada por la oscuridad, quería adentrarse en aquel mundo.

Pero entonces, recordó a Henry. Fue como si se hubiera despertado de un sueño. Volvió a abrir los ojos y observó que aquella masa seguía absorbiéndola y que solo quedaba su busto. Entonces gritó. Gritó tanto como sus pulmones le permitieron, y apareció ella.

Como envuelta en un aura blanca, como si de un ángel se tratase, apareció Emma, dispuesta a salvarla. Regina intentó acercarse a ella, pero vio que sólo quedaba su cabeza, el resto del cuerpo ya no lo sentía. Entonces Emma se acercó a ella. Observó que el cuerpo de Emma repelía aquella masa, y que, a medida que se acercaba a ella, la masa se disipaba de su cuerpo.

Aun así, quedaba la mancha en su pecho. Emma se acercó a Regina y la besó. No fue un beso pasional, apenas duró unos segundos. Regina notó que con ese beso todos sus temores se iban. Ya no estaba aterrorizada, sino que se sentía segura en los brazos de su salvadora.

Su salvadora...

Se vistió y le preparó el desayuno a Henry para llevarle al colegio. Después de la breve comida, Henry salió antes, mientras su madre se aplicaba unas gotas de perfume sobre su cuello. Cerró la puerta y cuando encaró el pasillo de salida, observó a Henry hablando con un hombre en una motocicleta. Andó rápido hacia él para identificarle, pero el desconocido se fue en cuanto alcanzó su posición y no le pudo ver la cara.

-Henry –le atrajo hacia ella en señal de protección- ¿quién era ese? –preguntó. El chico se limitó a encoger los hombros.

"Ha llegado alguien nuevo" pensó Regina.

Una tormenta se avecinaba a Storybrooke. Emma se había abrigado lo máximo posible para salir a preparar el coche por si las cosas se ponen muy mal. Gorro, guantes y bufanda. Tenía que reconocer que el gorro le hacía cara de niña pequeña, pero no le importaba.

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